Las previsiones meteorológicas fueron trágicamente certeras. Un huracán de fuerza cinco se dirigía a la ciudad de Nueva Orleáns, lo que obligó a su alcalde a ordenar la
evacuación inmediata. El paso del huracán afectó a una superficie como la de Gran Bretaña, lo que explica en parte que, a pesar de los enormes medios que destinó a los servicios de emergencia y atención a las víctimas. Entre ellos casi 100.000 efectivos de la Guardia Nacional. De acuerdo con los estudios hechos por varias aseguradoras, los daños económicos se podrían situar por encima de los 20.000 millones de dólares. El coste humano fue enorme. Mas, aunque se llegó a hablar hasta de 10.000 muertos, la cifra final está por debajo de los dos millares. Muy alta para un país desarrollado, pero aún lejos de los 18.000 que causó el Huracán Mitch.
Una parte de la población de la capital de Louisiana decidió mantenerse en Nueva Orleáns, a pesar de los constantes llamamientos a la evacuación y a la labor de numerosos guardias nacionales. Se convirtió en una ciudad sin ley, que cayó en un manto de crímenes y pillaje. Pese a que un 70 por ciento de la ciudad está erigida por debajo del nivel de mar, los responsables de Nueva Orleáns habían construido unos diques que resistirían los avances del mar impulsados por un huracán, siempre que este fuera hasta de fuerza cuatro. En su momento se planteó reforzar el dique hasta hacerlo resistente a un huracán de fuerza cinco, pero los ecologistas hicieron una exitosa campaña en contra. El dique no se reforzó y Katrina, de grado cinco, lo hizo inútil. El 29 de agosto alcanzó la ciudad, y la anegó.
La situación fue tan desesperada, que los Estados Unidos llegaron a pedir ayuda internacional. No obstante, ningún medio pareció suficiente, no ya por la gran extensión de la superficie afectada, sino por la pobre coordinación de las fuerzas de seguridad y emergencia. Se dio la paradoja de que dichas fuerzas no funcionaron adecuadamente cuando más tenían que hacerlo. José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó la ocasión para intentar un
acercamiento a la Administración Bush.
Esta ineficacia pública contrasta con la agilidad con que la sociedad civil reaccionó ante el desastre. Technorati, página que tiene registrados la en este momento 16,4 millones de blogs, destinó una
página que agrega las bitácoras que están informando sobre los acontecimientos que rodean la catástrofe natural del huracán. A la actividad informativa y de análisis que habitualmente realizan las bitácoras, se suman aportaciones originales de muchas de ellas. Technorati permite hacer búsquedas en su base de datos, extraída de las bitácoras que controla. Hay una lista de las palabras más buscadas, y la primera es precisamente la de "Katrina". La tercera es "New Orleans" y la cuarta "Hurricane Katrina". También se puede recurrir a TruthLaidBear. En ocasiones las escriben personas que son, ellos mismos, afectados por el huracán. En otras recogen las declaraciones e impresiones de éstos. También hacen fotografías que luego cuelgan en sus blogs.
El huracán dañó gravemente las plataformas de extracción y de refino de petróleo del golfo de Méjico. De este modo, se dejó de extractar hasta un millón de barriles diarios y el refino cayó hasta en dos millones de barriles. En consecuencia, el precio del crudo, que ya estaba sometido a enormes presiones, se disparó. El barril de Tejas llegó a superar puntualmente los 70 dólares en el mercado internacional.