El referendo

Un manifestante pidiendo la celebración del referendo
Una vez concluido el paro cívico nacional Chávez redobló sus medidas populistas: aumentó aún más el gasto público y estrechó el cerco a la circulación de capitales. Pero sus “planes sociales” provocaron una gran contestación, ya que el antichavismo vio en ellos una nueva vuelca de tuerca a la cubanización del país.
 
De hecho, varios de los acuerdos que el dictador Castro y Chávez mantienen vigentes hunden sus raíces en los susodichos “planes sociales”. El mandatario venezolano afirma que ya se ha podido enseñar a leer y escribir a un millón de personas, pero omite que para ello ha desembarcado un contingente de “maestros” cubanos que han dejado sin empleo a los instructores locales. El régimen comunista de La Habana también ha enviado numerosos médicos al país, para que se desempeñen en el “Plan Robinson”. A cambio, recibe barriles de petróleo venezolano a bajos precios.
 
Entre tanto, la oposición seguía trabajando para desalojar a Chávez de Miraflores. Así, en diciembre de 2003 entregó al Consejo Nacional Electoral (CNE) las firmas necesarias para convocar un referéndum revocatorio. Las firmas –recolectadas en sólo cuatro días– fueron recusadas por el oficialismo, que dijo tener “pruebas” que atestiguaban la comisión de fraude. Como las “pruebas” no probaron nada, el proceso siguió adelante.
 
Para que se realizara el referendo revocatorio, la oposición afirmó que se recogieron 2,4 millones de firmas en un proceso que duró cuatro días, después de anunciar que habían recogido más de 4 millones.  No obstante, el CNE aseguró que, tras la revisión de las firmas, comenzaba una impugnación de al menos 1,3 millones de rúbricas. Para responder a la estrategia dilatoria, la oposición llamó entonces al “Reafirmazo”, un proceso similar de otros cuatro días de duración que, finalmente, pudo activar la realización del referendo. Los miembros del oficialismo aseguran que en el proceso sólo pudieron recogerse 1,9 millones de firmas, pero lo cierto es que si finalmente triunfa el movimiento por el “Sí” al revocatorio, Chávez sólo dejará la presidencia si la oposición acumula 3,7 millones de votos en su contra.
 
En el proceso no contarán muchos de los votos de los venezolanos en el extranjero, ya que tras la discusión de varias posibilidades, el CNE, en un golpe de efecto, acabó por exigir que quienes residiesen fuera de Venezuela tenían que ser ciudadanos legales del país donde se encontraran.
 

Pregunta del Referendo

 
Tras varios días de debates y de grandes presiones de ambos bandos, finalmente el Consejo Nacional Electoral aprobó, en la noche del 15 de junio, la redacción de la pregunta con la que los venezolanos mostrarían su apoyo o rechazo a la gestión de Chávez. La pregunta fue aprobada por los votos de 3 de los 5 directivos del organismo, ya que se abstuvieron los Sobella Mejía y Ezequiel Zamora, señalados como afines a la oposición.
 
No obstante, los opositores al actual presidente declararon públicamente que “acatarían con reservas” la imposición del CNE, que evadió, con largos giros lingüísticos, mencionar la palabra “revocar” o “revocatorio”. La pregunta que aparecerá en las boletas de votación es la siguiente:
 
¿Está usted de acuerdo en dejar sin efecto el mandato popular otorgado mediante elecciones democráticas legítimas al ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías como presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el actual período presidencial?
 

Los números del revocatorio

1.306 millones de dólares se han gastado en la compra de equipos (máquinas de votación, boletas electrónicas, lectoras de huellas digitales, etc.)
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