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Nueve
años sin Miguel Ángel
María del Mar Blanco Garrido
Se cumplen nueve años del asesinato de mi hermano Miguel Ángel
Blanco. Nueve años de aquellas terribles cuarenta y ocho horas
en las que todos trabajábamos sin descanso para conseguir salvar
su vida. Aquellas horas fueron las peores de mi vida, pero no sufrimos
ni la cuarta parte de lo que tuvo que pasar mi hermano secuestrado
en cualquier "Bajera" .
Mis padres y yo contamos con el apoyo de miles y miles de ciudadanos
que nos hacían llegar todo tipo de muestras de cariño
y de solidaridad, algo que nunca lo podremos olvidar ya que gracias
a todo ese afecto recibido logramos salir a adelante. Mi hermano solo
tenía la compañía de sus asesinos que estoy segura
que no pararon de contarle cuál iba a ser su triste final.
En aquellos días salieron, salimos, a la calle para conseguir
salvar la vida de un joven, concejal de Partido Popular en el Ayuntamiento
de Ermua, que estaba siendo torturado por la organización criminal
ETA. Miguel Ángel era una persona normal, con la vista puesta
en el futuro, con grandes proyectos para su vida y que decidió
entrar en política para defender unos principios y unos derechos
que incluso amparaban a sus asesinos.
La rebelión popular que se generó en Ermua y en toda
España tras el asesinato de mi hermano marcó un punto
y aparte en la lucha por derrotar definitivamente al terrorismo, que
no podemos ni debemos olvidar, especialmente porque ETA sigue intimidando
y extorsionando a muchas personas. Nacía el "Espíritu
de Ermua"
Durante aquellos fatídicos días de Julio del año
97, todas las fuerzas políticas a excepción del HB fijaron
sus posturas de no cesión o claudicación con una banda
de asesinos. El PNV dio un paso atrás a los pocos días
porque prefirió pactar con los asesinos ante el temor de no
contar con los votos de HB en su política nacionalista y quedarse
solo. El PSOE y el PP continuaron de la mano en la lucha antiterrorista
dando lugar al Pacto por la Libertades y contra el Terrorismo y a
la Ley de Partidos que consiguió ilegalizar a una formación
política que no solo no condenaba ningún atentado terrorista
sino que apoya a realizarlos.
El consenso del PP y del PSOE consiguió arrinconar a ETA económicamente
e institucionalmente. A nivel internacional, todo el mundo sabía
que ETA era una banda de asesinos y no una banda de héroes.
En definitiva, todos los españoles creíamos que el Estado
de Derecho había vencido y que por fin habíamos conseguido
derrotar definitivamente a ETA.
Pero en Marzo del 2004, el Partido Socialista llega al poder y se
produce un giro de 180 grados en la política antiterrorista.
Lo que antes era normal ahora no, y lo que antes era ilegal ahora
se empeñan en hacerlo legal, es decir, comienza la política
de rendición de Zapatero ante ETA junto con el intento de borrar
a las víctimas del terrorismo y a todo el dolor y sufrimiento
padecido por todos los españoles durante más de cuarenta
años.
Durante más de dos años hemos vivido en un engaño
permanente por parte del presidente del Gobierno, siempre defendió
la idea de "primero la Paz y luego la política",
pues bien, el pasado jueves [cuando anunció la negociación
con ETA) vimos que "primero la política y luego ya veremos".
Por fin, tuvo lugar la ansiada reunión entre el PSOE y HB y
por fin el Presidente del Gobierno podrá poner en su despacho
la "foto del futuro" y quitar la "foto del pasado",
es decir, retirar el apoyo a todas las victimas del terrorismo.
Las victimas del terrorismo nunca nos rendiremos, y seguiremos trabajando
con o sin el apoyo del PSOE, por conseguir un fin digno para nuestros
familiares, un fin basado en los tres pilares que las víctimas
siempre hemos defendido: "verdad, memoria y justicia". Queremos
el final de ETA, porque sabemos de primera mano el sufrimiento que
causa, pero siempre por la vía legal y democrática y
por supuesto donde haya vencedores y vencidos.
No queremos que la memoria de nuestros familiares asesinados termine
en una mesa de negociación con Txapote y compañía,
porque estos asesinos dejaron muy claro durante la celebración
del juicio con su actitud chulesca, grotesca y de insulto continuo
al Tribunal, que no tienen la más mínima intención
de dejar las armas y menos aún de dejar la actividad terrorista.
Pero estoy convencida que al final, tarde o temprano, las víctimas,
la sociedad y el Estado de Derecho prevalecerán sobre los verdugos
y venceremos, es imposible que haya otro final.
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Introducción
El Crimen
La Esperanza
La Traición
María
del Mar Blanco Garrido
Jaime
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Gotzone
Mora
Mikel
Buesa
Santi
Abascal
Federico Jiménez Losantos |