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La defensa de Strauss-Kahn alega ahora que pudo haber consentimiento

El director del FMI, enviado a la cárcel sin fianza, dice a través de su abogado que las pruebas no concuerdan con el cargo de intento de violación.  (Volver)

punt dijo el día 19 de Mayo de 2011 a las 12:57:40:

Ejem... En el tercer párrafo del anterior comentario, donde digo "o que ya la hubiera llenado", quería decir "o que ya la hubiera cerrado", en referencia a que ya hubiera cerrado el grifo de la ducha.

La verdad, no sé en qué estaba pensando, que se me ha cruzado la otra palabra.

Un saludo.

punt dijo el día 19 de Mayo de 2011 a las 11:05:16:

[Dumont] Interesante lo que vd. aporta, que se traduciría en la falta de fundamento de mi duda.

Así pues, si DSK estaba en la ducha, es lógico pensar que no oyó llamar a la puerta, pero entonces la camarera no podía pensar que la habitación estuviese vacía puesto que debería oír el correr del agua.

Desde luego, puede darse el caso de que DSK cerrase el agua de la ducha justo en el momento en que ella llamó, o que ya la hubiera llenado pero no oyera el llamado por otra razón (que sea duro de oído, cosa nada extraña a su edad, o que se estuviera secando la cabeza con una toalla, aún con agua en los oídos). Incluso es posible que lo oyera pero no contestara (al fin y al cabo, es sospechoso de violación, con lo que no es descartable que guardara silencio para no "espantar" a su presa)

Aun así, lo del sexagenario que, desnudo, tiene fuerza como para perpetrar casi una decena de delitos sexuales sobre una débil e indefesa treintañera (curioso que alguien joven y cuyo quehacer diario es un trabajo físico resulte luego ser tan vulnerable, y más ante alguien al que la falta de ropa debería penalizar), no termino de ver hasta qué punto se sostiene.

Al hilo de ésto me viene a la mente, por su cierto parecido, la historia de la mujer violada, cuyo caso sentenciaba Sancho Panza cuando fue puesto de Gobernador de su ínsula, lo cual se relata al final del capítulo XLV del Quijote:


"Luego, acabado este pleito, entró en el juzgado una mujer asida fuertemente de un hombre vestido de ganadero rico, la cual venía dando grandes voces, diciendo:

—¡Justicia, señor gobernador, justicia, y si no la hallo en la tierra, la iré a buscar al cielo! Señor gobernador de mi ánima, este mal hombre me ha cogido en la mitad dese campo, y se ha aprovechado de mi cuerpo como si fuera trapo mal lavado, y, ¡desdichada de mí!, me ha llevado lo que yo tenía guardado más de veinte y tres años ha, defendiéndolo de moros y cristianos, de naturales y estranjeros; y yo, siempre dura como un alcornoque, conservándome entera como la salamanquesa en el fuego, o como la lana entre las zarzas, para que este buen hombre llegase ahora con sus manos limpias a manosearme.

—Aun eso está por averiguar: si tiene limpias o no las manos este galán —dijo Sancho.

Y, volviéndose al hombre, le dijo qué decía y respondía a la querella de aquella mujer. El cual, todo turbado, respondió:

—Señores, yo soy un pobre ganadero de ganado de cerda, y esta mañana salía deste lugar de vender, con perdón sea dicho, cuatro puercos, que me llevaron de alcabalas y socaliñas poco menos de lo que ellos valían; volvíame a mi aldea, topé en el camino a esta buena dueña, y el diablo, que todo lo añasca y todo lo cuece, hizo que yogásemos juntos; paguéle lo soficiente, y ella, mal contenta, asió de mí, y no me ha dejado hasta traerme a este puesto. Dice que la forcé, y miente, para el juramento que hago o pienso hacer; y ésta es toda la verdad, sin faltar meaja.

Entonces el gobernador le preguntó si traía consigo algún dinero en plata; él dijo que hasta veinte ducados tenía en el seno, en una bolsa de cuero. Mandó que la sacase y se la entregase, así como estaba, a la querellante; él lo hizo temblando; tomóla la mujer, y, haciendo mil zalemas a todos y rogando a Dios por la vida y salud del señor gobernador, que así miraba por las huérfanas menesterosas y doncellas; y con esto se salió del juzgado, llevando la bolsa asida con entrambas manos, aunque primero miró si era de plata la moneda que llevaba dentro.

Apenas salió, cuando Sancho dijo al ganadero, que ya se le saltaban las lágrimas, y los ojos y el corazón se iban tras su bolsa:

—Buen hombre, id tras aquella mujer y quitadle la bolsa, aunque no quiera, y volved aquí con ella.

