El año que nos deja es sin duda el mejor en la carrera de Pau Gasol. Tres meses antes de proclamarse campeón de Europa con la selección española, el de Sant Boi conseguía algo impensable hasta ahora: el 15 de junio se convertía en el primer español en lograr el anillo de la NBA.
No sólo eso: lejos de ir de comparsa, fue junto a Kobe Bryant una de las grandes estrellas de la competición. Uno de los líderes de Los Angeles Lakers, que superaron en las Finales a los Orlando Magic por un contundente 4-1 en la serie.
Tras una gran temporada regular, y habiendo perdido por el camino a alguno de sus hombres importantes por las lesiones, los Lakers se plantaron en los 'play-offs' con el objetivo claro de volver a ganar el campeonato siete años después, aunque Pau ya llevaba concienciado toda la campaña. Además de volver a estar en un All-Star, tuvo un promedio de 19 puntos y casi diez rebotes por partido, amén de lograr sus mejores porcentajes tanto de dos como de tres puntos desde su llegada a la NBA.
Después de deshacerse cómodamente de los Utah Jazz por 4-1, esperaba el gigante chino Yao Ming, y Houston no fue un rival tan sencillo como el de primera ronda. Fue en el séptimo y definitivo encuentro de la serie ante los Rockets cuando se vio al mejor Gasol. Con 21 puntos y 18 rebotes, además de una magnífica defensa, el español lideró la victoria angelina que llevaba a los de oro y púrpura directos al enfrentamiento ante los Denver Nuggets. Pero Carmelo Anthony y compañía tampoco fueron rival.
De Orlando no se pensaba lo mismo. La franquicia de Florida había llegado a las Finales después de superar, entre otros equipos, a los Cleveland Cavaliers y al MVP de la liga, LeBron James. Pero también Dwight Howard y Turkoglu acabaron rindiéndose al poderío de los Lakers, que ya presumen de tener 16 títulos en sus vitrinas.
La importancia de Pau en el último anillo ha sido reconocida tanto por su entrenador Phil Jackson, como por la prensa y voces reconocidas del mundo del baloncesto o sus propios compañeros. Así pues, después de este año 2009 en el que ha logrado todo lo que se ha propuesto, no sería descabellado pensar que posiblemente estemos ante el mejor jugador de baloncesto europeo de la historia.