Resumen 2009

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El idioma y el despilfarro del bipartito dan la Xunta a Feijoo

Raúl Vilas

El despilfarro y las políticas de imposición del gallego del Gobierno bipartito de la Xunta –formado por PSOE y BNG– marcaron la campaña de las elecciones gallegas del 1 de marzo de este año. A principios de año nadie daba un duro por el triunfo del PP, que por primera vez en 20 años concurría a una elecciones gallegos sin Manuel Fraga como candidato.

La incansable actividad de los grupos que defienden la libertad lingüística, especialmente Galicia Bilingüe y su presidenta Gloria Lago y las revelaciones de la prensa sobre los gastos suntuosos de Pérez Touriño y Anxo Quintana, funcionaron como catalizadores del hartazgo de los gallegos con el Gobierno bipartito que desembocó en el triunfo de Alberto Núñez Feijóo.

Una sorpresa para todos, incluso dentro del propio partido, ya que las encuestas publicadas coincidían en que el PP no llegaría a la mayoría absoluta, imprescindible para que socialistas y nacionalistas no pudiesen reeditar el pacto de Gobierno.

El decreto que pretendía imponer el gallego como lengua única en la enseñanza, las "galescolas" –guarderías públicas exclusivamente en gallego y con claros propósitos de adoctrinamiento nacionalista– o los intentos de penalizar a los comerciantes que no rotulasen en gallego, provocaron una gran contestación social.

Algo que supo ver Núñez Feijóo que se comprometió a garantizar la libertad lingüística, ganándose el respaldo de asociaciones como Galicia Bilingüe durante la campaña electoral, aunque todavía hoy en diciembre de 2009 no ha cumplido sus promesas.

Por otro lado, las revelaciones de varios medios de comunicación, especialmente el ABC, sobre el despilfarro de Pérez Touriño en el mobiliario de sus despachos así como los coches oficiales modelo Audi de precio desorbitado y los paseos en yate del vicepresidente nacionalista Anxo Quintana con empresarios beneficiados por concesiones de la Xunta, retrataron a un Gobierno de nuevos ricos más preocupado por el lujo que por la grave crisis económica que ya azotaba a Galicia.

Con estos ingredientes fundamentales se produjo el vuelco electoral que también tuvo repercusión en la política nacional. Mariano Rajoy ponía a prueba su endeble liderazgo en la primera cita electoral tras el congreso del PP en Valencia. El resultado de Feijóo le sirvió a la dirección nacional del PP para sacar pecho y tapar el pésimo resultado obtenido en las elecciones vascas –celebradas el mismo día– tras la defenestración de María San Gil.

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Diseño: Christian Camacho