Anuario 2005 Libertad Digital
En la muerte y sucesión de Juan Pablo II


Desde el atentado que sufrió por el turco Ali Agca, la salud de Juan Pablo II ha sido motivo de constante preocupación. El papa más viajero de la historia ha desplegado una actividad física constante, que se fue apagando a medida que su salud le abandonaba, con evidentes signos externos. El año 2005 sería el último de su vida, que en los últimos meses estuvo marcada por los continuos achaques. El jueves 24 de febrero el Santo Padre sufrió una crisis respiratoria que le llevó de nuevo a la Policlínica Gemelli, donde se le practicó una traqueotomía. Habían pasado dos semanas desde el alta de la anterior hospitalización. Después de la intervención los médicos recomendaron reposo absoluto. El domingo 13 de marzo abandonó la clínica, pero poco antes de hacerlo se dirigió al público con las primeras palabras pronunciadas en público tras su reciente intervención, pronunciadas con voz clara.
 
Un mes más tarde tuvo que suspender su habitual audiencia pública, aunque todavía pudo saludar a sus fieles desde la habitación. Tras la celebración del domingo de Resurrección Juan Pablo II impartió la bendición "Urbi et Orbi" con evidentes signos de cansancio y sin poder pronunciar las últimas palabras rituales. El lunes de Resurrección su evidente debilidad le impidió también, por primera vez en sus 26 años de papado, asomarse a la Plaza de San Pedro para el rezo del Regina Coeli. Dos días más tarde, el 30 de marzo, le implantó al Santo Padre una sonda nasogástrica para facilitarle la deglución de los alimentos. Al día siguiente, Karol Wojtyla sufrió un revés que acabaría siendo el último. Esa tarde sufrió un choque séptico con colapso cardiorrespiratorio tras habérsele detectado una infección en las vías urinarias. Esa misma tarde recibió la extremaunción. El viernes primero de abril el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, comunicaba que la vida del Santo Padre "se apaga serenamente" hasta el desenlace final, que se produjo el 2 de abril.
 
El hecho luctuoso desencadenaba el sucesorio dentro de la Iglesia. Había que elegir un sucesor al frente de la institución bimilenaria. El lunes, 18 de abril, a las 10 de la mañana, se celebró la misa "pro eligendo romano pontífice" que abría el cónclave del que más tarde saldría elegido un nuevo obispo de Roma. El cónclave estaba compuesto por 183 cardenales, de los que solo tenían derecho a voto 117, por no superar los 80 años de edad. De ellos no pudieron asistir otros dos, por motivos de salud.
 
A las 17:50 horas del martes, 19 de abril, y en la cuarta votación, la chimenea de la Capilla Sixtina dejaba escapar el humo blanco que anunciaba la elección de un nuevo Papa. Se trataba del gran teólogo del cónclave, Joseph Ratzinger, que a partir de ese día será llamado Benedicto XVI. Aunque su candidatura sonaba con mucha fuerza en los últimos días, no era en absoluto obvia. De hecho se llegaron a barajar hasta 24 nombres con ciertas posibilidades. Pero había varios hechos de la biografía y la figura de Ratzinger que le situaban como elección más lógica. El papado de Juan Pablo II había sido el segundo más largo de la historia, solo detrás del de San Pedro. Y tras papados largos se suele pensar en otro que sea más breve. La avanzada edad del alemán le favorecía. Por otro lado el mundo se enfrenta a lo que se ha llamado "choque de civilizaciones", lo que unido a los problemas relacionados con la bioética, aconsejaban la elección de un Sumo Pontífice con el conocimiento de la teología y la firmeza en las convicciones necesarios para guiar a la Iglesia en una época de cambio. Si había un cardenal con estas características, ese era sin duda Joseph Ratzinger.
 
Quién fue Juan Pablo II
 
Una historia del siglo XX quedaría mortalmente coja sin una cumplida referencia a Juan Pablo II. Karol Józef Wojtila nació el 18 de mayo de 1920 en un pequeño pueblo a 50 kilómetros de Cracovia llamado Wadowice. Era aficionado al deporte y en particular al alpinismo. Participó en la resistencia contra la ocupación nazi y luchó por defender y salvar a familias judías. Su actividad hizo que la Gestapo, la policía política de Hitler, le considerara peligroso y le abriera una ficha. Karol Wojtyla tuvo que refugiarse en una buhardilla en Cracovia, donde vivía en clandestinidad.
 
