Historia
Trascendencia internacional de la Guerra Civil
Es sabido que nuestra guerra civil levantó pasiones en medio mundo, desde Filipinas a Usa, Europa occidental y la URSS, movilizó a innumerables intelectuales, sindicatos y partidos, suscitó campañas emocionales y de solidaridad, sobre todo con el Frente Popular, orquestadas por los comunistas y la socialdemocracia. Y dio lugar a abundantes mitos, fundados o falsos.
El Ebro, odio cainita en el pedregal
A los españoles siempre nos ha gustado sacudirnos cerca de los ríos. La primera gran batalla de nuestra historia tuvo lugar a orillas del Guadalquivir, junto al poblado íbero de Baecula. La libraron romanos y cartagineses, que se profesaban un odio africano. Nuestros paisanos no eran más que convidados de piedra, se limitaron a unirse a unos o a otros en función de quien pagase mejor.
Historias posibles
El año que termina ha sido de inusitada actividad historiográfica. El último número de la Revista de Libros, que dirige Álvaro Delgado Gal –publicación siempre recomendable y de un nivel muy superior al de las demás del género–, trae este mes reseñas de seis obras relacionadas con la Guerra Civil, amén de un ensayo de Gabriel Jackson sobre Jefferson. Es un buen indicador. Algunos de esos libros perdurarán: por ejemplo el de Navajas Zubeldía sobre los militares republicanos.
Ocho años de Reagan, pero ocho años de Clinton
En junio de 2010 falleció Robert Byrd, representante y senador en el Congreso de Estados Unidos durante 57 años, lo que le convierte en el parlamentario norteamericano con más mandatos.
Bono el bocazas y la cabeza de Azaña
El lunes, en el Congreso, José Bono, el hombre que susurraba a los caballos, la jota de oroj, por sus santos cogones colocó un busto de Azaña enfrente del de Isabel II, que mandó construir el palacio de la Carrera de San Jerónimo.
Trascendencia de la Guerra Civil
Sobre las guerras civiles se han dicho muchas cosas vacuas que pasan por humanistas (son "estériles", "no se curan en generaciones", etcétera). Como pasa con todas las guerras, y aun siendo deplorables por su violencia intrínseca, las hay efectivamente estériles e inconcluyentes, que solo preparan el terreno para otra próxima, y las hay fundacionales en el sentido de que rompen con un mal período anterior y abren paso a otro considerado superior y más fructífero.
Covadonga, donde todo empezó
En algún momento del verano del año 711, un noble godo llamado Pelayo galopaba presuroso hacia el norte huyendo del desastre de Guadalete y de la incontenible invasión musulmana. Buscó refugio en Toledo, pero los moros no tardaron en llegar hasta la Corte visigoda, que ocuparon sin resistencia. Esto provocó un nuevo éxodo.
España venció a la viruela
En mayo de 1980 la Organización Mundial de la Salud declaró erradicada la viruela, una enfermedad contagiosa que mató a cientos de millones de personas. El primer paso en esta aventura feliz se dio en 1796, con el descubrimiento de la vacuna. El segundo fue la Real Expedición Filantrópica promovida por el rey Carlos IV, una proeza científica y un acto de amor que difundió el remedio por América y Asia.
Lucha intestina en el Kremlin
El sistema soviético, opuesto a todo personalismo, no tenía, como si de una vulgar dictadura fascista se tratara, nada previsto para cuando falleciera Stalin. El luctuoso hecho aconteció el 5 de marzo de 1953. No hubo por tanto un inmediato sucesor que heredara el poder en la URSS. La paranoia del dictador soviético había hecho que el régimen engullera a sus mejores hombres. Los que sobrevivieron lo hicieron a base de ser cautos y timoratos.