Blanco: Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.
El diablo también es creyente,¿y qué?
Pepiño es creyente del 11-M.
Como Pepe Bono, el del bizcocho.
No todo el que dice Señor Señor entrará en el reino de los cielos.
Pero... ¡¡¡¿¿¿Se puede ser más SINVERGÜENZA que este tipo???!!!
Si Pepin, eres muy piadoso, tan piadoso que seguro que también rezas los Misterios Gozosos. Amigo-es un decir-, tienes un rosario de cuentas pendientes y por explicar, dimite por presunto corruto y no te escondas tras el velo de ser un feligrés aforado. Rezar es lo que te queda.
Si, por eso hay una foto tuya por ahí en el que estas sobado pasando de todo en una misa oficial en la catedral de Santiago de compostela, para colmo tu tierra.
Tu eres tan creyente como muchos del PP, cero pelotero, y de respeto a los verdaderos católicos-entre lso que no me encuentro- nada de nada.
PP partido abortista.
Ay, que risa... lo del examen de conciencia y encontrarse él mismo intachable y sin mancha, cual un Bono cualquiera, es como una novela de ciencia-ficción. O de terror.
No hay que darle más vueltas: o ésta gente es imbécil, o no tiene vergüenza. A pesar de presumir de conciencia y religiosidad son profundamente amorales. Y muy estúpidos si piensan que engañan a alguien... a lo peor a sí mismos, sí se engañan.
El arrepentimiento es una característica de quienes teniendo unos principios morales obran en su contra, y por ello sienten emociones encontradas que les llevan a entrar en conflicto consigo mismo...
Por todos es sabido que los socialistas carecen de principios morales, lo que imposibilita que obren en contra de lo inexistente. Esto permite que, hagan lo que hagan, no sientan presión alguna que se contraponga a sus actos.
De conciencia inexistente y sentimientos únicamente reservados para las correrías nocturnas en picardías, el dirigente socialista medio siempre obra adecuadamente... Es mas, cualquier decisión que tome es la correcta, puesto que a la falta de conciencia, se le une una ausencia total de humildad (aplastada bajo el terrible peso de la soberbia).
Por lo tanto, un socialista siempre obra con acierto, no se equivoca nunca y jamás se arrepiente de nada...
En el particular caso del Gran Blanco, y dada su talla "inteletual", esto va sellado ante notario y sancionado por Juancar, en la gasolinera de rigor...
Igual que Bono, otro con una mano en el rosario y la otra cogiendo un maletín...