A la edad de 38 años el Papa Pío XII lo nombró obispo titular de Ombi (Polonia) y obispo auxiliar de la Archidiócesis de Cracovia. Cinco años más tarde, su brillantez como teólogo fue título suficiente para participar en el Concilio Vaticano II, con análisis sobre el ateísmo y la libertad religiosa. La repentina muerte de Juan Pablo I, en agosto de 1978 y tras sólo 33 días de Pontificado, cambió de nuevo la trayectoria de Karol Wojtyla. El lunes 16 de octubre de 1978, a las 18,42 (hora española) fue elegido sucesor de Pedro, y adoptando el nombre de Juan Pablo II y el lema "Totus tuus ego sum" (Todo tuyo soy yo). Así, a los 58 años, Karol Wojtyla se convertía en el pontífice más joven del siglo XX y el primer Papa no italiano desde la elección del holandés Adriano VI, en 1522.
 
El 13 de mayo de 1981 Juan Pablo II sufrió un atentado en la plaza de San Pedro de Roma que le impidió cumplir los programados viajes a España y Suiza. El 20 de junio de 1981, diecisiete días después de haber sido dado de alta, volvió a ser ingresado en el mismo hospital para ser tratado de una infección de cytomegalovirus, derivada de su intervención anterior. El atentado, cometido por el turco Alí Agca, dio lugar al largo y aún no desvelado asunto denominado "la pista búlgara", que motivó un complicado proceso en el que las implicaciones políticas no llegaron a esclarecerse totalmente. Parte de las sospechas apuntaban al KGB. Juan Pablo II, que perdonó a su agresor a quien visitó en prisión, clamó en aquella ocasión por la necesidad del perdón y la reconciliación.
 
Siempre se ha destacado su servicio a la libertad frente al totalitarismo comunista. Inspiró a millones de ciudadanos que vivían bajo el control soviético o de los países satélites de Rusia, llamándoles a perder el miedo. Ofreció un impulso moral al sindicato polaco Solidaridad que acabaría siendo determinante, ya que la revolución democrática puesta en marcha en su país con el sindicato de Lech Walesa como instrumento aceleraría la descomposición del régimen soviético, que acabó cayendo simbólicamente con el muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989.
 
Juan Pablo II ha sido el primer Papa que ha entrado en una iglesia luterana (Roma 1983) para rezar y predicar junto a cristianos no católicos; y también el primero que ha hablado en una asamblea islámica (Marruecos 1985); entrado en una sinagoga judía (Roma 1986), y en una mezquita (Damasco 2001). Como Sumo Pontífice ha revisado situaciones y personajes importantes y conflictivos de la historia de la Iglesia como Galileo, Lutero, las Cruzadas o la Inquisición, además del descubrimiento y colonización de América o el holocausto del pueblo hebreo. Asimismo, en una histórica ceremonia celebrada el 12 de marzo de 2000 Juan Pablo II entonó un "mea culpa" por los pecados de los hijos de la Iglesia. También ese año, el 20 de marzo, pudo realizar uno de sus mayores deseos: viajar a Tierra Santa. Juan Pablo II ofició misa en la Plaza del Pesebre, pidió perdón en el Muro de las Lamentaciones y en el Museo del Holocausto por los errores cometidos por los cristianos que persiguieron a los judíos.
 
Desde el comienzo de su pontificado, Juan Pablo II ha realizado 104 viajes pastorales fuera de Italia, y 146 por el interior de este país. Además, como Obispo de Roma ha visitado 317 de las 333 parroquias romanas. Ello le valió el popular apodo de "El Papa viajero". Entre sus documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 44 Cartas apostólicas. A ello suma cinco libros, el último de los cuales fue publicado el año de su muerte bajo el título "Memoria e identidad". Juan Pablo II ha presidido 147 ceremonias de beatificación -en las que ha proclamado 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Ha celebrado 9 consistorios, durante los cuales ha creado 231 Cardenales. Libertad Digital convocó a sus lectores a que compartieran sus sentimientos hacia Juan Pablo II, y recibió 1.652 mensajes de recuerdo y apoyo.
 
 

© Copyright Libertad Digital SA. Conde de Aranda 8, 28001 Madrid. Todos los derechos reservados.