A mí, en principio, las declaraciones de Margallo no me parecieron mal, más que nada porque parecía que, al fin, había una postura firme y seria en política internacional. Lo malo de esto es, por lo que estoy viendo, que este gobierno habla mucho, pero después los asuntos no se sustancian en nada concreto. Además, los "delirios imperiales" de Soraya Saenz de Santamaría, destrozan el efecto de seriedad y firmeza que pretendía el ministro.
Como buenos mediterráneos nos encanta la polémica y la discusión y éste es un asunto que tiene un fuerte componente emocional. Incluso ahora, cuando manifestarse patriota es poco menos que de mal gusto.
Los españoles somos orgullosos, al igual que los británicos y no podemos evitar meternos de vez en cuando en este fangal, cuando la odisea de nuestras cuitas con Gran Bretaña a cuenta de Gibraltar, no llegan a nada porque la ley y los tratados internacionales no valen más que la fuerza militar, política y económica del país que los sostiene. Por lo tanto, considerando el estado en que se encuentra España, no tenemos nada que hacer, salvo el ridículo, porque no hay con que presionar para forzar el cumplimiento del Tratado de Utrech y de todas las resoluciones de la ONU.
Otra cosa es que sigamos haciendo el tonto manteniendo los servicios a los "llanitos". Cerrar la verja no sería suficiente, yo dejaría totalmente a merced del apoyo británico a los "llanitos", que éstos los mantengan, que para eso ocupan el Peñón.
Personalmente me importa muy poco que vuelva a ser territorio español o no, ya que, los que allí viven no se sienten tales, y después de trescientos años no quedan apenas descendientes de los españoles que vivían allí. La escasa población está mayoritariamente formada por británicos "de los de verdad", indios, marroquíes y gente de otros orígenes y nacionalidades que viven de negocios muy poco claros. Los escasos descendientes españoles que quedan, están encantados de ser súbditos británicos de "zu gracioza magestá" (es que es más "fino") con ese inglés que hablan, solo comparable al "inglés roteño" y que explica porqué vamos a Irlanda o a Londres a aprender inglés, en vez de allí al lado, y también porqué los británicos se descojonan cuando los oyen decir que son ciudadanos británicos.
Respecto a la idea de meter a la Junta de Andalucía en ésto, yo no se quién será el "genio" al que se le ha ocurrido, pero mejor será que lo pongan a archivar papeles, que allí hace menos daño.
Son idiotas
Roderik leyendo tu texto parece que fueras inglés. No le busques tantos inconvenientes al asunto del peñón una vez conseguida su vuelta a España. Como bien dices, son tan anti-españoles que no aceptarían pasaporte español. Muchos emigrarían al instante de que Gibraltar fuera español, otros, los de menos recursos se quedarían por un tiempo aunque a la larga se acabarían yendo. Al mismo tiempo mucha gente española se instalaría allí promovida por el gobierno español. Al cabo de unos años esa ciudad sería tan española como otra cualquiera, son 30.000 no 1.000.000 la población a sustituir (yo no les concedería nacionalidad española sino británica). Y si fuera necesario una política de acoso para la marcha de los pocos colonos que se quedaran pues se hace, derecho tenemos después de 300 años de robo. No se te olvide que los verdaderos gibraltareños habitan en San Roque y los ingleses no tuvieron clemencia ninguna con ellos al tomar la plaza. No veo que China ni Inglaterra andaran tan preocupados por la situación de unos colonos después de la entrega. Lo que importa es el territorio, y donde emigren los usurpadores que hay allí me importa muy poco.
No seas tan escrupuloso en asuntos legales que luego Inglaterra es la primera en saltárselos, de eso mismo se aprovechan los ingleses, disfrazan su cinismo de legalidad reclamando la autodeterminación para los colonos que en su día transplantaron en suelo español. Veremos que hacen cuando de aquí a unos años la población católica irlandesa del Ulster sea mayoría, ya que están usando la estrategia de una alta natalidad estando cada vez más cerca en número de los envejecidos colonos británicos allí instalados. Ojalá Ulster se reunifique con el resto de Irlanda.
Me pregunto si muchos españoles se han planteado lo que significaría que los ingleses devolvieran Gibraltar a España. Por suerte, la hipótesis parece, por ahora, poco verosímil.
