Historia
El heroísmo de Frederick Douglass
La esclavitud, esa ignominia, es un cachetazo brutal e inmisericorde a la dignidad del ser humano. Menos aún se entiende que desde los albores de la historia pensadores como Aristóteles justificaran este atropello escandaloso y monumental a la condición humana.
Ortega y el franquismo
La izquierda española, cuya reconocida nulidad intelectual (no tiene un solo pensador ni siquiera mediano) solo es comparable con su capacidad de intimidación, condenó a Ortega y Gasset a un despectivo silenciamiento, multiplicando los sarcasmos y pequeñas invectivas contra él (es la manera habitual de razonar en la izquierda, muy distinta de la discrepancia argumentada), por el pecado de haber vuelto a la España franquista y trabajado en ella durante sus últimos diez años.
1933: las derechas no pueden gobernar
Azaña era un tipo que no podía soportar que las derechas llegaran al poder. Por eso, en 1933, en cuanto se sabe que las elecciones las han ganado las derechas –y, por añadidura, de manera absolutamente clamorosa–, propone al presidente de la República, Alcalá-Zamora, que disuelva las Cámaras y se vuelva a repetir la votación, lo cual, como variedad de golpe estado, no está mal.
1947: el Imperio Británico estira la pata
El 1 de enero de 1947 el Gobierno británico nacionalizó el carbón, las minas... y a los mineros. Un mal comienzo para un país que en ese año no dio pie con bola. Lo de las minas fue un pecado que tardaría casi cuatro décadas y miles de huelgas en corregirse, pero era el signo de los tiempos. Sólo unos meses antes el Gobierno laborista de Clement Attlee, una auténtica calamidad de hombre que fijó con hormigón armado los cimientos de la decadencia británica, había nacionalizado el Banco de Inglaterra.
¿Y qué si hubiera ganado el Sur?
El Sur tuvo buenas razones para decidir su secesión; jurídicas, históricas, económicas, éticas... La ucronía es un ejercicio muy interesante en este caso, pues de haberse dividido Estados Unidos en dos, el curso de la historia habría cambiado.
Los orígenes censores de IBM
Hoy día, cualquiera que monte una página web ingeniosa y de cierto éxito es calificado de visionario. Pero cualquiera de los logros de estos genios de última hora palidece ante la historia de Herman Hollerith, que fundó una empresa de informática... en 1896. Tras innumerables dimes, diretes y fusiones, hoy esa empresa es conocida como El Gigante Azul, o IBM.
Ludwig von Mises
El 10 de marzo de 1938, quizás el 11 por la mañana, Ludwig von Mises abandonaba su querido hogar vienés. Ese mismo día 11, tropas alemanas al mando de Himmler entraron en la capital austriaca, y dos días después un pelotón de la Gestapo irrumpió en su domicilio. No le encontraron, pero confiscaron su biblioteca, que añoró el resto de su vida, y sus papeles.
La principal oposición al franquismo
La única oposición al franquismo que abarcó toda la vida del régimen, desde el principio al final, fue la del Partido Comunista. Solo en los últimos siete años de Franco salieron a la palestra la ETA y diversos grupos maoístas, muy activos pero muy pequeños. De los socialistas podría decirse lo del epigrama inglés: "La Cámara de los Lores durante la guerra / no hizo nada de particular / Y lo hizo realmente bien".
1989: Goodbye, Lenin!!
El 3 de febrero de 1989 Fidel Castro se quedó solo como el último de los grandes dictadores de Hispanoamérica. Ese día, un general paraguayo llamado Andrés Rodríguez Pedotti le dio, de madrugada y con mucha alevosía, un golpe de estado a Alfredo Stroessner, que también era general y llevaba mandando 35 años en solitario.