Y no lo dijo a tonto ni a sordo, porque luego partió como un rayo y fue a lo que se le mandaba. Todos los presentes estaban suspensos, esperando el fin de aquel pleito, y de allí a poco volvieron el hombre y la mujer más asidos y aferrados que la vez primera: ella la saya levantada y en el regazo puesta la bolsa, y el hombre pugnando por quitársela; mas no era posible, según la mujer la defendía, la cual daba voces diciendo:

—¡Justicia de Dios y del mundo! Mire vuestra merced, señor gobernador, la poca vergüenza y el poco temor deste desalmado, que, en mitad de poblado y en mitad de la calle, me ha querido quitar la bolsa que vuestra merced mandó darme.

—Y ¿háosla quitado? —preguntó el gobernador.

—¿Cómo quitar? —respondió la mujer—. Antes me dejara yo quitar la vida que me quiten la bolsa. ¡Bonita es la niña! ¡Otros gatos me han de echar a las barbas, que no este desventurado y asqueroso! ¡Tenazas y martillos, mazos y escoplos no serán bastantes a sacármela de las uñas, ni aun garras de leones: antes el ánima de en mitad en mitad de las carnes!

—Ella tiene razón —dijo el hombre—, y yo me doy por rendido y sin fuer-zas, y confieso que las mías no son bastantes para quitársela, y déjola.

Entonces el gobernador dijo a la mujer:

—Mostrad, honrada y valiente, esa bolsa.

Ella se la dio luego, y el gobernador se la volvió al hombre, y dijo a la esforzada y no forzada:

—Hermana mía, si el mismo aliento y valor que habéis mostrado para defender esta bolsa le mostrárades, y aun la mitad menos, para defender vuestro cuerpo, las fuerzas de Hércules no os hicieran fuerza. Andad con Dios, y mucho de enhoramala, y no paréis en toda esta ínsula ni en seis leguas a la redonda, so pena de docientos azotes. ¡Andad luego digo, churrillera, desvergonzada y embaidora!

Espantóse la mujer y fuese cabizbaja y mal contenta, y el gobernador dijo al hombre:

—Buen hombre, andad con Dios a vuestro lugar con vuestro dinero, y de aquí adelante, si no le queréis perder, procurad que no os venga en voluntad de yogar con nadie.

El hombre le dio las gracias lo peor que supo, y fuese, y los circunstantes quedaron admirados de nuevo de los juicios y sentencias de su nuevo gobernador. Todo lo cual, notado de su coronista, fue luego escrito al duque, que con gran deseo lo estaba esperando."

_http://www.analitica.com/bitblio/cervantes/ii45.asp


De todos modos, aun habiendo cierto parecido, no cabe duda de que las acusaciones sobre DSK no son de violación, sino de "abuso sexual e intento de violación", lo que dejaría la violación en grado de tentativa frustrada, cosa que sí encaja más con esos 30 años de diferencia que hay entre ambos.

En fin, si se han cometido realmente los delitos de que se acusa a DSK, imagino que se dilucidará (que para eso en USA son bastante más serios que en España, máxime tratándose de un personaje público) y el culpable pagará por ello. Y si no... ya se verá.

Un saludo.

Dumont dijo el día 19 de Mayo de 2011 a las 02:08:58:

Estimado Punt.

Muy inteligente tu sugerencia de que se debería consultar el registro informático de movimientos que debe haber para controlar los movimientos de la camarera en días pasados. Supongo que lo incorporarán a la instrucción a petición del fiscal. Ocasionalmente yo he observado que las tarjetas maestras las usa más de una persona. Eso dificultaría la investigación.

Por otra parte, en los hoteles que yo he visto, y en otras organizaciones, el personal de limpieza tiene una gran libertad para acceder a las habitaciones. Normalmente lo hacen durante la ausencia del cliente, para "hacer" la habitación y en un 5***** más veces a lo largo del día, para "repasar", dejar algún obsequio como bombones o la prensa etc.

Lo que me sorprende es que gozando DSK de trato de jefe de estado no hubiera previsto el hotel un filtro para todas las visitas, incluyendo las de la limpieza. Quizás fue el propio DSK el que, campechano él, renunciara a esa prerrogativa que usualmente los hoteles aplican a los jefes de estado, en ese caso él sabrá los porqué. También llama la atención que aquí nadie ha hablado de su escolta ni otro séquito.

