Anuario 2005 Libertad Digital
Debate sobre el Estado de la Nación: ¿Traiciona el Gobierno a las víctimas?


El 11 de mayo se produjo el primer Debate sobre el Estado de la Nación entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, ambos de estreno en este tipo de citas como presidente del gobierno y líder de la oposición, respectivamente. El intercambio entre los dos líderes reflejó el ambiente tenso del debate político, así como la diferente idea que tiene cada uno de la marcha de nuestro país. Los asuntos que centraron el debate fueron la negociación con ETA y la reforma de la Constitución, con el Plan Ibarretxe de por medio. Estos debates suelen estar acompañados de alguna sorpresa o algún anuncio. No fue el caso de este año. Se abrió con un balance de Gobierno por parte de Rodríguez Zapatero, visto como un exceso de triunfalismo, incluso por Convergencia i Unió.
 
En su primera intervención Rajoy llamó "radical" al presidente Rodríguez, y le lanzó unas duras palabras: "usted ha renunciado a la derrota, busca una negociación con ETA, usted busca negociar con terroristas, usted está dispuesto a pagar por lo que nos han robado. A mí no me molesta el pacto [antiterrorista], es a usted a quien le molesta, ha cambiado de dirección y ha traicionado a los muertos". El presidente le conminó a retirar la frase: "ha dicho que la política antiterrorista es una traición a los muertos. Es una acusación inaceptable". Pero la frase no fue pronunciada por Rajoy en un intercambio, sino que fue leída de su discurso, por lo que debe entenderse que la sentencia estaba medida. Antes de este duro intercambio, Rodríguez Zapatero había justificado su política en torno a la banda terrorista aludiendo al gobierno de José María Aznar, que habían hablado con ETA. La respuesta de Mariano Rajoy fue recordar que "sí, hubo conversaciones con ETA porque el PP y el presidente Aznar dijo que las habría si ETA dejaba las armas; y ETA las dejó," puntualizó.
 
En el turno de réplicas y contrarréplicas la política sobre ETA fue motivo de nuevos intercambios. En este caso sobre la decisión política del Gobierno de no promover la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), pese a sus evidentes relaciones con Batasuna-ETA, que habían sido puestas en conocimiento del presidente dos días antes de que se aceptara su candidatura a las elecciones. Rajoy criticó esta actitud diciéndole a los socialistas, que se habían reunido con el PCTV en las conversaciones para formar nuevo gobierno vasco: "Se han puesto ustedes a hablar en batasuno". Zapatero recordó al respecto que recordar que el PCTV estuvo inscrito en el registro de partidos en septiembre de 2002 "estando ustedes en el gobierno y siendo Cardenal el fiscal general, del que todos nos acordamos". Pese a que ninguno de los dos se atrevió a dar el pacto antiterrorista por roto, sus mutuas acusaciones revelaban que éste no pasaba por su mejor momento. En un punto de su intervención, Mariano Rajoy dijo: "Me pide que le acompañe, que le cubra las espaldas y que bendiga su traición al Pacto, pero no cuente con ello. Continuaré con el espíritu del pacto y ahí puede encontrarme. Con uno de nosotros dos que pierda la cabeza ya es bastante".
 
El presidente del PP acusó a Zapatero de estar dispuesto "a saltarse la Constitución, fulminar la Ley de Partidos, deshacer el Pacto Antiterrorista, legalizar a Batasuna, indultar a los asesinos, amordazar a las víctimas y entrometerse en Navarra" porque "de otro modo ETA no se sentaría a hablar con usted". Rodríguez Zapatero respondía diciendo que "Sin que haya ningún proceso de negociación con la banda terrorista ETA, ustedes han introducido la insidia, y lo que es peor es que han anticipado su fracaso". También retomó la crítica al PP recordando que José María Aznar habló del "movimiento vasco de liberación nacional" en referencia a ETA.
 
Reforma de la Constitución
 
Otro de los temas candentes era el proceso abierto de reforma de los Estatutos de autonomía, el Plan Ibarretxe y la idea de España. Rajoy le pidió repetidamente a Zapatero que expusiera cuál es la que él tiene, pero sin éxito. En opinión de Rajoy, Zapatero "sitúa a España en periodo constituyente. Todo se debate. Ha sustituido la capacidad de dirección por el juego de palabras, habla y no para, sobre todo, en el País Vasco y en Cataluña". Insistió en que el actual es un "Gobierno débil", "prisionero voluntario de los socios más radicales; le gusta más aislar el PP para perpetuarse". Si el presidente sigue por ese camino, le advirtió, "va a ser responsable de la ruptura de la mejor Constitución que hemos tenido en España", a lo que añadió: "Eso sí, no me preocupa la reforma de la Constitución, porque requiere un quórum, pero sí me preocupan los estatutos". Por lo que a él se refiere, resumió, "prefiero estar con la mayoría de los españoles que con Carod Rovira y el señor Llamazares, así lo digo y así quiero que conste en acta". Zapatero diría más tarde refiriéndose a los gobiernos de Aznar, que ahora "los pactos con ERC desmiembran el Estado, pero entonces el pacto del PP con CiU era un activo para la gobernabilidad de España".
 
