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Por tanto, llamemos las cosas por su nombre: Si ese cromatograma era idéntico al resultado del cromatograma del explosivo que se interceptó en Cañaveras, estamos descubriendo, con toda base y razón, que el explosivo que estalló en los vagones del 11-M era el mismo que el que transportaba la furgoneta de ETA.
Lo que no entiendo es que los químicos independientes no protestaran y divulgaran estos hallazgos trascendentales que habrían obligado a los fiscales a retractarse de su errónea definición del explosivo asesino.
¿Cómo no va a tener sospechas después de ver las manipulaciones y de oír las manifestaciones que hizo el propio jefe de la pericial? La misión de este estaba trazada de antemano y era relacionar, como fuera, los explosivos Goma2 ECO descubiertos en la mochila (falsa prueba) con los explosivos que según nos contaron, fueron robados en Mina Conchita y entregados a El Chino y sus secuaces,“culpables propicios” y “suicidados” para mayor gloria de la versión oficial, que atraerían toda la atención y todas las miradas para que no se descubriera a los etarras, los verdaderos criminales y los segundos beneficiados.
“Una auditoría independiente al tratamiento de los explosivos del 11-M dejaría las cosas claras”.
¿Quién quiere aclarar los verdaderos hechos?
Ha quedado bien claro el contubernio de ocultación que vivimos desde aquél fatídico día cuyas consecuencias políticas orquestadas por el gobierno de Zapatero-Rubalcaba las vemos reflejadas en las posiciones que hoy ocupan los partidarios de ETA.
Lo que aún no acabo de comprender es la razón por la cual el actual gobierno ha preferido dar por bueno el resultado político que avaló el juicio de la Casa de Campo, que no es otro que el “borrón y cuenta nueva” a lo prefabricado por ZP, a costa del hallazgo de la verdad que sería por añadidura la legítima administración de Justicia.
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Tras la llegada al poder del Partido Socialista, se mantuvo un férreo control sobre el 11-M, luctuoso acontecimiento que los socialistas habían convertido en su exitoso trampolín electoral.
El presidente Zapatero que alcanzó el gobierno gritando la inocencia de ETA en los atentados de los trenes fue secundado en ese mismo cometido por los distintos ministros de Interior que controlaron hasta el mínimo detalle todas aquéllas evidencias y piezas del rompecabezas que sugerían o insinuaban la participación de la banda terrorista ETA. Para ello utilizaron el más poderoso grupo de información: La SER que con todos sus subvencionados y abundantes medios se lanzaron entusiasmados a difundir aquéllas noticias que ratificaban la estrategia planeada por el gobierno de ZP, utilizando sus primeras y segundas plumas, incansablemente, que difundían a toda plana y aunque estuvieran bajo secreto del sumario aquéllas noticias que fortalecían la versión oficial, que se impuso en el ánimo de los españoles. A la vez los verdaderos farsantes y conspiradores emplearon ríos de tinta para ridiculizar y desanimar a quienes, analizando la fecha del suceso, los antecedentes terroristas de los que pocos días antes pretendían atentar con una carga de explosivos en una furgoneta detenida en Cañaveras adquiríamos la convicción de que, en todo caso, los camellos de El Chino fueron contratados por la ETA exclusivamente, para colocar las cargas y que los ejecutores de los crímenes son etarras.
SIGUE…
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No se puede afirmar que el PSOE sabía que se iban a producir esas injustas muertes, pero es muy sospechosa la reacción instantánea de las filas socialistas ante los sangrientos sucesos, exigiendo (en contra de la prudencia de la investigación policial y por tanto del secreto del sumario) una precipitada transparencia a todas luces imprudente, que le costó el gobierno al PP por caer en la trampa tendida por ETA, jaleada por el PSOE.
La ejecución del 11-M estaba planeada, desde el primer momento con el único fin de inclinar los votos hacia el Partido Socialista. La elección del día y la hora y la precoz “identificación” de los asesinos habían de contribuir al éxito buscado por los terroristas que se cristalizó con un gobierno socialista. Habían elecciones y era necesario lograr un gobierno comprensivo para negociar lo que hasta hoy se ha consumado gracias a aquéllas noticias que hicieron cambiar el voto cuando eran cuestiones estrictamente del ámbito policial y por tanto dentro del secreto sumarial. Por esto, podemos afirmar sin equivocarnos, que el día 11 de Marzo del 2004 se produjeron unos atentados con el único propósito de asegurar que los votos dieran el gobierno al PSOE.
Las pruebas de la intervención de ETA en el 11-M han sido destruidas durante estos años de gobierno socialista, pero a pesar del esfuerzo que han hecho los socialistas en encalar el móvil de los atentados, estos afloran testarudos, como una mancha en la pared que se resiste a desaparecer por muchas capas de pintura que se le apliquen encima. No han decaído mis convicciones. Parece que las víctimas me alientan para seguir acusando a los verdaderos asesinos.
¿No tenemos pruebas?
Yo, creo que sí. Las pruebas se entreven con los acontecimientos políticos que hemos vivido desde entonces.
Una auditoría independiente al tratamiento de los explosivos del 11-M dejaría las cosas claras.
