Hezbolá

El bloqueo en torno a la sede del Gobierno libanés que mantenían miles de manifestantes pro sirios, convocados por los terroristas de Hezbolá, que exigían la dimisión del Ejecutivo del primer ministro, Fuad Siniora, ha sido levantado este viernes por la noche. Según informaron fuentes gubernamentales a la agencia Efe, los manifestantes han dejado el paso libre al Palacio Gubernamental, donde se encontraban atrapados Siniora y su Gobierno, tras intensas negociaciones entre ambas partes, con la mediación de la embajada saudí en el Líbano donde se encontraban atrapados Siniora y el resto de miembros de su Gobierno, señalaron las mismas fuentes. Las fuerzas antisirias, mayoritarias, que lidera Saad Hariri creen que Damasco "está fomentando un golpe de Estado".

Unas 800.000 personas según la policía se han congregado este viernes en el centro de Beirut en previsión a la manifestación y la "sentada simbólica ininterrumpida" convocadas por la oposición pro siria para derrocar al Gobierno de Fuad Siniora. Procedentes de todas las regiones libanesas, los manifestantes convocados por los terroristas de Hezbolá se congregaron en el centro de la capital coreando: primer ministro, Fuad "Siniora vete, escucha al pueblo" y "Estados Unidos fuera". Los manifestantes bloquearon todos los accesos al Palacio de Gobierno, donde se encuentran reunidos Fuad Siniora, y varios de los miembros de su gabinete. Las fuerzas antisirias que lidera Saad Hariri creen que Damasco "está fomentando un golpe de Estado".

El ministro libanés de Medioambiente, Jacub Sarraf, próximo al presidente pro sirio, Emile Lahud, anunció su dimisión debido a la crisis política en el país, según aseguró él mismo en un comunicado de prensa. El dimitido, un cristiano grego-ortodoxo, se convierte así en el sexto alto cargo que abandona el Gobierno del primer ministro Fuad Siniora, tras la reciente dimisión de los cinco ministros que representan a los grupos chiíes Amal (Esperanza) y Hezbolá (Partido de Dios).

Cinco ministros libaneses del grupo terrorista Hezbolá y sus aliados del partido chií Amal han anunciado su dimisión en bloque del Gobierno libanés de Fuad Siniora debido al fracaso de las conversaciones entre todos los partidos del país para formar un Gobierno de unidad y a las condiciones impuestas por los demás partidos para la configuración de este gabinete. De esta forma, ambos grupos retiran así un importante apoyo político a un Gobierno prooccidental que tendrá serias dificultades para continuar en el poder. El primer ministro libanés, Fuad Siniora ha declarado que se ha enterado de la dimisión por la prensa local y que no le ha sido comunicada oficialmente. En todo caso ha matizado que "no la aceptará".

Documentos elaborados por los servicios de inteligencia israelíes pronostican que durante el verano de 2007 su país podría ser blanco de un ataque por parte del grupo terrorista libanés Hezbolá o del régimen de Siria. La situación, según informa el periódico Haaretz, ha obligado al Ejército a apurar una reorganización de sus filas y a suspender la prevista reducción del servicio militar obligatorio. El anterior ministro de Defensa, Shaul Mofaz, había decidido recortarlo entre cuatro y ocho meses.

Los copatrocinadores de la Alianza de Civilizaciones han emitido un comunicado conjunto sobre el conflicto que se vive en Oriente Medio. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, suscribieron este sábado un manifiesto en el que condenan "todas las formas de terrorismo". Para los dos mandatarios, la solución está en el "diálogo y la negociación". Siendo más cuidadoso en sus palabras de lo que fue durante su polémica intervención en el Festival Internacional de las Juventudes Socialistas, Zapatero, junto con Erdogan, mantiene que "es posible" que deba revisarse "el enfoque seguido hasta ahora en la búsqueda de la paz". No es la primera vez que ambos van de la mano en una cuestión de importancia internacional. Ya lo hicieron durante la crisis de las viñetas.

En una larga entrevista concedida al canal de televisión Al-Manar, el líder del grupo terrorista chií Hezbolá, el jeque Hassan Nasralá, reveló que a pesar de los intentos de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) para impedir la transferencia de armas a su organización ha "recuperado todo su potencial" al contar con unos 33.000 cohetes, once mil más de los que tenía el pasado veintidós de septiembre. "La resistencia en Líbano es fuerte, sólida, capaz y preparada, y serán incapaces de minarla a pesar de los retos a los que se enfrente", aseguró. Nasralá también anunció que hay "negociaciones serias" con las autoridades israelíes sobre un canje de prisioneros.

El responsable de la UE para la Política Exterior y Seguridad, Javier Solana, y el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, pidieron a Israel el cese de las operaciones que suponen la violación de la resolución 1.701 de la ONU, en alusión a la invasión del espacio aéreo libanés por aviones israelíes. Ambos destacaron que la resolución 1.701, que puso fin al conflicto entre Israel y los terroristas de Hezbolá, "se está cumpliendo bien" y "obliga a todo el mundo": Líbano, Hezbolá, Israel y los países que integran la operación FINUL (Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano). Mientras Hezbolá mantiene el control sobre gran parte del país, y a los dos soldados israelíes secuestrados.

El grupo terrorista libanés Hezbolá dispone de unos 13.000 cohetes Katyusha, de los cuales 1.800 habrían sido disparados contra Israel durante la guerra no declarada del pasado verano, según documentos oficiales de la inteligencia militar española. Los análisis consultados señalan que el "Partido de Dios" podría tener almacenados en diferentes bunkers situados en el Valle de la Beká (sur de Líbano) unos 200 misiles Zelzal, con capacidad para alcanzar entre 150 y 400 kilómetros de distancia, lo que supondría tener en su radio de alcance la totalidad del territorio israelí.