La respuesta de Rodríguez Zapatero se produjo al final de su turno de réplica. Dijo que cuando se aprobó la Constitución y los estatutos la entonces Alianza Popular, hoy Partido Popular, pronosticó el desmembramiento de España. "Afortunadamente la derecha se ha equivocado siempre y nos ha permitido hacer un país que avance y que mantenga su cohesión territorial". En otro momento había acusado a "la derecha de este país" de "volver al año 77". También dijo que "reformar los estatutos es mostrar el deseo de vivir dentro de ellos ".
 
Política exterior
 
Pero hubo más asuntos de los que discutieron, como la política exterior. En relación con Irak, Rajoy criticó que, en su opinión, el Gobierno "retiró las tropas de Irak mal, con malos modos, sin cumplir los plazos cordados con la ONU y dejó a la gente tirada", y le recordó a Zapatero que en junio una resolución de Naciones Unidas apoyaba al nuevo Gobierno de Irak. Para Rajoy "lo más gracioso" fue la llamada a la retirada de todos los países de la coalición que Zapatero realizó en Túnez en el mes de septiembre. "Retira nuestras tropas antes de lo comprometido, después en junio pide apoyo y en Túnez dice que se debe abandonar a la coalición, y aún espera que le devuelvan la llamada", ironizó. Sobre la "vuelta al corazón de Europa" consideró que "su empeño por romper con el PP le ha llevado a la sumisión al eje franco-alemán, ceder lo conseguido en Niza, la firma del tratado constitucional a Roma y el Pacto de Estabilidad". Zapatero le recordó a Rajoy en su réplica que "yo no conozco personalmente a Fidel Castro, pero sí se quien le abraza reiteradamente, a él y a Raul Castro, y es el presidente fundador de su partido, el señor Fraga". Y sobre las malas relación con los Estados Unidos, se defendió diciendo "ya he reconocido una diferencia que arranca de la retirada de las tropas de Irak. Es verdad que no he tenido ninguna reunión oficial" con Bush, dijo el presidente del Ejecutivo. "Pero me he reunido cuatro veces con Koffi Annan y me siento muy orgulloso de ello". 
 
Por lo que se refiere a la economía, menos protagonista en este debate que en otros, Rajoy le dijo al presidente que "vive usted de las rentas" que, advirtió, "no son eternas, el diferencial de crecimiento de los precios con la UE y la balanza exterior son dos señales de alerta". Y le preguntó "¿qué medidas puede invocar para afirmar que la situación actual es fruto de sus medidas?". Sobre la vivienda indicó "a pesar de que tenemos un lujosísimo Ministerio de Vivienda, los precios suben 17 por ciento". Y señaló que "no me extiendo más, no se quiero ser cruel". Zapatero le respondió diciendo que "usted ha entrado poco en economía, y lo entiendo, porque sus profecías no se han cumplido", presumiendo de las cifras económicas del último año. Y añadió que "es verdad que tenemos un problema de déficit exterior –ha afirmado– que en buena medida se explica porque nuestra economía tiene un ritmo muy fuerte de crecimiento y tenemos la necesidad de importar". 
 
El líder de la oposición espetó al presidente, sobre el proceso de regularización masiva de inmigrantes, que "ustedes negaron que pudiera producirse un efecto llamado tenían razón, ha sido un trompetazo". El presidente del PP señaló que "ahora sale el ministro diciendo que ha sido un rotundo éxito que van a legalizar la situación de unos 600.000", e indicó que "prefiero pensar en el error que en el engaño, ¿cómo es posible que resten 100.000 cuando según usted era un 1.800.000 y ahora regularizan un máximo de 600.000?". Zapatero no se dejó impresionar por estas cifras. Dijo que "hemos puesto orden donde había desorden" y que su política se basa primero "en la confianza en la sociedad española, en sus empresarios y sus trabajadores que han demostrado que cuando hay reglas cumple esas reglas".
 
Las referencias al pasado fueron, precisamente, una de las tónicas del debate, ya que varios grupos como Izquierda Unida, el PNV, CiU o ERC adoptaron un tono guerracivilista, que aprovechaban para descalificar al PP. Por ejemplo, el portavoz del PNV Josu Erkoreka, llegó a decir que el PP "ha querido arrastrarnos a la España de los años 40' o más bien a la España de los 40 años" y opuso al partido de centro derecha a la democracia.
 
Todas las críticas de Rajoy lo dejaron huella en el ánimo de José Luis Rodríguez Zapatero: "Estoy orgulloso de haber proporcionado una sonrisa a miles de homosexuales que se pueden casar", dijo.

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