Hezbolá

Desde que el pasado 12 de julio cuando secuestró a dos soldados israelíes, el grupo terrorista libanés Hezbolá ha disparado 1.646 cohetes, generalmente "Katiushas", contra Israel, de los cuales, unos 432 causaron 19 muertos al caer en zonas habitadas. La policía israelí cifró en 26 los israelíes gravemente heridos, 40 los graves, 350 los leves y 677 los que sufrieron un shock postraumático. De todos ellos, unos 43 continúan hospitalizados. Estos datos no incluyen los dos cohetes Katiusha que cayeron este sábado en la localidad de Safed, situada a unos 13 kilómetros de la frontera libanesa, y que no provocaron heridos o daños de importancia.

El líder druso libanés ha mostrado su preocupación sobre la posibilidad de que Hezbolá ponga su "victoria" al servicio de un "sistema totalitario" similar al de Siria o Irán. El jefe del Partido Socialista Progresista también ha insistido que la captura de los dos soldados israelíes por el grupo terrorista chií no está relacionada "con la liberación de los prisioneros en Israel" sino mas bien al expediente nuclear iraní. Walid Yumblat también ha declarado que "no tendrá piedad con Siria, que se muere de ganas por proponer sus servicios a los EEUU" y cuya obsesión es "librarse del tribunal internacional" encargado de juzgar a los culpables del asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri.

El presidente de EEUU, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, respaldaron el envío "rápido" de una fuerza multinacional al Líbano para controlar los enfrentamientos entre Israel y la milicia terrorista de Hezbolá. "Acordamos que debe enviarse rápidamente una fuerza multinacional al Líbano", anunció Bush en una rueda de prensa tras reunirse con el jefe del Gobierno británico. Ambos mandatarios reiteraron que la solución al conflicto pasa por la "paz duradera y estabilidad", que suponga el desarme de los terroristas Hezbolá y que el Líbano recupere el control sobre su territorio.

El Gabinete para Asuntos de Seguridad de Israel, que se reunió este jueves bajo la presidencia del primer ministro Ehud Olmert para estudiar la posibilidad de ampliar la ofensiva contra Hezbolá en el Líbano, decidió no modificar el plan actual de operaciones. "Se ha decidido seguir la ofensiva con la misma estrategia, combinando incursiones puntuales por tierra y ataques aéreos, no movilizar una fuerza masiva", dijo un participante en la reunión a la radio pública israelí. De momento el Ejército no tiene que ceñirse a un límite temporal y "puede actuar todo el tiempo que necesite", añadieron las fuentes.

Haim Ramon, ministro israelí de Justicia, declaró que su país ha recibido de la Conferencia Internacional sobre el Líbano, celebrado este jueves en Roma, la "autorización" para seguir adelante con sus operaciones militares en territorio libanés contra el grupo terrorista Hezbolá. Los representantes de más de veinte países y organizaciones se pronunciaron por un alto el fuego inmediato y por el despliegue de una fuerza internacional en la frontera. En tanto, Cheik Naim Kasem, uno de los jefes del grupo terrorista pro iraní, dijo que sus seguidores combatirán "hasta la última gota de sangre".

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, comentó hoy durante una rueda de prensa tras la Conferencia de Roma para el Líbano, a la que Israel no fue invitado, que en el caso de que se envíe una fuerza internacional a la frontera entre este país e Israel, España estudiará la posibilidad de formar parte en cuanto se sepan los detalles de la misión. Aunque cree que es "prematuro" decir si participará ya que antes de tomar la decisión "hay que tener todos los datos de la operación", consideró que todo depende de los acuerdos políticos a los que se llegue en Líbano y sobre todo de si los terroristas de Hezbolá aceptan la presencia de las tropas internacionales.

Además de las graves acusaciones contra Israel, el número dos del PSOE está utilizando la crisis en Oriente Medio para atacar a la oposición. Desde hace días repite que a Aznar y al PP "le pone la guerra". En la COPE, el popular Jorge Moragas le ha replicado que "se equivoca" porque lo que realmente "pone" a su partido es la libertad, "cosa que el PSOE está dispuesto a sacrificar por un puñado de votos". Además, para el secretario de Relaciones Internacionales del PP, con el incidente diplomático con Israel se ha puesto de manifiesto que lo que pretenden los socialistas es "activar y movilizar un voto radical, antisistema".

El portavoz del PSOE en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Rafael Estrella, ha respaldado las declaraciones de Blanco y ha reiterado que "se están produciendo ataques dirigidos a infraestructuras y objetivos donde hay civiles". Estrella dijo que el embajador tiene que "asumir también que su misión en España es buscar la mejor relación entre el Gobierno de Israel y el de España, que son dos países amigos". "Espero que el embajador asuma plenamente esa misión y actúe como un diplomático que representa a su país en un país amigo", agregó.

El secretario de Estado de Comunicación ha querido restar importancia a las graves acusaciones lanzadas por el número dos del PSOE contra Israel, país al que acusó de matar civiles intencionadamente. Aunque la responsabilidad, según Moraleda, está en quienes han hecho "interpretaciones inadecuadas", prefiere quedarse con las declaraciones de Zapatero o De la Vega, que han sido "muy explícitas", y valorar las de Blanco "en su justa medida". Como el ministro Moratinos, el portavoz gubernamental también ha negado que las autoridades israelíes hayan expresado queja alguna.