punt:
Aquí el que se ha ofendido "al estilo nacionalista" ha debido de ser usted, no yo. Usted no tiene poder para ofenderme a mí. Qué más quisiera. Sin embargo, usted sí que parece bastante ofendido y que se toma esto muy muy en serio. Es muy común en estos blogs que, cuando alguien como yo dice "cosas claritas" que no se suelen leer aquí, salga algún ejemplar como usted rabiando. No es mi problema.
No me apectece seguir hablando con usted. Esto no lleva a ninguna parte y, para mí, carece de importancia lo que usted pueda decir. Yo discuto con personas mayores intercambiando argumentos y no me interesan cuestiones de pugnas personales e infantiles. Así que le dejo el placer de que sea usted el que tenga la última palabra. Eso les gusta mucho a los niños malcriados. Así tienen la sensación de haber ganado aunque no tengan razón.
Por cierto: su tono de superioridad y prepotencia me produce risa y lástima. Ah, y gracias por ejemplificar lo que yo ponía en mi escrito primero. Usted es la mejor confirmación de la razón que tengo.
[zgzna] Celebro que lo tenga tan asumido ya que, a falta de más datos, de su "como vd" sólo puedo deducir la estima que yo pueda tener de mí mismo.
Así pues, ya que alguien "como vd" celebra que alguien "como yo" le diga las cosas claritas, toca hacer lo que los adultos: intentar elevarse al nivel de los argumentos y no sólo ofenderse al estilo nacionalista.
Por lo demás, no confunda el contestar a sólo parte del comentario con no haber captado la parte a la que no se contesta. Si aun así cree que realmente "no lo he pillado", por favor explíquese, que para eso estamos y no para airear victimismos.
Un saludo.
Punt:
Y veo también que, según parece, no ha captado todo el contenido de mi escrito. Se le escapan algunas cosas. Era de esperar.
Punt:
Me tranquiliza recibir insultos de alguien como usted.Lo contrario me preocuparía.
[zgzna] Por alusiones:
1.- Sí, son idiotas. No digo que sea una idiocia fácilmente vencible, pero es una idiotez "troncal" y al ritmo al que se extiende veo el futuro muy negro.
2.- Naturalmente que todos tenemos casos de idiocia supina entre familiares y amigos, y no solo entre las "mujeres que se casan con un hombre inmaduro indolente", sino también entre los "hombres que se casan con una mujer inmadura indolente". Idiotas ambos, Dios los cría y ellos se juntan, como ha pasado desde que el mundo es mundo. ¿En serio cree que va a vencer a la verdad pretendiendo que es un insulto el reconocerla? Me temo que es vd bastante más infantil de lo que suponía, que su visión no es simplemente incompleta sino completamente sesgada y apartada de la realidad.
3.- Dijo la raposa a las uvas: "no están maduras" (o "son perros rabiosos", tanto da una cosa como la otra).
Un saludo.
Don Pío:
Estoy de acuerdo con usted en todo lo que dice sobre el infantilismo de la sociedad, pero creo que relacionarlo con ese comentario mío es "poner en marcha el ventilador", como hacen los sociatas: no son lo mismo los cuatro trajes de Camps - si es que hubo caso, porque no está demostrado - que toda la porquería de los Eres de Andalucía, por ejemplo. Y es que siempre hay grados. En el infantilismo, también.
Y buena prueba de la razón que tengo, es ver cómo se enfada y rabia alguno que otro ante este comentario mío. No voy a perder el tiempo en contestar porque la verdad es que me da igual cómo me califiquen a mí o a mis comentarios. Suelo ignorar a los perros rabiosos. Lo más gracioso de todo es que los que llaman "idiotas" a las mujeres que se casan con un hombre inmaduro indolente, probablemente se están refiriendo - aunque sin percatarse de ello - a sus madres, hermanas, amigas y a su propia mujer - .
El problema en este país oscila entre la mala fe de la izquierda, el infantilismo de quienes son "independientes" y el acomplejamiento de la derecha que sufre síndrome de Estocolmo.
Segunda parte
Me resuenan las palabras de Jesús como un puñal "Cuando vuelva, ¿encontraré fe en el mundo?" Y al intentar resolver los problemas alejados de Dios el hombre pierde la fe en Dios y lo que es más curioso, la pierde también en el hombre. El hombre de hoy no confía en el hombre. Todas las relaciones humanas son en desconfianza, y si no me cree, intente analizar las relaciones comerciales, políticas e incluso humanas de nuestra sociedad. A buen seguro que se sorprenderá mucho
De todos modos, muchas gracias por su preocupación. Porque quiere decir que individualmente usted también busca la libertad suya y de los suyos y es muy buen punto de partida. Aún queda algo de fe y esperanza. Vale la pena
Un saludo
Primera parte...
