Fue Domingo de Soto, 60 años antes de Beeckman.
Pues parece que no fue el sabio calvinista holandés Isaac Beeckman el que se adelantó a Galileo en el estudio de la caída libre de los cuerpos sino el muy católico clérigo español Domingo de Soto, otro de los destacados pensadores en teología y economía de la Escuela de Salamanca (escuela especialmente bien valorada entre los economistas liberales, como recordó en su momento Murray Rothbard) :
"Domingo de Soto fue el primero en establecer que un cuerpo en caída libre sufre una aceleración constante, siendo éste un descubrimiento clave en física, y base esencial para el posterior estudio de la gravedad por Galileo y Newton."
http://es.wikipedia.org/wiki/Domingo_de_Soto
"In the 20th century, Pierre Duhem credited him with important achievements in dynamics and also viewed him as a forerunner of modern mechanics."
Dicen los profesores Juan José Pérez Camacho (C.S.I.C.) e Ignacio Sols Lucía (Universidad Complutense):
"Ante el resultado de nuestro análisis de las aportaciones de Domingo de Soto a la física, proponemos esta consideración: es en la década que abraza las obras de Copérnico (1543), Soto (1551) y Benedetti (1554) donde debemos situar la línea divisoria entre la ciencia del Renacimiento y la ciencia moderna. Tras una lenta maduración, al fin sus ideas contaron con un magnífico aliado en Galileo Galilei."
http://www.ucm.es/BUCM/revistas/fsl/00348244/artic....
Sr. Kolander...por respeto a los cristianos, ya sean protestantes o católicos, o coptos, o hortodoxos rusos voy a pasar de discutir con usted de estas cosas ya que veo se lo toma con mucho cachondeo y como si de Messi o de Cristiano estuvieramos rivalizando. Si usted quiere ser un atleta del protestantismo y ganarse muchas medallas interpretando la Biblia según Lutero pues muy bien, nadie se lo impide y menos yo. Pero bajar el debate a tonterias y niñerias de las que usted hace gala, pues va a ser que no. Así que Sr. Kolander, le dejo con sus meditaciones luteranas a ver si logra otro premio Nobel para el protestantismo. Los catetos católicos españoles seguiremos mirando como se cuecen los garbanzos y filosofando de nuestras desgracias o de nuestras glorias.
Amén y que Dios le bendiga.
Siglo XI (no el XVI), ahí comienza todo con la recuperación del espíritu científico ateniense.
Como comenté en entregas anteriores de esta serie de César Vidal, creo que hay que introducir otra perspectiva más clarificadora que la tradicional de la "Reforma": es la tesis de Harold J. Berman, en "Law and Revolution", de la "Revolución papal" de los siglo XI al XIII
"que eligió utilizar la razón humana en las dos figuras de la ciencia griega y el Derecho romano".
y que trata extensamente Philippe Nemo en su "¿Qué es Occidente?" (Edt. "gota a gota", de FAES):
http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado...
Como no puedo enlazar aquí el libro de Berman ni el de Nemo, la modesta pero oportuna Wiki --que sí puedo enlazar-- nos puede dar una idea de este resugir del espíritu científico consecuente con las nuevas ideas que brotan a partir del siglo XI en el Occidente cristiano . Los nombres propios de este resurgir, iniciadores del método científico moderno basado en el empirismo aristotélico, es decir, en la observación de la Naturaleza y la realización de experimentos que confirmen -- o no- las hipótesis formuladas [*] son (siglos XII al XIV):
Robert Grosseteste, San Alberto Magno, Roger Bacon, Duns Scoto, Guillermo de Ockham, Jean Buridan y Nicolás Oresme
http://es.wikipedia.org/wiki/Ciencia_medieval
El marco de este renacimiento, aunque asunto muy conocido, lo podemos refrescar aquí:
http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_del_s...
