Movimiento okupa

La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, ha salido este martes en defensa del Gobierno catalán, que sigue sin desalojar a los okupas de la antigua fábrica de Can Ricart en Barcelona. Entiende que estas personas representan “un estilo de vida” diferente y hay que regular su situación. Ha querido dejar claro también que este colectivo “no está relacionado con el acceso a una vivienda digna”, sino que es una forma de vida “alternativa” muy común en ciudades de la Unión Europea como Berlín, Londres o Ámsterdam. En La Mañana de la COPE, Daniel Sirera ha asegurado que el nuevo Consejero de Interior, Joan Saura, no está en disposición de garantizar la seguridad y ha lamentado que Cataluña se haya convertido así en "el parque temático de la inseguridad".

Los dos últimos gobiernos de la Generalidad han convertido a Cataluña en "el paraíso de los antisistema". Así lo cree el portavoz del PPC en el Parlamento ante la ocupación de una fábrica en Barcelona que ya dura una semana. Según Sirera, los okupas "saben que pueden hacer lo que les de la gana". También ha denunciado que el tripartito responde al aumento de la inseguridad sustituyendo la Policía Nacional y la Guardia Civil por un insuficiente número de agentes autonómicos. La Generalidad, ha dicho, se plantea incluso "excarcelar a la tercera parte de los presos" para solucionar la masificación en las cárceles.

El PP exige al consejero de Interior, Joan Saura, que ponga fin a la ocupación ilegal de una propiedad privada en Barcelona por cincuenta radicales. Los ocupas se han hecho fuerte en una antigua fábrica del barrio de Pueblo Nuevo. Se hacen llamar La Makabra y se proclaman "artistas alternativos". Los Mossos d'Esquadra vieron este sábado cómo se manifestaban en la calle y entraban en la fábrica, sin impedírselo. Allí siguen, incluso han conseguido que medie por ellos el relator de la ONU Miloon Kothari y que les sirvan bocadillos y agua a domicilio. El cantante Manu Chao les apoya. Los únicos que parecen espantados por la pasividad de la Generalidad y el Ayuntamiento ante este precedente son CiU y PP. Según Avui, hay 300 edificios ocupados en Barcelona, que se ha convertido en un paraíso para los salteadores de la propiedad privada. 

El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ha criticado la posibilidad de que el Consistorio esté negociando con los ocupas que se alojaron en el interior de la fábrica de Can Ricart. Entienden que "si lo hacen se estaría insultando a aquellos ciudadanos que pagan sus impuestos". El alcalde, Jordi Ereu, ha matizado que si alguien que “ocupa” es “buen vecino”, le merece “todo el respeto”. El malestar vecinal se ha acentuado después de que la Policía autonómica levantara el cordón alrededor del edificio ocupado por un centenar de radicales que se hacen llamar La Makabra y de que se hayan acomodado con mantas, comida y agua servida a domicilio por Cruz Roja. A pesar de la denuncia del propietario, el juez de guardia le ha pedido que demuestre que el edifico es suyo.

Jóvenes antisistema y del movimiento "okupa" han protagonizado una veintena de episodios violentos y disturbios en los dos últimos años en la ciudad de Barcelona, donde la Policía autonómica calcula que viven unos doscientos radicales que se movilizan cada vez que hay una protesta ciudadana. Siguen la estrategia de los terroristas callejeros que imponen el terror en las calles del País Vasco. Organizados, encapuchados y armados con artefactos incendiarios, tienen tomado el centro de la Ciudad Condal.

La consejera de Interior de la Generalidad, Montserrat Tura, aseguró este sábado que los Mossos d'Esquadra acumulan pruebas contra los activistas de movimientos sociales que se manifiestan con violencia en Barcelona para imputarles cuando llegue el momento en el que pasen a disposición judicial. Tura hizo estas declaraciones en relación a la suspensión de la Cumbre europea de la Vivienda por temor a los actos de estos grupos. La consejera también aseguró que el anfitrión de esta cumbre "era el Estado".

El movimiento anti-sistema sigue haciéndose fuerte en Barcelona. Un grupo de okupas se ha atrincherado desde este sábado en la antigua fábrica de Can Ricart, en el barrio de Pueblo Nuevo. Los Mossos d'Esquadra han rodeado el edificio, al que impiden hacer llegar alimentos, mantas y agua. Los radicales han vuelto a convertirlo en una batalla de agitación y propaganda contra la propiedad privada. Ya hay manifestaciones convocadas de apoyo a los allanadores. Ningún edificio vacío de la ciudad está a salvo de esta moda, favorecida por el discurso multiculturalista y tolerante con la delincuencia ideológica fomentado desde el Ayuntamiento y la Generalidad. Los ocupantes han conseguido la mediación de un relator de la ONU en materia de Vivienda.

El movimiento anti-sistema sigue haciéndose fuerte en Barcelona. Un grupo de okupas se ha atrincherado desde este sábado en la antigua fábrica de Can Ricart, en el barrio de Pueblo Nuevo. Los Mossos d'Esquadra han rodeado el edificio, al que impiden hacer llegar alimentos, mantas y agua. Los radicales han vuelto a convertirlo en una batalla de agitación y propaganda contra la propiedad privada. Ya hay manifestaciones convocadas de apoyo a los allanadores. Ningún edificio vacío de la ciudad está a salvo de esta moda, favorecida por el discurso multiculturalista y tolerante con la delincuencia ideológica fomentado desde el Ayuntamiento y la Generalidad.

La Audiencia de Barcelona ha condenado a 11 años de prisión por homicidio al skin Aitor D.C., después de que un tribunal popular le declarase culpable de apuñalar mortalmente a un okupa el 15 de agosto de 2004 durante las fiestas del barrio barcelonés de Gracia. El tribunal declaró probado que el agresor clavó el cuchillo en el cuello de Roger A.G., aunque el jurado rechazó la agravante de alevosía al entender que el ataque no se produjo de forma "inesperada", sino como "resultado de una reyerta entre dos grupos claramente diferenciados", lo que permitía prever una acción violenta por parte de cualquiera de los dos colectivos.