RUTAS Y NATURALEZA
Caminar la Comunidad Madrid, recorrerla en bicicleta o incluso a caballo es una de las mejores formas de conocer una región que tiene muchísimo que ofrecer a los que quieran sumergirse en la naturaleza -¡o en la historia!- sin perderse ni un detalle, disfrutando al máximo, con calma y, encima, haciendo un poco de ejercicio.
1.- Sierra del Rincón
Empezamos nuestro recorrido en la zona más al norte de Madrid y vamos a rodear de nuevo toda la Comunidad. La primera parada por la naturaleza madrileña es una ruta a través de la Sierra del Rincón y sus maravillosos pueblos.
La Sierra del Rincón es un sistema montañoso que se encuentra entre las sierras de Ayllón y Guadarrama, en la comarca de la Sierra Norte en el extremo nororiental de la Comunidad de Madrid. Se extiende por los municipios de: La Hiruela, Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, Prádena del Rincón y Puebla de la Sierra y fue declarada Reserva de la Biosfera en junio de 2005 por la UNESCO.
Este maravilloso entorno natural es un regalo para el visitante y ofrece panorámicas de gran riqueza en especies vegetales y animales. Las formaciones forestales predominantes son el pinar de repoblación y el robledal (roble melojo), éste último convive a su vez con otros árboles de neto carácter Atlántico como son serbales, tejos y acebos.
Después de acceder desde la autovía de Burgos, se nos presentan varios y centenarios pueblos como Montejo de la Sierra o La Hiruela, un pequeño pueblo de hermosas vistas, rodeado de montañas constituyendo además un punto privilegiado para la observación de aves.
Los municipios de esta parte de la Comunidad pueden ser recorridos también en bicicleta o incluso a pie para disfrutar más de cerca de la experiencia y de los diferentes elementos de la arquitectura tradicional que ofrece este entorno rural en plena naturaleza.
2.- Frente del agua
Muy cerca nos encontramos con nuestro segundo destino, la ruta del Frente del Agua, una oportunidad realmente inmejorable de disfrutar de la naturaleza y, al mismo tiempo, aprender y casi vivir la historia.
Esta ruta nos traslada a los primeros compases de la Guerra Civil, cuando los dos bandos lucharon por el control de los embalses que suministraban agua a Madrid. Después de unos primeros enfrentamientos muy duros el frente se estabilizó y se fortificó, pero ya no hubo más combates de entidad.
Eso permitió que buena parte de esas fortificaciones sobreviviesen hasta nuestros días y ahora han pasado a formar un ruta circular de ocho kilómetros que parte de la plaza de Paredes de Buitrago y que recorre unos preciosos bosques de pinos, en un entorno natural lleno de encanto.
A través de un camino muy cómodo y apto para familias la ruta permite conocer 26 elementos de arquitectura defensiva militar, incluyendo trincheras, nidos de ametralladora, búnkeres y refugios de otros tipos. Además, se puede entrar en muchos de ellos y sentirse, al menos hasta cierto punto, como los soldados que pasaron allí una buena parte de la Guerra Civil.
3.- Sierra de la Cabrera
Un poco más al oeste de la comunidad, aunque en su parte norte, se encuentra la Sierra de La Cabrera. Esta pequeña montaña es una estribación rocosa de la Cuerda Larga, uno de los macizos más importantes de la Sierra de Guadarrama y es accesible desde la autopista A-1, a la altura del kilómetro 60, a poco más de una hora en coche desde el centro de la capital.
Es uno de los montes más importantes de la vertiente sur de Guadarrama y sus principales cumbres son Cancho Gordo, de 1563 metros de altura y el Pico de la Miel. Los dos son una excelente ruta a pie para realizar en una jornada.
La Sierra de la Cabrera es un lugar de paso de viajeros con valor histórico, se trata de la antigua carretera de Francia, hecho que resalta con las posadas y ventas que rememoran aquellos años en los que el viaje era toda una aventura.
