DECLARACIÓN DEL TESTIGO FRANCISCO JAVIER GARCÍA CASTRO MARTÍN.

  1. o En cursiva azul, las preguntas del Ministerio Fiscal y los abogados.

  2. o En normal negro, las respuestas.

  3. oLos comentarios del juez, comienzan por GB

  4. oEn rojo, lo que no se entiende bien y es de libre trascripción.

  5. o NOTA del Transcriptor (n.t.)

Nomenclatura de las partes que intervienen en el interrogatorio:

A11MAT Asociación 11 M Afectados del Terrorismo A GONZÁLEZ Acusación particular Ana Isabel González Picos y otros GB Presidente del Tribunal – Gómez Bermúdez S Secretario Judicial T Testigo

Toma de Juramento al testigo.
00:00:00

GB: Buenos tardes, señor, siéntese, por favor, como sabe…

T:
Buenas tardes.
GB: Buenas tardes. Como sabe, comparece en calidad de testigo. ¿Jura o promete decir verdad?
T:
Prometo.
GB: Es mi deber informarle que, si falta a las obligaciones que ha contraído con esa promesa, puede incurrir en un delito castigado con pena de prisión, multa y accesoria de inhabilitación. ¿Hay alguna circunstancia, relación o condición, alguna cosa que crea usted que puede impedirle o dificultarle decir la verdad?
T:
No.

GB: Conteste, por favor, en primer lugar a las preguntas que le va a dirigir la Asociación 11 de Marzo afectados del Terrorismo.

Asociación 11 de Marzo Afectados del Terrorismo.
00:00:44

AA11MAT: Con la venia de la Sala ¿Cuál es su relación con… con el atentado del 11 de marzo?