NOTA. La batalla de Galileo fue la de conquistar el derecho de los científicos, los que hacían Ciencia, a trabajar de forma independiente respecto de la Religión, sin la intromisión de teólogos y eclesiásticos para dar el "nihil obstat" a los trabajos. La posición entonces de la Iglesia era la de condenar el heliocentrismo de Copérnico en "De revolutionibus" y a sus seguidores. El cardenal Bellarmino, que dudaba del asunto, recomendó a Galileo que, a falta de pruebas concluyentes (que entonces no las había), enseñase las teorías copernicanas como "hipótesis" (que, de acuerdo con lo que llamamos "método científico" es lo correcto). Pero Galileo no se avino, por lo que fue condenado a arresto domiciliario de por vida (lo que no le impidió seguir trabajando) [ver "Carta a Cristina de Lorena", CT 2515, Alianza Editorial]
Hombre, no puede decirse que la ciencia española haya sido de las más fecundas, al menos en los últimos 200 años.
Ha habido gente verdaderamente importante, como Cajal, Jiménez Díaz, Marañón u Ochoa, en el campo de la medicina, Torres Quevedo, Peral, Monturiol, Torroja o La Cierva, en el de la ingeniería, y alguno más. Esto es poco si lo comparamos con los que pueden presentar los Estados Unidos, Alemania (con bastante población protestante), Austria, Francia o Italia (estos tres últimos mayoritariaente católicos). Esto es cierto pero ¿el hecho de que se haya producido poca ciencia se debe a que España es un país católico o a que hayamos tenido la desgracia de haber tenido unos reyes tales como Carlos IV y su queridísimo hijo Fernando VII, cuya mala influencia perdura en la actualidad?
Digo esto porque en la época de Carlos III, nuestra ciencia no estaba muy alejada de la que se hacía en el resto de los países europeos y, precisamente en aquella época, muchos ciudadanos europeos, católicos pero procedentes de la cuna del protestantismo, abandonaron sus países y se establecieron en las colonias de Sierra Morena, lo que quiere decir que, como poco, soñaron con que en nuestro país tendrían una vida más próspera. Por aquellos años, también atraídos por las ventajas que les ofreció Catalina la Grande, ciudadanos de lo que hoy es Alemania abandonaron su tierra y se fueron a vivir junto al Volga, en la ortodoxa Rusia.
Creo, por tanto, que más que por la religión, la ciencia y otros aspectos de los países, están influidos por la calidad de los gobernantes, que determinan el hecho de que un país sea más o menos próspero, justo y feliz.
Saludos.
Caso Galileo.
Vamos a ver: es tema recurrente de la mediocridad intelectual (mentes de segunda fila que diría el mecionado G.H Hardy) recurrir al caso Galileo como paradigma de la aversión católica a la ciencia y a su oscurantismo religioso.
En primer lugar, decir que el Vaticano cuenta con uno de los observatorios astronómicos más antiguos del mundo. Su origen se remonta a la segunda mitad del siglo XVI, cuando en 1578, el papa Gregorio XIII hizo erigir en el Vaticano la Torre de los Vientos y encargó a los jesuitas astrónomos y matemáticos del Colegio Romano que preparasen la reforma del calendario promulgada después en 1582. O sea, que esa "antinomia" ciencia-catolicismo, se la podrá comer el señor Vidal con patatas, "Bratwurst" y zumo de albóndigas si su estómago se lo permite; pero el resto de españoles tenemos una dieta más equilibrada, mediterranea vamos.
En segundo lugar, el "caso" Galileo no fue un asunto de orden científico y menos aún de aversión a la ciencia; a Galileo se le permitió la publicación de sus "Diálogos", sólo le exigió, como por otra parte hacemos hoy sin que nadie nos llame inquisitoriales a los científicos, que aportara pruebas antes de publicar nada. No pudo, porque no las tenía. Más aún, ningún científico de la época hasta algunos siglos después la tuvo.
En tercer lugar, la comisión encargada del asunto, capitaneada por el cardenal Roberto Belarmino, sólo le pidió una cosa de lo más sensata en el proceder científico cuando no se tienen pruebas: que escribiera en el prólogo que su afirmación era una conjetura. Más aún, hay documentos escritos en los que se constata que ni el cardenal Belarmino ni el propio Papa cuestionaban que su descripción fuera positiva si con ella los cálculos de posición planetaria resultaban más eficaces. Hoy día, 2011, seguimos, por ejemplo, sin conocer la forma de nuestro Universo, de ahí las continuas pruebas que se siguen realizando sobre la posible falsación de la Relatividad (método popperiano)
Y, por último, Galileo hizo lo que ningún científico hace: mezclar ciencia y "Libro". Ni siquiera el gran Newton se atrevió a cuestionar el Libro, Galileo se emborrachó de soberbia y fue más allá de lo que la ciencia le permitía y, sobre todo, abrir un debate teológico que no venía a cuento.
