Anuario 2005 Libertad Digital
Vuelve la gripe aviar


La gripe aviar ocupó grandes espacios en los medios de comunicación en 1997, cuando una cepa de este virus contagió tanto a las aves como a humanos en Hong Kong. Se ingresó a 18 personas por esta enfermedad, seis de las cuales perdieron su vida. Las autoridades sanitarias se vieron obligadas a sacrificar un millón y medio de aves para evitar la propagación de la enfermedad.
 
Ese año se volvió a comprobar que la gripe aviar no era una enfermedad exclusivamente asiática, pese a que se le había puesto ese nombre por el origen de los casos que se habían producido en los últimos años. Y es que se diagnosticó gripe aviar A (H7N7) a varias personas en Holanda, lo que despertó preocupación en toda la Unión Europea. Se diagnosticaron 89 casos y un paciente murió por causa de esta enfermedad. La enfermedad saltó también al continente americano en 2004, con dos casos documentados en la costa oeste canadiense, en la Columbia Británica. La penúltima oleada de gripe aviar tuvo lugar en los años 2003/2004. La enfermedad se extendió prácticamente por toda Asia. No se limitó a China y Hong Kong, sino que alcanzó a países como Tailandia (19 casos y 13 muertes) o Vietnam (91 casos y 41 muertes).
 
Desde el comienzo se ha temido que se producirá una pandemia. El ministerio de sanidad pareció estar bastante tranquilo al respecto. La ministra de agricultura, Elena Espinosa, consideró que hablar de pandemia en humanos por este virus sería "ciencia ficción". En consecuencia, Espinosa descartó el inicio de una vacunación intensiva "salvo que se detecten casos en áreas concretas, en cuyo caso, se llevaría a cabo la vacunación en dichas áreas". La ministra consideró entonces que España está preparada en caso de que llegue el virus a España.
 
No tenían la misma confianza los miembros del Gobierno británico, ya que la ministra británica de Sanidad, Patricia Hewitt, reconoció que una pandemia de gripe aviar en su país "es inevitable" y la única cuestión es "cuándo" llegará. Poco antes de las palabras de Patricia Hewitt, se había confirmado que la muerte de un loro de aquél país se había producido como consecuencia de la variable más patógena de la gripe aviar, el H5H1. Ya se había producido un caso en Grecia. La noticia conmocionó a las autoridades europeas, y desde Bruselas se comenzaron a tomar medidas para controlar la importación de aves de Croacia, y a controlar la evolución en Suecia y el Reino Unido. Más tarde prohibió la importación de aves silvestres con fines comerciales. Ya en noviembre, la Organización Mundial de la Salud alertó que la pandemia que Elena Espinosa consideró "ciencia ficción", "no sabemos cuándo, pero sí sabemos que ocurrirá".
 
El España no se han producido casos ni en aves ni en personas. Las explotaciones avícolas en España cuentan con instalaciones adecuadas, que aíslan a las aves de otras que pudieran traer el virus en sus movimientos migratorios. Además, la migración exige un gran desempeño energético por parte de las aves, y solo las que están en buenas condiciones pueden hacerlo, por lo que las que están enfermas no llegan a su destino. Además, las migraciones que suelen cruzar España son las que van de Norte a Sur, y no las de Este a Oeste, que son las que tienen más capacidad de transmitir el virus desde sus países de origen en Asia.
 
Por otro lado, el contagio a humano se produce cuando hay un contacto cercano y habitual con las aves, y de hecho los casos de contagio humano se han dado en pequeñas granjas y en mercados. Este contacto directo y habitual con las aves es común en Asia, pero no en Europa, y no en nuestro país.

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