Resumen 2009

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¿El año de los libros electrónicos?

C. Jordá

A falta de conocer las cifras de ventas de la campaña navideña, 2009 ha sido el año del despertar del libro electrónico y, aunque quizá no haya llegado a todas las estanterías en todos los hogares, sí ha pasado de ser un perfecto desconocido a ocupar un espacio cada vez mayor en los medios.

Así, ya son muy pocos los que no saben qué es el libro electrónico y cada vez más empresas que se internan en este novedoso sector y lanzan sus propios dispositivos lectores aspirando a posicionarse en un mercado que se mira en el espejo de su "hermano mayor": el de los iPods y demás reproductores de música digital.

Por supuesto, entre las novedades han estado las de las grandes marcas internacionales que ya venían dominando del mercado, como Sony y sobre todo Amazon, pero también algunas empresas españolas se han atrevido con un sector incipiente pero prometedor. Eso sí, casi todas las novedades en nuestro país han venido del lado de la tecnología, mientras el mundo editorial sigue dando la impresión de que no sabe muy bien qué hacer.

El año tecnológico

Entre las empresas internacionales que han marcado la pauta destaca, cómo no, Amazon, que el 9 de febrero lanzó la segunda versión de su conocido Kindle, con varias mejoras (entre ellas un diseño más acorde con los tiempos) que rápidamente se convirtió en un éxito de ventas aun mayor que su antecesor. La empresa de Jeff Bezos daría todavía dos pasos importantes más este año: el lanzamiento de su lector de gran tamaño, el Kindle DX, y, sobre todo, la posibilidad de comprar el Kindle que a partir del 7 de octubre teníamos los clientes de más de un centenar de países, entre ellos España.

Por ahora nadie ha logrado convertirse en un competidor real de la gran tienda en internet, ni tan siquiera una Sony que fue pionera en el campo y que ha tratado de recortar terreno con algunas novedades importantes como su Reader Daily Edition, el primer dispositivo de la firma que se podía conectar a Internet, que fue presentado a finales de agosto.

Sin embargo, el que quizá resulte una amenaza más seria para Amazon y su Kindle es el Nook de Barnes & Noble, la mayor cadena de tiendas de libros del mundo, que ya había realizado algunos movimientos en el mercado de los libros electrónicos y que, por fin, se decidía a lanzar su propio dispositivo lector con un modelo de negocio similar al de su gran competidor aunque algo más abierto.

¿Y en España?

En nuestro país muchos empezaron a pensar que esto del libro electrónico iba en serio cuando nada más y nada menos que El Corte Ingles se decidía, en pleno verano y sin mucho aparato publicitario, a lanzar su propio dispositivo para la lectura del los libros electrónicos, el Inves – Book 600 que analizamos concienzudamente en Libertad Digital.

Eso sí, no ha sido el único y, a pesar de la incomprensible resistencia de Sony a comercializar sus dispositivos en nuestro país, cada vez han sido más los dispositivos puestos a disposición de los lectores españoles: el JOOX, la nueva versión del Papyre (también analizado en Libertad Digital) o el Boox, un sorprendente dispositivo con esmerado diseño y altas prestaciones comercializado por Worten.

Mientras tanto, el mercado editorial…

El progreso tecnológico y la mayor disponibilidad de dispositivos lectores no se han visto acompañados, al menos en nuestro país, por un esfuerzo de la industria editorial por poner a disposición de sus clientes un catálogo amplio de títulos que leer y comprar de forma legal.

Aunque todos los actores reconocen la importancia del fenómeno muy pocos se han decidido a dar el paso adelante y las grandes editoriales parecen más preocupadas por una hipotética y futura piratería que por la presente y real que la propia ausencia de títulos a la venta está favoreciendo.

Así, aunque las ventas de libros electrónicos se disparan en Estados Unidos y año tras año se multiplican los datos respecto del ejercicio anterior, en España las grandes editoriales siguen esperando a que se defina más el negocio… en lugar de definirlo con sus actos.

Libertad Digital
Diseño: Christian Camacho