Estoy en contra del sistema de reparto porque traslada a la generación siguiente las cargas de la actual y, cuando no hay equilibrio demográfico intergeneracional, el sistema quiebra u obliga a unas cargas fiscales que hacen al país inviable.
Estoy a favor del sistema de capitalización porque fomenta la responsabilidad individual y genera ahorro que puede financiar la inversión productiva.
Pero no hagamos las cuentas de la lechera, la inversión en bolsa implica riesgos y si bien, a largo plazo y HASTA AHORA, se han obtenido rentabilidades apreciables respecto a otros activos, ello ha sido soportando caídas brutales, inasumibles para el común de los mortales.
Quiero decir con esto que me parece poco serio que se hagan estudios sobre la rentabilidad que se podía haber obtenido si se hubieran invertido los fondos en el IBEX-35 sin que se hable de la volatilidad que dicha rentabilidad lleva asociada.