El presidente español ha arremetido contra quienes han criticado su propuesta de paz para Oriente Próximo impulsada junto con Francia e Italia. Zapatero ha advertido a quienes la han tachado de "ingenua y poco realista" de que, al igual que en Irak o en Líbano, la "solución" al conflicto "vendrá por la política y no por la fuerza". Cree que esas críticas vienen de los mismos que "nunca han dado una solución" a este "conflicto de los conflictos que da excusas al fanatismo y la violencia política". "Algunos ya se han apresurado a desacreditar la iniciativa, pero lo más real es que ya sabemos los resultados de sus propuestas, que cada vez hay más pérdidas de vidas humanas", ha declarado. Mientras Alemania se desmarca de la iniciativa, Israel considera inaceptable que Zapatero haya improvisado un plan sin consultar.

En su discurso radiofónico de todos los sábados, el mandatario norteamericano ha declarado que ni EEUU ni sus socios asiáticos tolerarán que Corea del Norte transfiera tecnología nuclear "a regímenes hostiles y redes terroristas". "Nuestros países están hablando con una sola voz: Corea del Norte debe abandonar su programa de armamento nuclear", ha dicho Bush. Por otra parte, un dirigente del régimen de los ayatolás ha dicho que Pyongyang "goza de un especial respeto entre el pueblo iraní" por "la resistencia y la tenacidad mostrada ante las políticas hegemónicas de EEUU".

El Congreso se negó a que el dictador ecuatoguineano cruzara sus puertas, el Gobierno pidió a Rajoy que le ayudara a sobrellevar la incómoda visita –luego Moraleda lo negó y Exteriores le dejó en evidencia al confirmarlo-, Zapatero no quiso ni ofrecer una rueda de prensa con él y, finalmente, Teodoro Obiang arremetió contra los partidos, los ciudadanos y los medios españoles y ofreció dinero a sus seguidores. Sin embargo, para De la Vega, la visita del dictador de Guinea Ecuatorial se ha desarrollado con "absoluta normalidad".