CLOCHARD:
Suscribo íntegramente tu comentario, incluyendo las referencias sarcásticas al "robot" nyet.
NYET:
Por coherencia con tu postura, haz examen riguroso de conciencia, no te perdones NI UNA, y empieza a renunciar a la cantidad de sueldo que sea necesaria para compensar tus deslices, que desde luego tendrás como toda persona.
Valiente sarta de estupideces tu comentario, totalmente enfrentadas con el sentido común y con la realidad del hombre (del ser humano), que se equivoca cotidianamente.
Me congratulo de que una persona en general inteligente, educada y tan templada como doña Cristina Alberdi, quien además conoce perfectamente lo que se debe y no se debe hacer en el ámbito judicial, coincida conmigo, según he podido escuchar en el famoso canal de derechas. Sólo el estomagante Gil Lázaro y el incoherente Jaime González además del incontinente y deficientemente educado, mezcla explosiva, Román Cendoya defendieron a la impresentable jueza, que dicho sea de paso, según dijo Alberdi, no es la primera vez que incurre en semejantes impropiedades en el juzgado. Esta jueza debería ser apartada del caso e incoar un expediente sancionador: Con seis meses apartada de la carrera judicial (por supuesto sin sueldo) y 60.000 euros de multa, por cosas así, los jueces españoles empezarían a "funcionar".
Necesitamos muchos, muchos jueces así, y además que a estos miserables asesinos les hagan ver lo que realmente son y exigirles que respeten a los tribunales un mínimo, si es necesario que les hagan estar de pie y si es posible a la pata coja cuando estan delante de un tribunal. La desverguenza que muestran es intolerable.
Tranki1#
¿Que?. Efectivamente se necesita ser fanático para decir lo que dices.
Quien no muestra ningún respeto por las víctimas , ni siquiera por sus camaradas asesinados son los SOCIALISTAS, . Te recuerdo lo que les dijo Pilar Pagazurtua (socialista): "sois unos traidores", "hareis cosas que nos helarán la sangre".
Sí señora, tiene su señoría categoría y seriedad. Y una personalidad bien definida.
Como la juez es lo que piensan muchos ESPAÑOLES incluido yo.
Hay que ser muy fanático (tanto como unos que yo sé) para olvidarse de a cuantos socialistas ha matado ETA. Vaya respeto tienen algunos a las víctimas y a sus familias.
El problema es que aquí se fusila poco. Peor aún, nada.
Cuando se hagan efectivas las condenas de CADENA PERPETUA, a esos cabrones se les va a helar la mueca de risa... durante el resto de sus días.
Muy bien, sra, juez. Con usted estamos la mayoría de españoles y le damos las gracias por su espontaneidad.
Así quisieraos tener a los jueces varones que se comportasen con estos indeseables e hp que se cachondean de las víctimas como si fueran objetos.
Es bochornoso que la justicia tenga con estos HP tanta consideración y no es manden de inmediato a la cárcel de por vida, pero que tengan que ganar sus sustento y les hagan trabajar en carreteras y demás para cubrir los gastos que nos están causando.
Enhorabuena por sus palabras, pues son las que mejor reflejan y retratan a estos HP.
Para "nyet":
Lo que ha hecho esta juez no es, ni mucho menos, "dar rienda suelta a sus presuntas emociones o deshinibiciones". Si en lugar de decir "encima estos cabrones se rien" hubiera dicho "estos tíos encima se rien" no se habría dado el caso ni ud. estaría prejuzgando a una persona por su timbre de voz o su "deje".
Las personas (excepto ud.) no somos autómatas, y de vez en cuando soltamos alguna inconveniencia, incluso en nuestro trabajo (excepto ud.).
Y, aunque ud. exija una conducta irreprochable en cuanto al dominio de sus emociones (me parece que decir "cabrón" a un etarra no es dar "rienda suelta a, bla, bla, bla..."), se le olvida la enorme tensión con la que tiene que trabajar los jueces decentes sabiendo que los compañeros del sujeto juzgado pueden asesinarla en cualquier momento.
Y no me venga con el sobado argumento, además de inexacto, de que si no sirven para ser jueces, que se dediquen a otra cosa. Me gustaría saber si tiene ud. los redaños suficientes como para hacer un trabajo de este tenor.
No olvide ud. tampoco que, probablemente, la juez hizo ese comentario pensando que la nenaza aborto de hiena golfa del etarra no lo oiría o que el micrófono estaba apagado. Y, afortunadamente, la juez no es un autómata: ES UNA PERSONA, con sus defectos y virtudes, y, por tanto, al contrario que ud., se equivoca.
Que le vaya bien la programación a la que está ud. sometido y que no se le escape ningún "byt", no se lo perdonaría ud. mismo en su vida.
Lástima de juez nos hemos perdido...
Para "clochard": En mi trabajo nunca suelto exabruptos ni pierdo el control de mis nervios, de lo contrario no podría hacer mi trabajo y no me pagan para dar rienda suelta a mis emociones o mis prejuicios sino para actuar conforme a los reglamentos, normas y leyes. Y si usted viniese a mí con insolencias, amenazas, etc., le respondería educadamente, como un robot, que su comportamiento es improcedente, que está en un error y que persistir en éste no conduce a nada. Me pagan para ser profesional. A la jueza, además de un sinfín de privilegios, le pagan más. Y tiene la jueza el deber de estar a la altura de la toga y de su sueldo, porque está ahí para ser juez, no para dar rienda suelta a sus presuntas emociones o desinhibiciones. Lo que pasa con los jueces, como esta señora, o Garzón, o Bermúdez, por añadir dos famosos ejemplos, es que se sienten "endiosados". Es lo que tiene ser funcionarios y con mucho, mucho poder, en el caso de los jueces. La actitud de la jueza es impropia del decoro judicial y, añado más, viéndola y oyéndola esta noche en TV, su forma de hablar deja mucho que desear. Su dicción tiene el deje de una barriobajera y su voz suena a quemada de aguardiente. Quizá es como el juez Polanco, famoso por ofrecerle unas hostias al etarra al que juzgaba, para que lo eximiesen de la obligación de juzgarlo, porque no tenía redaños para ello. En la Función Pública, y más aún siendo juez, si no tienes redaños o dignidad para hacer las cosas bien, vete, deja el puesto y dedícate a otra cosa. A plantar patatas, por ejemplo. Pero el salario y los privilegios... ¡Ah, claro, como que duele dejarlos!