En España, hoy en día, esto es imposible. La indecencia, como los editoriales conjuntos, es la norma periodística; y si no comulgas con las tesis oficiales, eres perseguido y señalado. Esa es la libertad que le gusta a la izmierda.
En la España postzapateril -heredada con gusto por Rajoy- sería justamente al revés: los terroristas expulsarían a los periodistas del plató.
Rogaría al Sr. Presidente del Perú nos permita la cesión de algún edificio de época colonial, par poder instalar la Universidad Española de Periodismo y Ética de la Comunicación, con profesorado peruano.
Una vez conseguido, destrucción hasta los cimientos de las Universidades Españolas. Esta legislatura no D. Mariano. Después, con el levantamiento social.
#felician, toda la razón. Una auténtica lección para todos nosotros.
Menos mal que muchos nos negamos a claudicar ante esa banda de cucarachas llamada "eta".
Recibamos humildemente esta lección de los peruanos, sobre como tratar a los terroristas y sus esclavos.