Muy buenas. Tengo que decirle, Don Carmelo, que le noto un poco pesimista. Ellos (los malos) no lo son, como hemos comprobado en todos estos años y luchan hasta las últimas consecuencias. Si algo debemos aprender de elllos es su lucha y perseverancia.
No comparto el pesimismo que expresa su columna, aunque sobre todo estoy en desacuerdo con el último párrafo. A veces a mi también me invade un sentimiento derrotista y de aburrimiento, pienso que si así lo quieren y que si nos van a seguir dando el coñazo muchos años, pues a lo mejor es preferible darles lo que piden y quedarnos los que de verdad querramos caminar juntos. Pero acto seguido me acuerdo de tanta gente que piensa como nosotros y que se van a quedar atrapados en la cueva. Yo vivo en Galicia y aunque aquí la cosa es menos grave, me puedo hacer una idea de lo que pueden llegar a vivir esas personas. Aunque solo sea por ellas, hay que resistir.
Un saludo
Quizás el PNV, en caso de ganar por minoría, no pacte con BILDU, sino con PSOE. Observemos desde la clave vasca y nacionalista y no en clave española.
En el País Vasco se entabla ahora una lucha política por dominar el segmento de población nacionalista entre PNV y BILDU. El PNV no es exactamente independentista, en general, sino soberanista, que no es lo mismo sino parecido: consiste en una amplia autonomía, prácticamente en todo, salvo los vínculos mínimos con el Estado Español como defensa, moneda, horario, control de cambios, fronteras, extranjería, etc., a fin de no perder las ventajas en Europa de pertenecer a la UE. en cambio, BILDU es absolutamente independentista, como sabemos.
Ese frente nacional PNV-BILDU provocaría la solicitud de independencia bajo la fórmula que fuere y en plazo temporal que se negocie con el Gobierno Central. Sería, por tanto, el triunfo de las tesis de BILDU y su vitoria segura en las próximas elecciones en el ámbito vasco.
Por contra, el bloque PNV-PSOE provocaría la solicitud de una modificación en el Estatuto en el marco de las tesis soberanistas del PNV, que el PSOE aceptaría sabedor de que su negativa abocaría al PNV a solicitar la independencia, como solución para salvar la unidad del Estado Español (no digo nación española porque es obvio que a partir de ese momento el País Vasco sería Estado Español pero no nación española).
Parece claro que el voto PP, IU y UPD será irrelevante.
Pero hay otro pacto, extraño, pero posible en función de los resultados: BILDU-PSOE-IU, en clave de izquierdas. Obviamente, BILDU debería aceptar un planteamiento soberanista, no independentista y reconocer las víctimas de ETA de forma expresa condenándola por su nombre. Este pacto es más complicado pero no es desechable de antemano.
En cualqueir caso, es un paso más adelante en ese proceso iniciado hace años al que se refiere el artículo y que sería válido para otros 25- 30 años, como mucho.
No le entiendo muy bien. ¿Que se entregaría? ¿Álava también? ¿Y parte de Navarra, ya puestos? ¿O tal vez Navarra entera, ya puestos? ¿Y mientras tanto Benabarre, Lapùrdi y Zuberoa... incólumes? Francesitas y mas que francesitas.
Y luego el siguinete paso sería fomentar el estallido de España entera, a lo que se ve el gran enemigo, eso si, a Francia ni tocarla. Y que haya cojones de meter un muerto en Biarritz, que van a ver represión de la buena.
Aquí somos tontos o qué. ¿A usted le ha picado algún virus o está usted aburrido de las vacaciones?
Te equivocas Carmelo.
Lo que se vota en el País Vasco es el rechazo absoluto a una máquina de crear parados.
La única diferencia con el resto de España es que en el país vasco hay organizaciones radicalizadas que apoyan y aglutinan el descontento.
Incluso con datos en la mano, y de cumplirse las encuestas, tenemos que hacer los cálculos a partir del 61% de votos entre fascistas y comunistas.
61% sobre menos de un 65% de participación.
Luego, si de cada cien que van a las urnas votan 61 por la independencia, aplicando ese porcentaje no sobre cien sino sobre 65, el resultado es el 39%.
Eso, contando con que todos los votantes del pnv votasen la independencia, que es mucho decir. Supongamos que un pequeño porcentaje no está por la independencia, y que en vez del sesenta y uno por ciento es el 57% , pues el resultado final es que, sobre el 100% del electorado , el porcentaje de independentistas es del 37%.
¿Qué podría hacer el Gobierno ante una proclamación independentista?, entre otras muchas, un referendum. Jamás lo ganarían.
Pero estamos equivocando el análisis.
De los 800.000 parados que había cuando Suárez llegó al Gobierno, se llegó a los 2 millones en el 82, a prácticamente 4 en el 93, a casi 6 millones en la actualidad.Sin contar las reformas constitucionales sobre el CGPJ y otras muchas que, aparte de ser inconstitucionales, han desnaturalizado la Constitución.
¿Qué presente y qué futuro tienen los que, en el transcurso de estos últimos 30 años han estado más tiempo en el paro que trabajando?, para muchos la edad de jubilación está a la vuelta de la esquina con un futuro negrísimo.
¿Y qué presente tiene el que suma ahora 20 ó 40 años?, muy, muy negro.
¿Qué hace el Gobierno?, hundir al país , promulgar amnistías fiscales, indultar a banqueros condenados penalmente en firme, y crujir a parados, jubilados, familias y todo el que no se puede defender...y meter a sus políticos en los consejos de administración mientras hay gente revolviendo en los contenedores de basura.
¿Qué debe hacer la gente, esperar otros 20 años a ver si conseguimos un pleno empleo que no ha existido en los últimos 35 años?.
La gente en el país vasco va a votar por el asalto al Estado, porque sólo se vive una vez y no se puede vivir del aire de por vida, soportando una Casta repugnante que se ha adueñado del Estado.
La situación va a reventar, lo hará primero en las urnas porque hay la oportunidad, estamos en los estertores de una Casta repugnante.
Añádase a todo esto la catástrofe económica que se avecina, que dejará a España sin capacidad de reacción incluso internacional. No sería raro que Inglaterra apoyara decididamente la secesión: el mundo hispano es el único que le ha hecho frente y aún hace algún al mundo anglosajón en occidente.
Craso error pensar que con la secesión acabamos con el problema, muy al contrario entonces empezarán los verdaderos problemas. estos neofascismos son claramente expansionistas, y la debilidad de los gobiernos desde la transición hasta aquí para combatir estos cánceres ideológicos nos va a salir terriblemente caro.
La cuestión está perversamente planteada en orígen, al ser siempre el Estado un voluntario, y a veces hasta colaborador actor en el fortalecimiento de estas ideológias totalitárias, yo iría más lejos apunto a una negligencia dolosa al ceder voluntariamente las herramientas estratégicas necesarias a los neofascistas identitários, como son la educación y las televisiones para conseguir sus fines.
En fin, que la cuestión no es lo que van a hacer ellos, que ya lo presumimos, si no lo que vamos a hacer nosotros.