¿Legalmente se puede pedir que se haga esa auditoría?
Don Gabriel, somos muchos los que creemos que les egañaron a ustedes con la pericial y que no les dejaron acceder a material que hubiera permitido la identificación inequívoca del explosivo. Me baso en algo que no es creencia mía, sino un hecho: que ustedes no tuvieron ni voz ni voto en la elección de las muestras para realizar la pericial.
Hace poco volví a leer la parte de la transcripción del juicio en la que el juez Bermúdez interroga a la perito Tedax sobre las aguas de lavado para los análisis. Esta responde con evasivas, dando a entender que consumió toda la solución para la realización del análisis. Cuando uno de sus compañeros intenta recordarle al juez que ustedes sí guardaron los restos de lavado sobrantes, Bermúdez le interrumpe y zanja con que lo que hicieran ustedes no tiene por qué ser necesariamente lo que haga todo el mundo.
Vamos, que la perito elminó toda posibilidad de hacer un contranálisis a las muestras con las que trabajó y el juez, en lugar de recriminárselo o hacer la mínima pesquisa para saber si eso es normal, la disculpa de inmediato y casi abronca a quien le extraña su proceder.
Lo dicho, no es solo su intuición, son también los hechos. No se sabe quiénes seleccionan las muestras ni cuántas muestras había disponibles en total ni en qué criterios se basaron para escogerlas (parece que el que estuvieran lavadas no lo consideraron un inconveniente). Y a ustedes no les dejaron elección: o trabajaban con ese material o con ninguno.
Despues de todo éste tiempo exigiendo saber la verdad, sobre el myor atentado de la historia de España....lo que siento es un inmenso "asco"y lamento que mis hijos hayan nacido en una època, en que la corrupciòn moral, lo ha inundado todo. Comparto con Vd. esa sensaciòn de impotencia frente a la injusticia.
Aquí no ha pagado nadie ya no por complicidad, o incluso autoría, ni siquiera por negligencia ha caído nadie..., y te pone de los nervios algo así...
Mi querido D. Gabriel:
Quinto aniversario y lo que nos quede, hasta que topemos con unas pocas juezas (a la vista de los resultados: Coro Cillá, Ayala, San José...), que quieran descubrir la VERDAD INCONFESABLE QUE ESCONDEN LAS CLOACAS DEL ESTADO.
¡¡Para que no se olvide lo inolvidable!!.
¡¡Queremos saber la Verdad caiga quine caiga!!.
No es cierto que se aportaran "veintitrés (23) muestras tomadas en los focos". Se aportaron 23 bolsas con muestras que contenían un total de 80 vestigios.
En cuanto a la pericia de la T4, la Policía Científica determinó la presencia de un explosivo inorgánico (nitrato amónico) y de otro orgánico (hexógeno). Dado que existen más de 20 explosivos de uso militar que contienen hexógeno ya me dirá dónde reside el "éxito" y el "poder de la voluntad" de esta pericia.
Por último, el informe de los Tedax no dice "componentes genéricos de las dinamitas", eso se lo inventaron los de El Mundo. El informe dice "componentes habituales de las dinamitas".
Saludos y no permita que la intuición le nuble la razón.
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Lo de “juzgado y condenado” es una definición sostenida a gusto y comodidad del gobierno socialista, primer beneficiario de los atentados y por tanto, primer conspirador para dificultar una investigación que podría haber descubierto la verdad, sustituyendo esta con un cuento chino que impediría que los españoles conociéramos las canalladas que son capaces de hacer para conseguir el poder.
Sin ser víctima como usted, Sr. Moris, no he podido abandonar las reflexiones sobre el 11-M, por la cantidad de casualidades y contaminaciones que confluyen como justificación de la negligencia policial en lo concerniente a la identificación de los explosivos o arma del crimen. Si mezclamos estos datos en una especie de cóctel histórico, obtendremos un bodrio intragable sin ninguna lógica, que se atraganta, escuece y subleva, a pesar de los años transcurridos.
La intuición es un “don”, sin duda. No voy a presumir de poseerlo, pero en muchas ocasiones de mi dilatada vida, me ha sido muy útil.
“¿Qué interesaba más, el explosivo que mató o el "olvidado"?” Interesaba el que sustentaba la versión oficial que incriminaba a los camellos de El Chino y dejaba libre de toda sospecha a los etarras.
“El día 6 de febrero, se detecta, entre otros componentes de dinamitas, dinitrotolueno (DNT)…”
“… la noche del día 7 se produjo un corte de electricidad en la sala en que los cromatógrafos ejecutaban los programas analíticos.”
¡Qué casualidad!
“Este explosivo, ausente en la Goma 2 ECO, alteró y modificó los planes acordados.” “…una muestra de polvo de extintor, tomada milagrosamente, produjo un cromatograma idéntico al de una muestra de Titadyn procedente de la furgoneta interceptada en Cañaveras por la Guardia Civil. Estos resultados analíticos confirmaban que la carga explosiva utilizada en los trenes, era distinta al explosivo intacto "olvidado" por los autores en lugares alejados de los trenes.”
SIGUE…