El Banco Central Europeo ha rebajado sus previsiones de inflación para la Eurozona este año en 1 décima, hasta el 1,7 por ciento, y en 2 décimas para 2005, hasta el 1,5 por ciento.
Para hacer estos cálculos, el BCE
parte del supuesto de que no cambiarán los tipos de interés ni el tipo de cambio del euro en el período estudiado. Esta información se ha conocido después de que el canciller alemán y el primer ministro francés se unieran en sus
reivindicaciones pidiendo al BCE un recorte de tipos.