¿Que significaría? Pues, de entrada, que se incorporaría al Estado Español, ya muy debilitado por tensiones separatistas, una ciudad de unos treinta mil habitantes que son, en su casi totalidad, rabiosamente antiespañoles. A los que habría que darles la nacionalidad española (la alternativa sería convertirlos en extranjeros en su propia ciudad), y otorgarles un régimen especial-autonómico. Por si no hubiera suficiente con los abertzales gobernando en Guipúzcoa, tendríamos a los nacionalistas gibraltareños gobernando en el Peñón. Y la situación sería mucho más grave que ahora, porque no habría posibilidad de cerrar la ya inexistente frontera. En cualquier problema internacional, con Marruecos por ejemplo, el gobierno autónomo de Gibraltar -que, para colmo, tendría la representación legal del Estado Español- se pondría sistemáticamente del lado contrario a España. Cualquier deslealtad, cualquier desobedicencia, cualquier obstrucción, sería continuada y consuetudinaria. El gobierno español tendría que intervenir, imponiendo el estado de sitio o aplicando el artículo 155, y entonces el revuelo internacional -al que se sumarían entusiasmados los abertzales y los catalanistas- sería de órdago. Gibraltar, que es ahora una colonia, se convertiría en algo parecido a un territorio ocupado militarmente por una potencia enemiga. Y echar a los gibraltareños sería reproducir algo parecido al problema palestino. Lo que digo: espero que a los ingleses no se les ocurra la mala idea de devolver el Peñón.
Ve, esto si que tiene cierta gracia. Como el gobierno no tiene casi problemas, abrimos la caja y, ¡¡ tachan ¡!, sacamos el de "Gibraltar Español". Tema facilito,que consiste: en que unos queremos que sean españoles y otros no quieren ser españoles. Así es, que habra que saber conllevar el problema, porque solución a corto plazo no se le ve. Y aún puede ser peor el remedio que la enfermedad. Así es, que guardemos las banderas y las pancartas, que diviertido ya lo fué, util quizás, práctico, nada de nada. ¡VALE YA!
Me pregunto por qué abrió la verja Felipe,¿por qué?,¿a cambio de qué?, qué se llevó el?(tratándose de un sociate es obligado pensar "mal").
Dejando al margen el asunto principal, en el cual estoy plenamente de acuerdo con el cierre de la verja y, aún mas, con cortar a Gibraltar las 100.000 líneas de teléfono que les regalamos en cierta ocasión, quiero comentar lo que dice D. Emilio que ha dicho Soraya.
¿Realmente vamos a volver a cuando llenábamos el Infanta Mercedes de oro y plata? ¡¿Vamos a reconquistar América?! Realmente, los ataques de euforia son muy peligrosos, luego dicen que son los otros los que se fuman los brotes verdes. Pues anda que Doña Soraya va bien servida.
En fin, si es por ánimo, que no decaiga, volvereeeeeeeemos a seeer uuuun Impeeeeerio, ja, ja.
Hobre, D. Emilio, ¡Claro que podemos permitirnos el cierre de la verja! ¡Que lo que nos aportan los usurpadores de Gibraltar es mucho menos que lo que nosotros les aportamos a ellos! Eso sí, coincdo en que las reuniones a cuatro son una ridiculez. Tienen que ser bilaterales.
Creo que nuestra democracia siempre se ha equivocado en cuanto a la política y métodos a seguir para recuperar Gibraltar.
Tanto genio político y diplomático y todavía no se les ha ocurrido la única forma posible de que la roca esté gobernada por los españoles.
Para recuperar la colonia de Gibraltar tenemos que ir poco a poco.
Ocupando el peñón disfrazados de monos.
Cuando el número de "monos" infiltrados seamos superior al de habitantes gibraltareños, el Gobierno español debe iniciar una ofensiva diplomática para que les sea reconocido a los monos de Gibraltar el derecho a voto como habitantes de pleno derecho, ya que, según Darwin, son nuestros ancestros.
De esta forma, y una vez ganadas las elecciones, podríamos quitarnos el disfraz y manifestar, con todo derecho, que España gobierna en Gibraltar de forma legítima y respaldada por el voto en las urnas.
¡Si es que estos políticos que tenemos en España no tienen imaginación!
Frasco82, me temo que las cosas son más complicadas de lo que imaginas. España no podría permitirse que los gibraltareños carecieran de la nacionalidad española. Sería tener una ciudad en el territorio nacional cuyos habitantes -todos- serían extranjeros. Ello significaría reproducir una situación colonial en el peor sentido de la palabra. Gibraltar es ahora una colonia, pero querida, como tal colonia, por sus habitantes. Incorporado Gibraltar a España y careciendo sus habitantes de la nacionalidad española, sería como una colonia no querida, sino forzada, impuesta contra su voluntad, sobre la población nativa. Y no creo que China, con Hong-Kong, sea un modelo. No creo que España se pueda permitir lo que se permite China. Por supuesto, si pudiera hacerlo -si pudiera, por ejemplo, implantar una dictadura de partido único, con censura de prensa, radio y televisión, proscripción de toda disidencia, etc.- entonces se arreglarían todos los problemas. Pero no creo que sea esto lo que tú propones.