La Puerta del Sol se ha convertido en apenas tres días en lo más parecido a un poblado chabolista. Un revoltijo de tiendas de campaña, colchones, mantas y lonas atadas a las farolas que hacen las veces de zonas comunes.
Iniciar diapositivas
Un colchón raído sobre una de las fuentes de la Puerta del Sol. Donde ahora hay barro antes había flores. | LD/FDV