Finalmente, de momento, en los hoteles que yo he conocido es perfectamente posible que esté el cliente en la ducha y entre la camarera, ya digo, no siempre para actuaciones largas, puede acceder solamente para repasar si la colcha está estirada. También parece lógico que si ocurre esto la camarera se excuse y se vaya. Si el cliente trata de forzarla ...... se sale del guión. El personal suele tocar en la puerta si no le han llamado, pero la camarera ha alegado que ignoraba que DSK estuviera en la habitación.

punt dijo el día 18 de Mayo de 2011 a las 17:56:02:

Parece que no salen dos mensajes, reenvío el segundo:

[uyate] Se me olvidaba decir que el hecho de dejarse al tarjeta en el lector tampoco es significativo.

En un sistema de ese tipo, cada tarjeta tiene un código y, con ese código como firma, está asignada a una función o a otra. Cuando dice vd. que "Al facturar la salida en recepción, lo dije, tomaron nota y no pasó nada más", lo que me está diciendo es "en recepción desasignaron el perfil de esa tarjeta, de modo que para el sistema pasó a considerarse inactiva desde ese mismo momento".

Esto sucede así porque la seguridad de una tarjeta no es algo que esté grabado físicamente en ella, sino que es algo que está almacenado en una base de datos, que se consulta usando el ID de la tarjeta cada vez que es insertada en un lector (o detectada por un sensor de proximidad). Así, una misma tarjeta puede pasar de ser de alta seguridad a no ser nada en absoluto sin que nadie la toque.

Lógicamente, el hecho de haber una tarjeta inactivada en un lector equivale a no haber nada, con lo que no se tendría en cuenta a la hora de permitir o impedir, en su caso, el acceso a la habitación.

Un saludo.

punt dijo el día 18 de Mayo de 2011 a las 17:55:23:

Parece que no salen dos mensajes, reenvío el primero:

[Dumont] y [uyate] Gracias por sus comentarios. Como dije, hablo desde la lógica del informático y no desde el conocimiento concreto del sistema de seguridad de los hoteles (de los que soy usuario muy ocasional).

En este sentido, comentaría que el hecho de disponer de dos tarjetas de cliente no cambia nada, puesto que las dos se configuran con libre acceso a la habitación que tienen asignada: cada tarjeta tiene un perfil de acceso y no es lo mismo una tarjeta de cliente que una de servicio, una de seguridad o una "maestra". Así, no hay razón por la que un cliente no pueda entrar en su habitación doble por el hecho de que el otro ocupante ya esté dentro, siendo que ambos tienen en su poder sus respectivas llaves.

Sobre lo que comentan de que hay hoteles en los que no se requiere insertar la tarjeta en un lector a la entrada, entiendo que se debe a que el sistema de tarjetas no funciona por medio de banda magnética ni chip, sino por medio de tarjetas RF (de radiofrecuencia, sistema usado en los tornos de entrada de muchas empresas, donde basta con acercar la tarjeta al lector, incluso sin sacarla de la cartera), lo que permite al sistema de seguridad detectar la "presencia" del cliente por la mera proximidad de su tarjeta. En el entendido de que sea así, tampoco resultaría contradictorio con mi razonamiento, ya que el sistema seguiría funcionando en función de la "presencia" o "ausencia" del cliente en la habitación.

De todos modos, si es cierto lo que dicen de que el personal de servicio sí puede entrar con su tarjeta aunque la habitación esté ocupada (con la tarjeta del cliente en su interior), entonces probablemente mi razonamiento carece de validez, aunque aún en ese caso encuentro una explicación plausible:

Dice [Dumont] que "cuando he requerido la asistencia de alguien del hotel este ha entrado con su tarjeta", siendo ese "cuando he requerido" la clave: es perfectamente posible que una tarjeta de servicio reciba una autorización temporal de acceso a una habitación que ha requerido ese servicio, no disponiendo de dicha autorización para el resto de habitaciones, que no han hecho tal requerimiento. Equivaldría al aparcacoches, que puede conducir los coches de los clientes, pero sólo de aquellos que lo hayan autorizado cediendo sus llaves.

Es por eso que resultaría mucho más reveladora la opinión de un empleado de hotel que la de un cliente, ya que todo este sistema de seguridad busca mantener la seguridad pero sin perjudicar la comodidad del cliente, y eso puede llevar a una falsa sensación de que el personal tiene un acceso menos restringido que el que realmente tiene.