4.- Vía verde del Tajuña
Partiendo de Arganda del Rey y siguiendo el trayecto de una antigua vía ferroviaria- el popular Tren de Arganda "que pita más que anda"- la Vía Verde del Tajuña se adentra en el este de la Comunidad de Madrid y es una forma inmejorable de conocer una zona de la región que conserva todo su sabor rural y unos paisajes deliciosos.
La ruta tiene 49 kilómetros de longitud dentro de la Comunidad de Madrid, hasta Ambite, aunque después puede incluso seguirse por la vecina Guadalajara. En buena parte de su recorrido sigue el cauce del Tajuña, que también nos brindará algunos rincones especialmente bonitos.
Además, atraviesa el casco urbano de localidades con encanto como Morata de Tajuña, Perales del Río, Tielmes, Carabaña u Orusco. Aunque para completarla en toda su extensión lo mejor es hacerlo en bicicleta, muchos tramos se pueden recorrer a pie y, además, dado que en prácticamente todo el recorrido el firme es un buen asfalto y que la mayor parte del trazado es bastante llano, es ideal para hacerla en familia.
Algunas curiosidades pueden darle un interés extra a la ruta, por ejemplo los numerosos molinos que jalonaban el cauce del Tajuña y que hoy en día se han reconvertido en hoteles rurales, restaurantes o incluso viviendas particulares.
5.- Campiñas de Brea de Tajo
Brea de Tajo es un pequeño pueblo agrícola situado en el límite de la Comunidad de Madrid, ya lindando con Guadalajara. En su tiempo -y de hecho aún hoy en día, aunque obviamente su uso para tal fin no es el que fue- estaba en pleno recorrido de la Cañada Real Soriana Oriental, la gran vía pecuaria por la que los rebaños recorrían España de norte a sur y de sur a norte según la época del año.
Precisamente en la senda que les proponemos caminaremos por parte de esa Cañada Real: se trata de seguir la ruta de las Campiñas, un camino circular de 18 kilómetros que sale del casco urbano de Brea de Tajo, recorre la mayor parte de un pequeño saliente de Madrid que parece invadir Guadalajara y vuelve a morir al pequeño pueblo.
Entre medias un paisaje precioso en el que se suceden los campos de cereal, olivares y viñedos entre colinas y pequeños valles por los que se camina disfrutando de la tranquilidad y de una naturaleza que convive maravillosamente con el hombre. Una campiña, como reza el nombre de la propia ruta, con un encanto muy especial que seguro sorprenderá a muchos.
6.- Cortados de Titulcia
Dentro del Parque Regional del Sureste, recorrer los llamados Cortados de Titulcia es una excelente forma de conocer un paisaje de los más interesantes de esta zona de la región, marcado por los cortados yesíferos creados por el río Jarama que dibujan un entorno peculiar y, desde lo alto, ofrecen unas hermosas vistas.
Es una senda corta, sólo 2,8 kilómetros, pero que se puede ampliar con otros recorridos por la zona y que, eso sí, está muy bien acondicionada y es accesible a toda la familia, además relativamente sencilla.
Se puede partir del aparcamiento de Soto Bayona y, a pesar de su escasa longitud, durante nuestro camino encontraremos casi de todo: un área recreativa y de descanso, un observatorio de aves y unas preciosas vistas panorámicas desde el punto más elevado de la ruta.
7.- La silla de Felipe II
Pocos lugares hay en el mundo como El Escorial. En sus alrededores se encuentra uno de esos rincones mágicos de la Comunidad de Madrid, desde donde cuenta la tradición que el propio Felipe II pasaba las horas observando el desarrollo de la obra de su monasterio. Situado a 2,5 Km del municipio, es posible llegar hasta aquí dando un paseo o en coche. Otra alternativa es tomar un taxi desde el municipios, pues no hay transporte público hasta este punto.
