Líbano

El ministro de Defensa ha admitido, en declaraciones a RNE, que la fuerza que la ONU prevé desplegar en el Líbano, y en la que España está "dispuesta" a "participar", tendrá una "misión muy complicada". José Antonio Alonso ha adelantado que las personas desplazadas acenderán a 15.000. El diputado del PP Gustavo de Arístegui admitía este lunes que es necesaria esa fuerza de interposición, pero que su partido no está dispuesto a "que los soldados vayan a una zona de tanto riesgo sin tener la posibilidad de defenderse". El ministro socialista indicaba que España seguirá realizando una "labor diplomática", a pesar de las actuaciones que ha mantenido el Gobierno de Zapatero desde que se reavivó la crisis en Oriente Medio.

El presidente del PP afirmó que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tiene el apoyo de su partido para el envío de tropas al Líbano. Ésa, destacó, ha sido la posición de su formación desde "hace tiempo". Sin embargo, criticó que justo ahora cuando, en la historia reciente, España tiene el mayor número de soldados desplegados en el extranjero, el presidente no acuda al Congreso de los Diputados a debatir. Recordó que Zapatero se declaró contrario al desplazamiento de efectivos al exterior y prometió llevar ante la cámara todos esos temas para asumir personalmente el coste político. El dato creciente de militares en otros países, subrayó Rajoy, es una prueba de "toda la demagogia que se hizo en su día".

El Ejército del Líbano ha comenzado a desplegarse en el sur del país conforme a la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU que desde hace dos días establece el cese de hostilidades entre Israel y Hezbolá. Decenas de vehículos militares han cruzado el río Litani, zona dominada por los terroristas chiíes. Según el acuerdo del Gobierno de Beirut, serán unos quince mil los efectivos movilizados. En el otro lado de la frontera, el Ejército israelí ha informado de que en su retiro, las tropas buscan unos dos mil cohetes disparados por Hezbolá que amenazan las localidades fronterizas.

El ministro de Defensa, José Antonio Alonso se ha reunido este miércoles con los máximos responsables militares y ministeriales para abordar la situación actual en Líbano y analizar los riesgos y la complejidad de la misión que afrontará el batallón que España enviará para integrarlo en la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL).. Los altos cargos ministeriales y la cúpula militar coincidieron al evaluar como "considerables" el nivel de riesgo y la complejidad de la operación, que implicará reforzar en 15.000 efectivos los 2.000 cascos azules que actualmente operan en la zona en el marco de la FINUL. Además, Alonso deberá comparecer ante el Parlamento para explicar la misión de las tropas españolas en el Líbano.

El Gobierno libanés ha anunciado que a partir de este jueves comenzará el despliegue de 15.000 soldados al sur del río Litani, tal y como exige la resolución 1.701 del Consejo de Seguridad de la ONU, informó Tele Líbano. Según la cadena, el despliegue fue decidido en la reunión de emergencia del Consejo de Ministros en Beirut. La misión de los soldados es impedir la presencia de grupos armados en la zona, como los terroristas de Hezbolá. Por su parte, las autoridades israelíes han anunciado que crearán una Comisión para investigar la actuación de su país durante el conflicto.

El subdirector general del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel y encargado de Asuntos Europeos, Ran Curiel, dijo sentirse "muy decepcionado y preocupado por la parcialidad de la posición del Gobierno español" en el conflicto del Líbano. En declaraciones a la agencia EFE, el funcionario subrayó que las afirmaciones hechas sobre las operaciones militares contra Hezbolá "no son comparables" con las vertidas por otros dignatarios europeos. Con todo, destacó que las autoridades de Tel-Aviv consideran "a largo plazo" a nuestro país, un "amigo" con el que hay que estrechar relaciones.

La Policía del Líbano ha informado de que al menos 42 cadáveres han sido encontrados en las poblaciones libanesas al sur del río Litani donde han podido llegar los servicios de rescate. Las operaciones de búsqueda no han comenzado todavía en las aldeas fronterizas que no han sido evacuadas por el Ejército de Israel y que han sufrido intensos bombardeos. El último balance oficial establecido antes del final de los combates el pasado lunes por la mañana hablaba de 1.200 muertos civiles, cifra que no incluía las personas sepultadas bajo los escombros o cuyos cadáveres se encontraban en zonas de las que nadie tenía noticia.

Sajed Dawayer, considerado el jefe de las fuerzas especiales de la organización terrorista libanesa Hezbolá, ha muerto durante una operación militar israelí lanzada horas antes de que entrara en vigor el alto el fuego auspiciado por Naciones Unidas. Según fuentes militares, la víctima es considerado también el "número dos" del grupo y responsable de las unidades que estuvieron desplegadas en el sur del Líbano.

El presidente de Siria, Bachar al-Asad, afirmó que el grupo terrorista Hezbolá salió victoriosa de la guerra no declarada con Israel. El triunfo, dijo, es una "fuente de orgullo" para los "movimientos de resistencia" en Oriente Medio. En un discurso pronunciado en la Unión de Periodistas sirios, Al-Asad critico duramente a los gobiernos árabes y a la ONU por su actuación en la crisis. El mandatario también calificó al Estado israelí de "enemigo" y afirmó que desde su creación "cada nueva generación (árabe) lo odia más que la anterior". En el aluvión de amenazas, el sirio afirmó que su país está determinado a recuperar el Golan incluso mediante la guerra.