Lamento diferir de usted, no en la sintomatología, que es cierta. La pérdida de libertad y el infantilismo asociado al hedonismo son cuestiones realmente ciertas en nuestra sociedad. en lo que difiero es en la solución implícita que usted propone de acotar el estado ya que existe en esta teoría una paradoja que es que el estado se convierte en garante de la libertad y esto es precisamente lo que usted enuncia como causa de los males.
El problema, como no puede ser de otra manera es individual y requiere una respuesta individual. Lo curioso del tema es que la respuesta individual para el hombre es imposible ya que es limitado y es por ello que proyecta en el estado una solución general, que no lleva a ninguna parte porque el estado no puede garantizar la libertad individual. Por ello, la única opción es que quien ha creado al hombre garantice su libertad; pero esto ya lo hace porque el hombre puede pecar y las consecuencias de su pecado permanecen en la sociedad.
En consecuencia, y siendo coherente con mi libertad individual tengo que apelar a la libertad individual de las personas mostrando que el único camino real para el hombre es la confianza en Dios. Porque, al final como nos recuerda San Agustín el hombre está hecho para Dios y es en Él donde realmente se libera del yugo del pecado; o lo que es lo mismo, de la falta de esperanza y la desesperación consecuente y consiguiente que le lleva a renunciar de sí y de su responsabilidad, no viendo al prójimo como un igual, sino como un mero objeto de uso para un fin que es el placer propio.
Como ejemplo, el político se place en los votos obtenidos buscando el voto y no el votante, el hombre se place en el deseo carnal de la mujer y busca el placer y no la compañía, la mujer de la misma manera usa al hombre en su provecho, la empresa se place en la cuenta de resultados y busca el dinero por encima del bien que produce en la sociedad, etc, etc, etc. En definitiva el único problema del hombre de hoy es que ha perdido la esperanza porque ha dejado de referirse al creador para centrarse en la creación.
[zgzna] En una sola pregunta: ¿Rubrica vd esto?
"La mujer, demuestra una vez más su infantilismo: no quiere reconocer su responsabilidad y se apresura a señalar al hombre como el culpable. Pues quizás ése es uno de los puntos cruciales. El hombre, con frecuencia, querría tener una compañera adulta con quien compartir la vida y educar los hijos que tuviera. Pero... ¿Quién quiere formar un hogar con una mujer que, en realidad es una cría más que sólo demanda y no quiere asumir responsabilidades? ¿Para qué acabar en la esclavitud cuando no sólo ya no se necesita a la mujer para vivir en condiciones sino que, con frecuencia, se convierte en un lastre?".
Si lo hace, tiene vd. mis disculpas y mi respeto: entendí su punto de vista como gravemente sesgado según el dogma feminazi pero reconozco que eso no era cierto y que simplemente mencionó una única faceta de un problema general que reconoce como tal y sobre el que no discrimina entre hombres y mujeres.
Si no lo hace, habrá demostrado su prejuicio con lo que me tendrá enfrente, como sucede con cualquier feminazi. Patalee si quiere como hasta ahora.
¿Me acusa de prepotencia? ¿Me lanza su "última palabra"? Si empieza por confundir la seguridad en los argumentos sólidos con la "prepotencia" y el no ser contestado con la "última palabra", mal le veo.
Tal vez le descubra algo nuevo, pero la "última palabra" no es la palabra que se pronuncia en último lugar y que no recibe una contestación a la que está abierta sino la "Decisión que se da como definitiva e inalterable" (DRAE), la que no está abierta a réplica.
Es decir, su "No me apectece seguir hablando con usted. Esto no lleva a ninguna parte y, para mí, carece de importancia lo que usted pueda decir" es una clarísima "última palabra" con la que parece disfrutar y en la que se recrea a falta de argumentos (por cierto, le doy toda la razón: este tipo de gestos afectados encanta a los niños malcriados, se nota a la legua).
Así pues, temo que lo puerilmente prepotente sea su "última palabra", en ese tono sobrado y displicente de "a mí me resbala todo lo que venga de alguien tan inferior". Causa rubor, se lo aseguro. Y su empeño en el argumento ad hominem (vulgo "descalificación burda") no mejora las cosas, se lo aseguro.
En fin, vd misma se retrata.
Un saludo.