No me negarán ustedes que por 48.000 Euros y por mucho menos, alguno pueda pensar que los muertos muertos están; que nadie va a traerlos a la vida y que tampoco está entre sus obligaciones ser más papista que el Papa ni más honrado que los poderes públicos. Que si estos no están interesados en conocer la verdad, él no es quién; que a Jesucristo lo crucificaron, y que lo procedente es coger el dinero que le ofrecen, poner tierra por medio y disfrutarlo lo mejor que pueda.
Ya se que es una postura un poco cínica. Pero honestamente, creo que no procede cargar las tintas contra el falso testigo, sino contra el abjecto sistema que nos hemos proporcionado *todos nosotros*. Así que lo procedente es que nos miremos al espejo y nos congratulemos de habernos conocido.
Lo más significativo es que esos 48.000 euros para encubrir a los asesinos de casi 200 personas los ha pagado el PSOE.
¿En concepto de qué 48.000 €?
A ver si de una vez se tira de la manta, porque desde un principio todo apestó.