Zapatero sacrifica su promesa de las "listas cremallera" y coloca a Solbes de número dos por Madrid
La gran baza del PSOE en las elecciones de 2004 fue que el número dos por Madrid sería una mujer. Tras varias tentativas apareció Mercedes Cabrera, esposa del vicepresidente de la CNMV Carlos Arenillas. Era la lista cremallera, un hombre-una mujer. Cuatro años después, Zapatero esconde su promesa lanzada tres días antes de los atentados y coloca bajo su propia candidatura a Pedro Solbes, el ministro responsable del fracaso económico, en la circunscripción que más votos recoge. Eso sí, el vicepresidente ha reclamado autonomía para confeccionar la política económica. Menos "brujos visitadores", que diría Cebrián.