El lugar está situado dentro del espacio natural protegido del Paraje Pintoresco del Pinar de Abantos y Zona de La Herrería, muy cerca de su enclave se encuentran la finca de Los Ermitaños y la ermita de la Virgen de Gracia. A sus pies se extiende el bosque de La Herrería, de fácil recorrido a pie y que ofrece una bonita experiencia para toda la familia.
Al llegar a la silla piedra, veremos conjunto está conformado por diferentes plataformas y asientos, directamente esculpidos en lo alto de un canchal de granito (conocido como Canto Gordo) y agrupados en tres asientos, siendo el del medio el que se reservaría para el Rey.
8.- Cerro del Telégrafo
A pocos kilómetros de San Lorenzo de El Escorial se distingue sobre el terreno el cerro del Telégrafo de Collado Mediano. Un edificio que debió empezar a funcionar a comienzo de los años 1840 y seguramente cesó en 1852, año que entró el servicio el telégrafo eléctrico.
La subida al cerro es una interesante ruta a pie o en bicicleta a la que se puede acceder desde los municipios de Collado Mediano o Moralzarzal. En el propio cerro existe una torre medio destruida que formaba parte de un sistema de transmisión de mensajes mediante el telégrafo óptico. Este estaba formado por una serie de torres distanciadas entre sí en parte del territorio nacional. Las señales variaban según la posición que presentaba una pieza móvil con respecto a otra parte fija, lo cual era observado por el operario de la siguiente torre y reproducido de la misma forma. El mensaje se descifraba en el lugar de destino mediante códigos.
Durante el recorrido se salvan 300 m de desnivel, a lo largo de aproximadamente 6 km. La Fuente del Cañal, la Fuente del Retén (1986) y el Pico Martillo son algunos de los parajes que forman parte del camino, antes de llegar a la cima.
9.- Valle de la Barranca
Probablemente en pocos lugares de la Sierra de Guadarrama el paisaje alcance una belleza tan intensa y al mismo tiempo amable como en el Valle de la Barranca, que además nos ofrece una ruta relativamente sencilla para conocerlo y, sobre todo, disfrutarlo.
El camino nace muy cerca del pueblo de Navacerrada y hay un amplio aparcamiento en el que dejar el coche, pero aún así los fines de semana es recomendable no ir demasiado tarde porque puede llegar a llenarse.
En los primeros pasos de la ruta dos pequeños embalses ofrecen unas vistas bellísimas propias de lagos de alta montaña, con los picos cercanos y el bosque de varias especies reflejándose en sus aguas.
A partir de ahí el camino se interna en un bosque de pinos lleno de encanto y misterio en el que con un poco de suerte podemos encontrarnos con muestras de la fauna de la zona como los corzos que saltan entre los pinos en completa libertad. Más adelante la masa arbórea se abre en miradores que nos regalas vistas espectaculares que pueden llegar hasta la capital.
La ruta tiene algo menos de 12 kilómetros y sigue en su mayor parte un camino ancho y apto incluso para las bicicletas, lo que la hace muy accesible. Eso sí, las pendientes son pronunciadas en varios tramos, así que será necesario esforzarse un poco.
10.- Rutas del toro
Aunque este aspecto de la Comunidad de Madrid es menos conocido que en otras zonas de España, lo cierto es que la región cuenta con una importante nómina de ganaderías de toro bravo, de las que más de una docena son visitables.
Más allá del interés para el aficionado taurino, estas rutas del toro de Madrid son una oportunidad idónea para conocer un animal único -el toro bravo-, un ecosistema excepcional como la dehesa y una forma de ganadería tradicional que contribuye de forma muy especial a la preservación de la naturaleza y a hacer económicamente viable el entorno rural.
Hasta quince ganaderías de toro de lidea participan de este programa. La mayor parte de ellas se ubican en el noroeste y sureste de la provincia y se pueden visitar individualmente, con actividades que van desde realizar recorridos por las fincas viendo a las reses en su hábitat natural, rutas a caballo y también prácticas más directamente relacionadas con el mundo taurino, desde capeas hasta clases de toreo.
Más información: www.turismomadrid.es