EXPLOTÓ GOMA DOS ECO Y VALE YAAA..que no os enteráis...repito GOMA DOS ECO ya VALE YA JODER..dejad a estos pobres los culpables ya están pagando por su delito...
Al que nunca llevó bragas, las costuras le hacen llagas. ¿Como un señor? No me haga reir que se me saltan los puntos. Lo primero sería aprender a distinguir entre un SEÑOR y la chusmilla; se ve que no es lo suyo.
¿Por qué todas esa falsedades y esas tretas, si todo está claro como el agua clara? Perdón, que me entra la risa otra vez...
Tales,
las sentencias son judiciales, no oficiales y se llega a ellas después de un largo proceso reglado en el que todas las partes gozan de todas las garantías y en el que las pruebas a favor y en contra de los encausados son sometidas a contradicción en una vista oral y pública.
¿Autores intelectuales? No existe tal figura delictiva en el Código Penal español. Existe el delito de inducción al delito. Eso sí. ¿Por qué hacen falta inductores? Los mismos que lo planearon lo ejecutaron, como en Londres y en tantos otros lugares. La “autoría intelectual” fue el clavo ardiendo al que se agarraron los de El Mundo cuando la sentencia del 11-M machacó una por una todas las pamplinas que llevaban años vendiendo.
Lo del caminito de Jerez es otra serpiente de verano para consumo interno de dudantes entregados. Gómez Bermúdez fue siempre hostil a las teorías conspis. Basta recordar cómo trataba al abogado del terrorista Zougam, Sr. Abascal, o a José María de Pablo, el abogado de la AAVV11M, que también ejercía como defensa de los terroristas islamistas, durante el juicio. Daba pena. O como despachó las pamplinas del eurodiputado del PP y ex Director General de la Policía Nacional, Sr. Díaz de Mera, cuando éste llegó con el cuento de la “fuente”. La “fuente” corre peligro, la “fuente” puede tener el teléfono intervenido, la “fuente” me dijo, la “fuente”... Ufff, fue uno de los episodios más vergonzosos que recuerdo. El pobre De Mera no supo distinguir la Sala de la Audiencia Nacional de los locales de la COPE y se la dieron mortal.
Quien niega valor a la sentencia y al tribunal sentenciador de los atentados del 11-M se equipara a los batasunos. Piénselo.
¿Sentencia oficial? ¿Te refieres, orate, a esa que afirma NO conocer quiénes son los autores "intelectuales" de la masacre? ¿Te refieres, acaso, a esa que SOSLAYÓ seguir con las imbecilidades propaladas por zETApé o el hermanito "tensionador" de cierto ministrillo, interesados en una historieta de calzoncillos e islamistas suicidas? ¿Te refieres a ESA sentencia, orate?
En cuanto al sentenciador de esa sentencia, supongo que te refieres al sujeto ese que habló de enviar a ciertos falsos testigos caminito de Jerez. Te refieres a ESE SUJETO, ¿verdad, orate?
Está muy claro el valor de la "sentencia" y del "sentenciador". "Vale ya", como tanto le gusta decir a la basura.
clochard,
"Los sumarios y las sentencias no son “versiones oficiales” de los hechos juzgados sino el resultado del esfuerzo investigador de Policía, fiscales y jueces para acercarse lo más posible a la verdad y poder condenar a los culpables."
Así es. Trate de recordarlo la próxima vez que se plantee el tema y quedará como un señor.
Alguien escribió:
"Los sumarios y las sentencias no son “versiones oficiales” de los hechos juzgados sino el resultado del esfuerzo investigador de Policía, fiscales y jueces para acercarse lo más posible a la verdad y poder condenar a los culpables."
Parta enmarcar, oiga...Lo del "esfuerzo investigador" me lleva a una "pulsión emocional" de satisfacción. Menos mal que esta vez no se nos nombra a los "bichitos" desparecidos, ignorados o simplemente clasificados erróneamente.
Insisto, si no hay nada que esconder ¿por qué ese empeño en parecer sospechoso negando o dilatando la entrega de documentos, aportando pruebas falsas (librito del Corán, cintas magnetofónicas, mochila con teléfono desactivado incluido, análisis pericial de los explosivos, desaparición de los trenes y otras muchas pruebas que en cualquier país decente hubieran llevado a la cárcel a los responsables de tales desmanes?
Sin embargo, en España no sólo no se les castiga, sino que se les premia con medallas, ascensos y apetecibles cambios de destino. ¿O acaso todas estas últimas circunstancias son también fruto de una "repentina pulsión conspiranoica"?
Algunos se han "empeñado" en que la mayoría pensemos mal y a fe que lo han conseguido. Y la denodada defensa que algunos se empeñan en negar sin más lo que aquí expongo (datos, no opiniones) me da mayores motivos para la sospecha.
Por cierto, la amenaza de muerte es un arma muy silenciadora, y no sería la primera vez que fuera utilizada, y no precisamente en una película.
