Este ser humano tiene razón: "nadie podrá impedir que las flores crezcan en el bosque y el viento del Espíritu siga soplando con aires de libertad, suscitando, alentando una Iglesia diferente y un mundo, donde los pueblos decidan, con democracia y justicia, y vivan su propia dignidad solidaria". Efectivamente, el Espíritu ha soplado en las Vascongadas en los últimos años con los nombramientos episcopales de Blázquez, Munilla e Iceta. Y, gracias a Dios, una Iglesia diferente está resurgiendo en las tierras vascas.
Ningún interés ni novedad ofrece este cura trabucaire, más propio del siglo XIX. Cura y vasco que no es poca la combinación que a los meapilas decimonónicos de la ikurriña les entusiasmaba. Es el nacionalismo como nueva religión al servicio de la secta.
Si no quieres una cruz, toma tres, somos los más meapilas y surgió la ikurriña. ¡Qué le vamos a hacer si los vascos no son capaces de reaccionar!
En el pecado llevan la penitencia. Por apología del terrorismo tampoco le sentaría mal cárcel, ya que denuncian el concordato, pero mucho mejor sería una buena multa. Nada de hacer mártires de imbéciles.
No olvidar lo inolvidable. ¿ A que espera la autoridad eclesiastica para mandarlo al paro?. ¿ quizas tiene subvencion de "sus amigos"?. A este se le ha olvidado las enseñanzas que recibio en el seminario.