1MA, el problema no es la selección de profesorado, de ninguna de las maneras. El problema es la politización del sistema educativo. El problema es que los ideólogos del actual sistema (Marchesi y compañía) tengan escrito en las revistas especializadas en pedagogía españolas, sin vergüenza de ninguna clase, que el sistema educativo no debe servir para transmitir conocimiento (textual), porque eso significa perpetuar un sistema de valores burgués con el que debe terminarse (textual), porque la escuela debe servir, porque esa es su principal función, para la transformación de la sociedad (textual, de nuevo). El problema, entonces, es que un profesor que se ha roto los cuernos para aprobar una oposición, de repente descubre que su excelencia docente vale menos que nada, que, de hecho, es castigada porque, dicen, conduce a la marginación escolar de los niños menos aplicados, y lo que debe hacer es no enseñar materia, sino actitudes. Con un par. Y este brutal y sistemático mobbing ideológico-administrativo es la única razón por la que el profesorado se desmotiva y hace dejación de su responsabilidad (cuando eso ocurre, porque hay muchos, que, pese a todo, siguen queriendo ser buenos docentes).
Sólo hablan de reformar Secundaria y Bachillerato, cuando la raíz del problema está en:
-Una Educación Primaria en la que no se atienden debidamente los retrasos curriculares, y se les deja crecer y engordar hasta que en Secundaria se hacen insalvables.
-Una FP insuficiente, que no ofrece la alternativa que muchos alumnos necesitan al Bachillerato y a la Universidad.
Estoy de acuerdo en evaluar y ser más exigentes en la selección del profesorado. Y de los políticos. Y de los técnicos que diseñan el sistema educativo.
Conocen el problema, y también las soluciones, pero no harán nada los cagapoquito del P.P. Dirán que hay que buscar el consenso para una cuestión tan importante y blablablá, y pretenderán pactar con la pesoe, un partido que simepre está a favor de lo que más perjudica a España y a los españoles, no sera esa su intención, de acuerdo, pero eso eslo que hacen cada vez que opinan sobre cualquier cosa..., y los del P.P siempre con sus complejos, incluso ahora, que se está hundiendo el país por completo, ellos seguirán con sus propuestas de mejor gestión, no son conscientes aún que es un problema estructural, y si no son ellos los que lo abordan AHORA MISMO, nos pareceremos cada vez más a los cuentistas argentinos (nosotros buenistas, que viene a ser lo mismo).
Mira Sandra, conozco el caso inglés. A mí no me vas a convencer de que el sistema educativo inglés da mejor resultados que el español, entre otras cosas se basan ambos en lo mismo.
Los exámenes pisa se adecúan al nivel de cada país, si hubiera un nivel estándard, el nivel del estudiante inglés caería muchos, pero que muchos puestos; se las ven y se las desean para resolver ecuaciones sencillísimas con una incógnita con trece años.
Tú eres de Derecho como el resto del partido, y de matemáticas no tienes ni puta idea, te pasa lo mismo que al ministro de educación, que se cree que todo es como estudiar filosofía, y ha diseñado una reforma que nos va a recortar el número de ingenieros y matemáticos de una manera dramática en diez o quince años. Pero te aseguro que el nivel de los alumnos de primaria-secundaria en estas materias en inglaterra es penoso, mucho más que en España.
El problema de la enseñanza en las escuelas en España tiene fundamentalmente un nombre, y es el sistema de selección del profesorado.
Yo llegué a conocer a una chica la cual, sacando el número 1 en su oposición en Matemáticas, se quedó sin plaza.
También conozco otros casos que son para echarse a llorar.
¿Están dispuestos los políticos a cargarse el sistema absolutamente podrido de selección del profesorado actual?, el sistema se basa en los puntos que se van acumulando, con lo cual, aunque se sepa menos, se obtiene la plaza.
No es extraño que años y años de ir colocando a profesores que no son los que mejores resultados obtienen, la enseñanza española no es todo lo buena que debiera ser.
¿Para qué sirve el Máster de Formación del Profesorado?, para perder el tiempo un año entero aprendiendo bobadas pedagógicas, gastar un dinero escaso, dejar a mucha gente fuera del sistema porque no lo puede pagar, y para financiar las universidades por esta vía, y retirar gente sin recursos del acceso al profesorado.
Ahora estás empezando a preparar el terreno para otra historia, que seguramente será aún más cara, que dejará a todos los inútiles en sus puestos y que fastidiará a unas cuantas generaciones de opositores que llevaban años preparando la oposición.
Lo único que tenéis que hacer es conceder la plaza al que tenga mejor nota en el examen, y ese acabó, sin puntos ni corrupción de ningún tipo.
Lo que acabo de exponer en mi anterior comentario no será justo, no será igualitario, no será social, no será, será...