T:
Bueno, pues aquella mañana, a mí me despertó por teléfono la voz de mi mujer, que me comentó que había habido un atentado en El Pozo y que bajara, que bajara, por favor, muy excitada.
T:
A la misma vez, mi hija estaba en el otro teléfono; yo estaba durmiendo porque tenía… yo me quedaba para recoger a mi hijo y llevarle al colegio a las nueve de la mañana, y mi hija ya se iba a ir al… al colegio, que tenía dieciséis años en aquel momento, y ella, pues oyó las explosiones. Yo no las escuché porque estaba dormido. Entonces ella empezó a gritar: “¡Mi madre! ¡Mi madre!” Entonces, pues claro yo me di cuenta que algo había pasado, porque entre el… el adormecimiento y una cosa, un atentado, no te esperas que es un atentado. Nada más que me dijo eso: “Un atentado en El Pozo, bajar.”
T:
Entonces, enseguida, como pude, mi hija empezó a gritar y ya se quería marchar para la calle porque estaba preparada para ir al colegio, y yo, pues fui, me vestí como pude, encima del pijama, me puse los zapatos, el abrigo y salí corriendo, y mi hija ya iba por las escaleras abajo y cogí el coche y le digo: “Venga, vamos en el coche, hija, que no… que no pasa nada, vamos, a ver qué pasa.”
T:
Nos dirigimos a la estación, que vivimos prácticamente a unos ochocientos metros, tardaríamos, pues, dos minutos en llegar; entonces, al entrar en la estación, pues no había aparentemente nada; pasamos los tornos, mi hija saltó la primera y yo después. Subimos las escaleras del… del andén y entonces nos encontramos, pues nada más entrar, pues la marquesina del techo se había hundido, algunas chapas y a la derecha, pues, había un montón de cadáveres, así como una montonera, de diez-quince personas pues que, vamos, cadáveres que estaban prácticamente destrozados y yo, pues deduje que eran fallecidos y heridos, bastantes graves, amputados, eviscerados, etcétera.
T:
Seguí para adelante y entonces me di cuenta que mi hija venía detrás en un grito y llorando y la dije: “Hija, quédate ahí que ya voy a buscar a tu madre.” Entonces, pues me metí en el tren y, claro, pues la gente, pues pedía ayuda y yo lo que dije: “Ahora vengo, que estoy buscando a María, a mi mujer, ahora vengo.” Pero, claro, yo lo que necesitaba era encontrar a mi mujer, sabía que estaba viva porque había hablado con ella, pero no sabía en qué condiciones se iba a encontrar, en ese momento.
T:
Salté al otro lado de la vía y también había algunos cadáveres en la vía y, entonces, yo ya no sabía que hacer, digo, yo quería ayudar. Lo único que hice fue a un chico que había, que le estaba cayendo la espuma de un extintor o el polvo blanco en la cara, que se estaba asfixiando, pues le di una patada al extintor y le limpié la cara y, entonces, pues traté de… pues de seguir buscando a mi mujer, no era capaz de ayudar a nadie, porque, yo lo que fundamentalmente, necesitaba verla y también que, con la angustia de tener a mi hija, de dieciséis años detrás, pues llorando, gritando y recibiendo pues todas las impresiones y lo que allí se vivió.
T:
Eh, entonces, al cabo del rato, había solamente un… un cuerpo o sea un coche de Policía, habían puesto una barrera de plástico, y solamente estaban esos dos policías allí, allí no había nadie más en el… en la estación. No había ni ambulancias, ni… solamente… sólo había aquello, esa unidad de policías mayores, con una barrera de plástico que entraban y salían todo el que quería, prácticamente. Había también un muro de piedra, que sí me llamó la atención, de ladrillo doble macizo, que le había reventado la explosión, al lado de los cadáveres que había, como si fuera pues de… de escayola o de cartón. Prácticamente había reventado el muro doble y por ahí entrábamos y salíamos prácticamente, ¿no?
00:04:38
T:
Había reventado también las vallas metálicas y al lado de los… de los fallecidos o de los más… aparentemente muertos y fallecidos, había un grupito de gente que se quedaban mirando, que eran heridos, estaban ahí tumbados, en un… como a cinco o seis metros hacia delante, y yo, pues los miraba y me miraban, como diciendo: “Cuándo van a venir a nosotros.”
T:
Me llamó mucho la impresión el silencio, un gran silencio sepulcral, ante tanto masacre y tanto horror y tanto espanto, el silencio, ¿no?, aquella mañana tan fría, y entonces intenté, pues tratar de ayudar, porque yo a mi mujer, pues no la encontraba.
T:
Mi mujer había saltado de la primera explosión, estaba entre las dos puertas del… del andén. Acababa de montarse, del tren, perdón, entonces la explosión pues la revienta, la puerta del tren y ella le hace de pantalla la estructura del tren, con lo cual salva la vida, porque iba entre las dos bombas, prácticamente, según nos, eh, dijeron luego, en la reconstrucción en la Audiencia. Y ella pues se quedó tumbada en el suelo del golpe que recibió, y por debajo del humo vio un poco de luz y vio a un chico corriendo por la vía y ella se tiro a la vía del tren.
T:
A continuación fue la siguiente explosión y ella vio ya saltar, pues trozos de cuerpos y todo eso, a las vías. Ella, como pudo, saltó y entonces fue cuando nos llamó por teléfono para que fuéramos a buscarla, pero no la encontrábamos; fueron momentos de mucha angustia, fueron desde las ocho menos cuarto o así, que llegamos, hasta que ya por fin a las ocho y diez o así, ocho y cinco, pues la… la vi de lejos, que había saltado por el otro lado de la estación en dirección a Alcalá de Henares y había bajado por debajo de la estación, de las vías y se había salido por la parte de…de la Asamblea de… de Palomeras, en Vallecas. Entonces ya la vi, se lo dije a… a nuestra hija: “Ahí está tu madre, vamos para allá” Entonces nos abrazamos los tres y lo primero que dije: “¡Qué suerte hemos tenido, Maria, porque yo lo que… hemos sobrevivido!”
T:
Entonces dije: “Ahora mismo, quedaros aquí que voy a ver si ayudo, voy ayudar, a hacer algo” Porque aquello era un caos, allí no había nadie, no había médicos, no había ambulancias, solamente, ya digo, dos policías y algún, alguien que movía los trenes, que movía los asientos, que trataban de sacar a los heridos y tal; entonces pues llegaron los bomberos que fueron los que pusieron ya un poco de orden en aquel caos.
T:
Y pues yo ya, pensé también en mi hijo el pequeño, que se había quedo durmiendo, que tenía 10 años, mi mujer estaba herida, tenía… salía sangre por un oído, tenía la cara negra, el pelo quemado y magulladuras; entonces, pues sentí un poco la… pues la necesidad prioritaria de atender a mi mujer y de irnos, porque tampoco podíamos hacer mucho. Yo no… no soy sanitario ni tengo capacidad, lo único que sentí una gran rabia de quién puede haber sido capaz de hacer esto en nuestro barrio, en un barrio obrero, en Vallecas, en El Pozo del Tío Raimundo, un barrio emblemático que se ha distinguido en la lucha de los trabajadores y que nos hagan esto, en un tren cargados de estudiantes, de trabajadores, que lo único que hacen es aportar a la sociedad su esfuerzo.
T:
Eso, el gran dolor que sentí aquella mañana, las imágenes que recibí y las impresiones y la angustia de… de mi mujer, fue herida y mi hija, detrás de mí, que tenía mucha pena y mucho dolor.

A11MAT: ¿A qué hora se marcha usted de la estación?

T: Aproximadamente a las ocho y cuarto, ocho y dieciocho minutos, llamé por teléfono al trabajo, lo primero que hice, para comunicar que había habido un atentado y que tenía que ir al hospital con mi mujer.

AA11MAT: Pues no hay más preguntas, Javier, muchas gracias.

GB: Gracias. La acusación constituida por doña Ana Isabel González Picos y otros.

00:08:30

A GONZÁLEZ: No hay preguntas, Señoría, sólo dar las gracias al testigo.

GB: Gracias. ¿Ministerio Fiscal? ¿Alguna otra acusación? ¿Las defensas? Muchas gracias, señor, por su testimonio, gracias.

T: A usted.

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