Censura como estrategia | Despido preventivo | Fin al starsystem | Arístegui, Premio Ondas 2006 | Legalidad disfrazada |
En México como en el resto de los países de América donde tiene presencia, PRISA impone su estilo y no es la excepción en el negocio de la radio. En su despedida, Carmen Aristegui argumentó una "incompatibilidad de modelos en términos de dirección editorial". La explicación esencial, decía al aire, es que "el modelo editorial que hemos practicado a lo largo de estos años en W-Radio es incompatible en todo caso con el modelo de dirección editorial que la propia empresa ha determinado y experimentado en otros lugares".
Aristegui se enteró de que su contrato no sería renovado cuando se encontraba de vacaciones por las fiestas de fin de año. Fuentes de PRISA referidas en varias columnas periodísticas afirman que Mérida y Daniel Moreno, director de contenidos de Radiopolis –cercano al cuñado de Calderón, Juan Ignacio Zavala, así como de Martha Sahún, esposa del ex presidente Vicente Fox–, rediseñaron la manera de informar. Era el fin del starsystem. A partir de ahora, todos los espacios noticiosos de la W-Radio deberán tener como eje principal de sus contenidos a una mesa de redacción y a la jefatura de información como directriz para los temas a abordar. El objetivo es homologar los contenidos y acabar con el modelo anterior en el que cada conductor o programa manejaba su propia agenda de temas. La libertad para Aristegui se extinguía.
PRISA suponía que los oyentes en México y en otros países de la América hispana aceptarían gustosos espacios con contenidos idénticos, aderezados sólo con algunos espacios locales. Era el inicio de la programación con pretensiones continentales y trasatlánticas. En un comunicado de prensa, las empresas Televisa y PRISA afirmaban que ese modelo funciona en diez países y que bajo su tutela, profesionales de la categoría de Darío Arizmendi y Julio Sánchez Cristo en Colombia, Iñaki Gabilondo y Carles rancio en España; Víctor Hugo Morales en Argentina y Maz Aub en EEUU, trabajan con absoluta libertad.
En el otro extremo, los colaboradores de Aristegui, Denise Dresser y Lorenzo Meyer –citados por la revista mexicana Proceso–, coincidieron en afirmar que en realidad se trata de un "contragolpe" y de un "ajuste de cuentas" en contra de la periodista y de un espacio informativo que en menos de dos años se colocó como un punto de referencia critico. Javier Corral, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI) y ex senador, dijo a la citada publicación: "PRISA manda una muy mala señal de endurecimiento informativo. Está cerrando espacios y eliminando una plataforma de expresión".