Sin embargo, si aplicamos el principio según el cual si a los que te rodean les va bien, por la propia inercia del progreso, te reportará beneficios en el futuro, el hecho de haber una mayor progreso supera con creces la expectativa igualitaria. Esa desigualdad se traduce en una segunda instancia en una mejor enseñanza para el "desfavorecido", y mejor para él que si se aplican políticas de igualdad o paridad.
Es más sencillo que todo eso: competencia. Si los centros compiten entre sí en dar la mejor formación a fin de captar más alumnos y por tanto más ingresos, la calidad de la instrucción pública mejorará. Todos quieren llevar a sus hijos a los centros que mejor instruyan. En este sentido deben ser los propios centros los que a su vez, dado el caso, admitan o no a sus alumnos. Un centro que instruya mal será desechado por los compradores de instrucción. Un centro que instruya bien será más solicitado y hasta tal punto que será él, el centro, el que seleccione a sus alumnos. ¿Cómo se mide esto? Me refiero a la calidad de la instrucción, dado que el potencial, saber, o lo que interese al centro lo mide el centro según sus propios intereses: pues con controles externos, es decir, exámenes externos, de manera que el profesor instructor sea distinto al tribunal calificador. Si bien esto último habría que hacerlo de manera que no se perjudique a la libertad de cátedra. Una solución, como otra que pueda haber mejor, puede ser que el profesor instructor adelante su programa (y contendidos) al tribunal calificador y que éste realice el examen y calificación.
No hay solución ninguna en una España podrida hasta la médula por el botellón, la falta de educación y una amoralidad potenciada desde la TV. Nadie explica a la población que el botellón no existe en ningún otro lugar del planeta: ni en el Tercer Mundo, pobre y en su mayor parte musulmán, ni en los países avanzados, donde la ingesta de alcohol en las vías públicas, el abandono de basuras y otras barbaridades (como mear o defecar en la calle y, si se tercia, copular) no caben dentro de la cabeza de ningún ciudadano). La sensación de impunidad ante el delito y la de ausencia de retribución o recompensa ante el esfuerzo o mérito han desmoralizado a toda nuestra juventud, atónita ante la incapacidad de sus mayores para sacar una nación adelante (¿qué otro país arrastra una deuda como la nuestra de 500 billones de pesetas, entre familias, empresas y Estado?). En fin, gente talludita es la que escribe el guión y dirige teleseries y programas de una inmoralidad extrema: ellos son los que modelan el pensamiento de nuestra gente, particularmente los más jóvenes, y los que crean patrones de conducta, modificando los que ya existen de modo drástico o parcial (para lo que trabajan moldeando mentes sobre las que ya han actuado, a manera de retroalimentación o "feed-back"). A todo ello, se une el destrozo causado por la pedagogía socialista, la primera culpable del hundimiento de un sistema educativo óptimo: el de los Institutos Nacionales de Bachillerato. Que nadie hable de la educación de calidad como una entelequia: yo la conocí en uno de tantos centros públicos de Enseñanza Secundaria. Lo malo es que, para desandar lo andado, hará falta mucho tiempo. ¿Lo tenemos? El respeto, el amor a la nación, el espíritu de sacrificio, etc. suenan muy mal a las gentes de España. Que nos cojan confesados.
Estamos dando vueltas a la noria una y otra vez y encima no sacamos agua.
Se repiten los mismos tópicos, mentiras y nadie hace nada.El PP estuvo dos legislaturas y no movió un dedo.Me dirán que elaboró una ley, sí lo hizo, no llegó a aplicarse porque estaban en la luna de Valencia, y lo hicieron en el último momento.
Estoy cansado de oir y leer iempre lo mismo.
¿Por qué será, señora Moneo, que un número creciente de profesores no vemos capaz a este gobierno de una reforma educativa seria y profunda? Las medidas que usted propone son vagas e imprecisas y no parecen querer ir más allá de una puesta al día de la nefasta LOE-LOGSE.
Supriman la promoción automática y los títulos de la ESO con dos suspensos y les creeremos, señora Moneo.
Instalen un sistema de becas que beneficie a los que más se esfuerzan.
Promuevan un bachillerato de esfuerzo y exigencia, no los actuales "quinto" y "sexto" de ESO.
Supriman el entramado burocrático en los centros públicos y permítannos dar clase.
Carguen de autoridad a los centros para poder prescindir de los alumnos que sólo vienen a fastidiar.
Olvídense de momento de bilingüismo, TIC y otras gravosas modas pedagógicas. Lo anterior es bastante más urgente.
Y, sobre todo, les encarezco a que hablen con los profesores que están a pie de aula. Olvídense de prebostes sindicales, patronales de la privada y lobbys de padres politizados. No tienen el menor interés en arreglar nada.