Habrá más.
Estoy siguiendo esta serie con enorme interés porque es lo más documentado, original y profundo que he visto nunca expuesto sobre las razones de la diferencia entre unas naciones - como la nuestra - y otras. Moa - al que nadie ha dado vela en este entierro - está quedando como Rufete en Lorca por su falta de integridad intelectual (no responde nada y se limita a hacer una caricatura falsa de lo que escribe don César) y su ignorancia supina. Qué verdad es que fuera de la segunda república no sabe de lo que habla. En cuanto a los inquisidores que quisieran acabar con don César... ellos mismos se descalifican y dejan de manifiesto la raiz de nuestros males.
Sr. Vidal, Sr. Vidal ¿otra vez mezclando churras con merinas? ¿No se da cuenta de que un intelectual católico tan poco riguroso como usted podría haber escrito:
"La supremacía CATÓLICA resulta tan aplastante que podríamos citar docenas de ejemplos de cómo sus científicos se convirtieron en precursores y paradigmas del avance científico. Me limitaré por obvias razones de espacio a algunos de los más importantes. COPÉRNICO, GALILEO, TORRICELLI, VOLTA, AMPÈRE, COULOMB, GALVANI..."
"¿Hubo científicos PROTESTANTES en esa misma época en que la Europa de la CONTRARReforma conocía una revolución científica sin precedentes en la Historia de la Humanidad? Desproporcionadamente pocos cuando se comparan con el número de los CATÓLICOS y, sobre todo, sometidos a una trayectoria reveladora. Miguel Servet –que basó buena parte de sus avances en las enseñanzas que recibió de sus maestros católicos españoles– fue juzgado y condenado por la iglesia CALVINISTA. Se convirtió en un claro aviso para navegantes. "
Una vez más, el retraso de España en materia científico es cierto. Su relación con la fe católica, remota, o más bien falsa.
Y por cierto, Kolander, me podrás acusar de algunas o de muchas cosas, pero no de despreciar los idiomas extranjeros, en mi caso hablo bastante mejor que Vidal tres idiomas europeos y entiendo otros tres más, lo que me hace poco sospechoso de menospreciar su utilidad... lo que hay que tener es una escala de valores lógica. Como Hegemón.
Kolander, por si no lo sabes, Hegemón es un asiduo participante en algunos blogs de LD. Yo le tengo entre los más preparados y cultos, y..., la verdad, no me atrevería a discutir con él si no estoy MUY seguro de lo que voy a escribir.
Evidentemente un señor como él no está en contra del inglés ni del sanscrito en las escuelas, pero sí del culto al inglés o al sanscrito antes que a las materias más importantes. Tiene razón. Una vez que se dominan lo suficiente las materias escolares más importantes, se puede utilizar el inglés para leer libros o revistas extranjeros, de acuerdo, para asistir a congresos, para lo que quieras, pero aprender inglés y no saber nada de otras materias..., que es lo que está pasando demasiado frecuentemente, hace que al final el inglés sólo sirva para entender las canciones de Bob Dylan, y eso puede ser tóxico para almas como las de Vidal y tuya, Dylan es católico.
Gorucho, así es!. Antes, en las escuelas, estudiábamos que habíamos tenido gobernantes buenos, malos y muy malos.
Ahora Vidal nos dice que los malos hemos sido nosotros mismos...
El sentimiento de culpabilidad católico es una broma comparado con el del protestantismo, eso lo sabemos bién los que vivimos entre protestantes, gente estricta, y por lo mismo muy dada a ver las culpas de los demás y poco las suyas, gracias a esa maravilla que tienen de poder interpretar la religión cada uno en su propio interior y a su medida...