La temporada de Fórmula 1 de 2009 ha tenido como protagonistas a Jenson Button, que se proclamaba campeón del mundo el 18 de octubre, y a Fernando Alonso, pero este último no por sus resultados –ha sido una de sus peores temporadas– sino por su esperado fichaje por Ferrari.
Y la polémica ha estado presente en todo momento, tanto por los doble difusores que usaron algunas escuderías –entre ellas Brawn GP ante la protesta de otros equipos, aunque finalmente la FIA los declaró legales– como por el 'caso Piquet' que dejó como principal perjudicado a Flavio Briatore. Sin olvidar las despedidas de Toyota, BMW Sauber y el fabricante de neumáticos Bridgestone.
La primera parte del Mundial estuvo caracterizada por el total dominio del equipo debutante Brawn GP –aunque tomaba la estructura de Honda– y sobre todo de Button. El inglés construyó su título en las siete primeras carreras, lo que generó muchas críticas al Campeonato. Entre ellas destacó la de un Flavio Briatore que dijo que todo estaba ya definido. Pero la presencia de Button en el podio se fue diluyendo poco a poco –sólo dos en los restantes diez grandes premios–, especialmente por las grandes mejoras de las otras escuderías tras un comienzo de temporada decepcionante. El equipo que más batalla dio fue Red Bull, aunque Rubens Barrichello también le puso las cosas difíciles a su compañero Button hasta la penúltima carrera de la temporada, el GP de Brasil.
Las dudas sobre los difusores (pieza ubicada en los bajos del coche que permite una mayor fluidez del aire) utilizados por Brawn GP, Williams y Toyota, marcaron el inicio de la temporada. Después del dominio de Button en Australia, muchos equipos protestaron y se quejaron ante la FIA, que finalmente los declaró legales.
Después llegó el enfrentamiento entre la Federación Internacional del Automóvil y la asociación de equipos (FOTA), recrudecido cuando Max Mosley –más interesado en buscar responsables de la publicación de su vídeo antes de su adiós al frente del organismo– intentó imponer sus planes. El punto más controvertido era establecer un límite presupuestario para los equipos, que respondieron con la amenaza de organizar un campeonato paralelo. Tras varias semanas de batallas, el 8 de julio ambas partes llegaron a un acuerdo para que en 2010 no entrase en vigor el límite presupuestario, algo que las escuderías calificaron como un "triunfo para los aficionados".
Pero sin duda lo más escandaloso del año fue el 'caso Piquet', o lo que algunos medios llamaron también 'crashgate'. Todo comenzó después del despido de Nelsinho Piquet tras un nuevo fracaso en el GP de Hungría. El brasileño se mostró decepcionado por la noticia y su venganza tuvo serias consecuencias.
El 30 de agosto, horas después de la disputa del GP de Bélgica, la FIA anunció que estaba investigando la victoria de Fernando Alonso en el GP de Singapur 2008. Aunque aquel día el brasileño dijo que su accidente había sido error suyo, un año después apuntó a Briatore y al ingeniero Pat Symonds –que emprendieron acciones legales– como "autores intelectuales" del mismo y así favorecer a Alonso para que lograra una victoria contra todo pronóstico. De hecho se llegó a confirmar una reunión entre los dos responsables y el piloto antes de la carrera y la televisión brasileña mostró el supuesto "ensayo" del brasileño en la vuelta de calentamiento del gran premio en cuestión.
Por los despachos de la FIA pasaron muchos miembros de Renault, entre ellos el mismo Alonso, y después de su investigación, el máximo organismo del automovilismo mundial decidió sancionar de por vida a Flavio Briatore –que ya había abandonado la escudería– al encontrarle responsable de los hechos mientras que Pat Symonds también recibió un duro castigo tras rechazar las presiones para "colaborar" en la investigación.
Al margen de estas desagradables polémicas, el 2009 también ha tenido una buena noticia para el automovilismo español: Ferrari anunciaba el fichaje de Fernando Alonso para las próximas tres temporadas, algo que muchos en España esperaban desde hace años. El ovetense lo hace después de dos temporadas en Renault -en su segunda etapa- y una en McLaren.
En la Scuderia tendrá como compañero de equipo al brasileño Felipe Massa, que durante las clasificaciones del GP de Hungría recibió un fuerte impacto de un objeto en su casco, lo cual le provocó lesiones que le impidieron terminar la temporada. Fue reemplazado durante dos grandes premios por Luca Badoer -probador de Ferrari- y después por Giancarlo Fisichella, procedente de Force India.
En cuanto a las despedidas, destacan sobre todo las de Toyota y BMW Sauber, ambas por problemas económicos. El caso más sorprendente es el de la escudería japonesa, especialmente por su enorme presupuesto. Pero, a pesar de sus seis podios, tres poles y dos vueltas rápidas en sus siete años en la F1, la crisis fue demasiado fuerte para seguir en la máxima categoría. Lo mismo ocurre con BMW Sauber, aunque en su caso cuenta con una victoria, una pole, 17 podios y una vuelta rápida. Otro de los que ha anunciado su adiós es Bridgestone, que dejará de ser proveedor oficial de neumáticos en exclusiva a finales de 2010.