Tales,
Eso de la “verdad oficial”, es otro mantra dudante. La “versión oficial” no existe. Como lo oye. Existe una sentencia judicial basada en cientos de pruebas, declaraciones y evidencias de todo tipo fruto de la investigación policial, sometidas a contradicción en el juicio y refrendada por el Tribunal Supremo. ¿Tiene lagunas? Sí, las tiene, pero esas lagunas, no conocer todos los detalles, no ha impedido afortunadamente poder condenar a un buen número de culpables.
Los sumarios y las sentencias no son “versiones oficiales” de los hechos juzgados sino el resultado del esfuerzo investigador de Policía, fiscales y jueces para acercarse lo más posible a la verdad y poder condenar a los culpables.
Es falaz pretender presentar una sentencia, cualquier sentencia, dictada por la Audiencia Nacional y ratificada por el Tribunal Supremo, como otra versión más de los hechos en pie de igualdad con las de las defensas, acusaciones, enigmólogos, agujerólogos y toda laya de supuestos periodistas de investigación.
@Orates
Aplícate a ti mismo, el cuentecito de la "carga del lenguaje", con tus memeces de "hinbeztigación" de la "Berdaz Berdadosa". Sabemos que la "verdad oficial" de los canallas que, por una misteriosa conjunción de circunstancias, han tendido sistemáticamente, y sin excepciones conocidas, a actuaciones favorecedoras de indeseables, es falsa. Comprendo tu intranquilidad, y me alegro por ende, ante la puesta de manifiesto de la falsedad radical de presuntas investigaciones policiales (obviando pruebas periciales y la destrucción de pruebas materiales, naturalmente) y de sentencias judiciales de pájaros como aquel que habló del caminito de Jerez. En eso seguiremos, orate.
Vamos, vamos, clochard, no se quede corto señalando a la "gentucilla" que ha colaborado y facilitado el trabajo de los asesinos:
* Juan del Olmo (Audiencia Nacional).
* Juan Saavedra Ruiz (Tribunal Supremo).
* Carlos Granados Pérez (Tribunal Supremo).
* Joaquín Giménez García (Tribunal Supremo).
* José Ramón Soriano Soriano (Tribunal Supremo).
* José Manuel Maza Martín (Tribunal Supremo).
* Fernando Bermúdez de la Fuente (Audiencia Nacional).
* Carmen Paloma González Pastor (Audiencia Nacional).
* Juan Francisco Martel Rivero (Audiencia Nacional).
* Javier Gómez Bermúdez (Audiencia Nacional).
* Félix Alfonso Guevara Marcos (Audiencia Nacional).
* Fernando García Nicolás (Audiencia Nacional).
* Javier Zaragoza (Audiencia Nacional)
*Olga Sánchez (Audiencia Nacional)
Esta es la lista de jueces y fiscales de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo que han apuntalado con sus dictámenes la versión oficial.
Todos prevaricadores. Todos cómplices.
Tales,
una de las características comunes a todos los Guardianes de la Duda Eterna es su capacidad para decir una cosa y su contraria. Así nos cuentan que al final de la segunda legislatura del Sr. Aznar ETA estaba arrinconada, débil, acabada, pero al mismo tiempo sostienen que ETA cometió el peor atentado de su historia, lo cual supone que la banda terrorista disponía en Madrid de una infraestructura como nunca tuvo: seis u ocho terroristas no controlados, pisos francos, abundante material y transporte para todos, delante de las barbas de los responsables del ministerio del Interior del Sr. Acebes: Astarloa, Díaz de Mera, etc. Esto es simplemente increíble para cualquiera que sepa distinguir las películas de la realidad.
Cargar el lenguaje no le va a dar más razón. Puede usted tildar de “esbirros del poder sociata” a tantos funcionarios públicos como quiera pero tales descalificaciones no explican lo fundamental: las razones que les empujaron a arriesgar honor, empleo y libertad, colaborando por acción, omisión o encubrimiento en aquel espantoso atentado terrorista.
No es una cuestión baladí. La supuesta conspiración para desalojar al gobierno del PP a costa de la vida de 191 personas y la salud física y mental de miles, necesitó, a decir de los hinbeztigadores de la Berdaz Berdadosa, de la colaboración de decenas de funcionarios de todos los cuerpos policiales sin excepción.
¿Qué empujó a todas estas personas que suponemos normales, dedicadas a su trabajo, su familia, su vida, sus hobbies, sus ilusiones, etc, a colaborar de una forma u otra en aquel brutal asesinato de inocentes compatriotas, poniendo en serio peligro su tranquilidad y su proyecto vital?
¿Qué poderoso motivo es el que puso de acuerdo a tantos en la ignominia más abyecta y ha conseguido que ocho años después ninguno de ellos haya sucumbido al remordimiento y confesado sus crímenes?
Estas preguntas son anteriores a todas las demás. La gente no se echa a la espalda un crimen tan horrendo, sean funcionarios policiales, conductores de autobús o repartidores de TelePizza, si no es por una poderosa razón que hasta ahora no nos ha sido desvelada. Y ya va siendo hora.