Finalmente, sigo manteniendo que el hotel debe por fuerza disponer de un registro donde figure el histórico de todos los accesos que se han hecho con todas las tarjetas, registro que revelaría la coincidencia o no de ambos en la habitación (cosa que ya se me antoja probada, dado el cambio en la defensa), revelando asimismo si había habido alguna otra coincidencia anterior de las mismas personas en la habitación, en cuyo caso también sería de interés conocer la duración de ambas coincidencias, ya que esto podría revelar si en ocasiones anteriores se hizo un mantenimiento típico de la habitación o se tardó anormalmente más, lo que podría ser indicio de una relación sexual anterior.

En esto coincido con [Dumont], ya que la existencia de esa relación anterior demostraría la falsedad de al menos parte de la acusación, que aseguraba que la víctima no conocía previamente al agresor (ambos presuntos, por el momento), del mismo modo que la eventual imposibilidad de la entrada del servicio en una habitación ocupada que no haya solicitado dicho servicio también probaría la falsedad de al menos parte de dicha declaración.

En cualquier caso, reitero, muchas gracias por sus comentarios.

Un saludo.

ropongui dijo el día 18 de Mayo de 2011 a las 11:31:49:

lo que si parece cierto es que este sátiro socialista, lleva muchos años yendose de rositas, pero mira por donde tanto va el cántaro a la fuente ..... que la criada le ha salido (tal vez sin proponerselo) respondona.
¡Eeeeeh Dominic, cuidado con las pastillas de jabon del trullo, que las carga el diablo!

elviraba dijo el día 18 de Mayo de 2011 a las 10:12:34:


Cuando yo era niña, me contaron este cuento: érase una vez un señor abogado, al que iban a operar. Ya en la mesa de operaciones, el cirujano le abrió para erradicar su dolencia. Se sorprendieron porque todos los órganos estaban bien. Fué entonces el abogado quien les pidió (ya que estaba abierto), que le extrajeran la conciencia. Y así fué cómo desde entonces la mayoría de los abogados, no tienen conciencia.

Hay que ver estos cabrones de cómo lo retuercen todo. ¡¡TODO!!. ¿Ahora consentimiento por parte de la víctima?... ¿Dormirán bien?... ¿No pasarán el día con náuseas?... ¡santo cielo!.

uyate dijo el día 18 de Mayo de 2011 a las 09:57:02:

punt, en una ocasión se me quedó la tarjeta en el lector de la habitación. Al facturar la salida en recepción, lo dije, tomaron nota y no pasó nada más. Con las manos ocupadas con el equipaje, no debe ser raro que se quede la tarjeta en el lector, así que el personal del hotel no le dará importancia encontrárselo ahí al entrar.

Sin embargo, lo que me llama la atención en este caso es:
1. El personal de limpieza siempre llama antes de entrar (lo sé, porque me ha pasado), por si acaso.
2. El personal de limpieza siempre empieza por las habitaciones que sabe que están vacías, porque ya han facturado.
3. En este caso, ¿no vio la empleada que había ropa, enseres, equipaje, etc. en la habitación?

Lo cual no quita que, por supuesto, cuando una persona de mucho poder y otra sin ninguno, la tendencia general es poner en duda la "honorabilidad" de la persona humilde, cuando debería ser al revés.

Dumont dijo el día 18 de Mayo de 2011 a las 09:37:13:

Estimado punt:

Suelo viajar con mi esposa y en los hoteles pedimos dos tarjetas, debido a que por las mañanas yo tengo la costumbre de salir a hacer algo de ejercicio mientras ella se arregla. Siempre he podido entrar con mi tarjeta, a pesar de estar la otra tarjeta en el alojamiento "ad hoc". Además cuando he requerido la asistencia de alguien del hotel este ha entrado con su tarjeta. Finalmente, ahora hay hoteles de una generación posterior en los que no es necesario depositar la tarjeta en un tarjetero. Por ejemplo el Novotel Gare de Lyon, muy recomendable por su situación.

De modo que su razonamiento no es totalmente válido para demostrar una conspiración. Yo, la verdad, me inclino por creer a la señora.

Misses dijo el día 18 de Mayo de 2011 a las 08:56:54:

"zzzz dijo el día 17 de Mayo de 2011 a las 21:07:03:
Pero cómo mienten. Primero sus abogados dijeron que en el momento de la supuesta agresión estaba en un restaurante con su hija y ahora dicen que la agresión fue consentida. ¿Qué agresión? ¿No estaba en otro sitio en ese momento?

¡Mentirosos!
"

Correcto, en dos sitios a la vez no pudo estar, una de las dos es mentira.

Como no lo podían sostener ahora atacan a la limpiadora con lo del consentimiento, lo malo es que ya les han pescado mintiendo y los USA son tan "raros" que se lo toman mal, no como en Europa.

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