Las reacciones tras la manifestación de Barcelona contra el pacto de Perpiñán, entre ETA y uno de los convocantes, se han centrado en atacar al PP por su ausencia. Juan María Atutxa, dijo que, además de contra ETA, acudió para "denunciar la política involucionista en materia de autogobierno". Patxi López, sin reparar en las ausencias de Odón Elorza a muchas manifestaciones celebradas en su ciudad, acusó al PP de "jugar" electoralmente con el terrorismo. Carod Rovira dijo que se ha visto "la forma de actuar a la catalana".

El candidato del PP, Mariano Rajoy, ha recordado la situación que atravesaba España en 1996 y ha defendido la "solidez y coherencia" de sus propuestas económicas. Mientras Rajoy criticaba las discrepancias entre los "asesores contratados" por el PSOE, Eduardo Zaplana decía que Zapatero ha elegido "el eslogan y la manifestación fácil" con su promesa de subir las pensiones.

El coordinador vasco de IU ha ampliado lo que él denomina "modelos referenciales". Si para "todos los vascos", como admitió hace dos años, el ejemplo debería ser la Cuba de Castro, ahora propone "exportar" a Madrid los "modelos de gobierno vasco y catalán". Dice que debe hacerse "antes de que el PP –al que califica de "cáncer para la democracia"– declare definitivamente el estado de excepción".