Mauritania

Los jefes del Ejército de Mauritania han dado un golpe de Estado contra el presidente Sidi Mohamed Uld Cheij Abdallahi, que permanece retenido y en un lugar desconocido. También ha sido arrestado el primer ministro Yahya Ould Ahmed Waghf y trasladado a un cuartel. En un comunicado emitido por la televisión, los golpistas anunciaron la creación de "un Consejo de Estado" presidido por el jefe de Estado Mayor del Ejército, el general Mohamed El Ghazuani.

La embajada de Israel en la ciudad de Nuakchot, Mauritania, ha sido blanco de un ataque que ha dejado cinco heridos. La madrugada de este viernes, seis hombres encapuchados y fuertemente armados se bajaron de un automóvil y comenzaron a disparar contra la sede diplomática al grito de "¡Alá es grande!". El personal de seguridad respondió a la agresión. Una delegación oficial viajará al país africano para revisar los procedimientos de seguridad en su delegación diplomática.

José Luis Rodríguez Zapatero confia en que este lunes se pueda resolver la situación de los dos marineros retenidos en Mauritania a la espera de que se aclare la supuesta colisión del pesquero en el que navegaban contra un cayuco. Zapatero destacó el trabajo diplomático de España para ello, y el hecho de que el presidente de Mauritania, Sidi Aballahi, conociera la noticia después de que mantuviera una reunión con él. Los españoles son naturales de Marín (Pontevedra) y según sus familiares "no estuvieron detenidos, ni en prisión".

Las autoridades españolas vuelven a encontrarse en la situación de tener que discutir con varios países subsaharianos el desembarco de los alrededor de 87 inmigrantes que están siendo atendidos en alta mar en estos momentos por una embarcación española. Recientemente se tuvo que negociar por la responsabilidad de otros 300. Según han informado fuentes de la Dirección General de Comunicación Exterior, el Ejecutivo se ha puesto en contacto con Mauritania para solicitar el desembarco de los sin papeles, pero las autoridades del país africano han rechazado esta posibilidad sin mayores argumentos. Dos de los inmigrantes han fallecido, mientras 25 de ellos se encuentran "en diferentes estados que han requerido asistencia sanitaria".

El Gobierno concederá en 2007 más permisos de residencia a extranjeros ilegales que en la última regularización masiva de 2005. Según una estimación que este sábado publica La Razón, unas 600.000 personas se beneficiarán de la regularización "por arraigo", prevista en el llamado Decreto Caldera, y de la integración en la UE de Rumanía y Bulgaria. Mientras tanto, la situación del barco con 373 indocumentados interceptado en aguas próximas a Mauritania se complica por momentos. El Gobierno de Nuackchott sigue reticente a aceptar su desembarco, a pesar de que España ha puesto sobre la mesa un pago de más de 600.000 euros. Cruz Roja ha denunciado las condiciones inhumanas de los expedicionarios y las graves enfermedades de algunos de ellos.

El presidente del PP ha preguntado a Rodríguez Zapatero si está "satisfecho" por la crisis del Marine I. Lo ocurrido desde el pasado día 13 es "inenarrable", ha dicho Mariano Rajoy, pero ante todo le ha recriminado la situación que tuvieron que vivir los policías españoles en Mauritania. Zapatero, que no había comparecido todavía a pesar de las denuncias de la CEP y de los propios agentes, ha reconocido que permanecieron en unas condiciones "inaceptables", aunque ha evitado disculparse.

Después de las denuncias vertidas por el sindicato policial CEP y el PP sobre la situación de los agentes destinados a Mauritania, y aunque la vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, dijo que las condiciones en las que "a veces" tiene que trabajar son "difíciles", ahora, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha prometido en el Senado "recompensas" para los policías que trabajaron en la repatriación de los inmigrantes del barco Marine I por las "condiciones especialmente difíciles e incluso penosas" que sufrieron durante su labor. En los bancos de invitados de la Cámara Alta había representantes de sindicatos policiales.

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, dio por hecho este martes que España no acogerá a los 299 inmigrantes de origen asiático que permanecen en el puerto mauritano de Nuadibú porque "no tendría sentido que lo hiciéramos así y no lo vamos a hacer". Dijo que sus países de origen "tendrán que hacer un esfuerzo por acogerlos" y el Gobierno español buscará una solución diplomática. Mientras, el director General de la Policía y la Guardia Civil achaca el calvario de los agentes a la "carencia de infraestructuras" de este país y a duración de las negociaciones diplomáticas.

Las explicaciones sobre la calamitosa situación en la que se encontraron los policías españoles enviados a Mauritania se producen con casi una semana de retraso. Si De la Vega dijo, el pasado viernes, que las condiciones en las que "a veces" tiene que trabajar la Policía son "difíciles", ahora el director General de la Policía y la Guardia Civil ha achacado el calvario que atravesaron los agentes a la "carencia de infraestructuras" de este país y a la larga duración de las negociaciones diplomáticas. Según ha podido saber Libertad Digital, Joan Mesquida ha pedido "perdón" a los policías españoles y les ha prometido compensaciones económicas.