Meses llevaba el ámbito energético
español a la expectativa de cambios que modificaran la
geografía del sector y el primer movimiento ya se ha
producido: Gas Natural, el pez chico se ha lanzado sobre Endesa,
el gigante eléctrico. El duelo, en el que muchos ven
connotaciones políticas con la sombra del tripartito
catalán como trasfondo, tiene además un claro
padrino con vocación territorial, La Caixa, que cuenta
con el 41 por ciento de la gasista.
En grandes cifras, la oferta de compra asciende a 22.551
millones de euros (3,7 billones de las antiguas pesetas) por
la totalidad del capital de Endesa (la OPA está condicionada
a la aceptación del 75 por ciento del capital), a un
precio de 21,30 euros por acción. Según Merrill
Lynch, el precio de la acción de la eléctrica
debería ser de 23,3 euros.
De culminar la OPA, el grupo resultante se convertiría
en el tercero por capitalización en los mercados europeos,
tras E.On y, Enel, en una operación de concentración
en el ámbito de los servicios públicos que ya
ha encontrado voces críticas entre los que aseguran
que va contra la liberalización del sector, fortalece
los oligopolios y perjudica a los consumidores que, -vía
subida de tarifas-, cargarían con los costes financieros
de la operación.
Endesa ya ha anunciado que se defenderá "con
uñas y dientes" del asalto de Gas Natural, cuyas
cifras de negocio y beneficios distan mucho de las de la eléctrica.
La compañía que preside Manuel Pizarro señaló
que los términos económicos ofrecidos por Gas
Natural -21,3 euros por acción- en su oferta, planteada
de forma "hostil" y con su "absoluto desconocimiento",
son "manifiestamente insuficientes" y no corresponden
con el valor de la compañía. Por el contrario,
Gas Natural cree que la operación no afecta a la competencia
porque su posición en el mercado de electricidad no
es significativa -tiene una cuota del 3,5 por ciento-, al
igual que la de Endesa en gas, que tiene el 4 por ciento.
Endesa considera, asimismo, que la participación de
Iberdrola en la operación, principal competidor de
la eléctrica, presenta "serias dudas" desde
el punto de vista de la protección de los derechos
e intereses de los accionistas minoritarios, y es incompatible
con los precedentes nacionales y comunitarios en materia de
defensa de la competencia. Y es que dentro de la OPA de Gas
Natural se incluye un polémico acuerdo con Iberdrola
por el que la eléctrica que preside Iñigo de
Oriol se compromete a adquirir activos en generación,
tanto en España como en Europa y Latinoamérica,
y distribución de electricidad y gas por un valor estimado
de entre 7.000 y 9.000 millones de euros.
Caja Madrid, el primer accionista de Endesa con un nueve por
ciento de su capital, ha mostrado su total apoyo al Consejo
de Administración de la eléctrica, que anoche
rechazó la Oferta Pública de Adquisición
que pretende lanzar sobre ella Gas Natural.