El abogado de Zouhier: "Es una sentencia cobarde y poco elaborada jurídicamente"
Una de las sorpresas que ha deparado la sentencia del 11-M ha sido la pena que los tres magistrados han impuesto finalmente a Rafá Zouhier, el confidente de la Guardia Civil. La Fiscalía le acusaba de ser cooperador necesario en la masacre por lo que pedía una de las mayores penas para él: 38.968 años de prisión. Sin embargo, el Tribunal entiende que sólo puede ser considerado intermediario en el tráfico de explosivo. Por ello, le condena a 10 años. Su abogado, Antonio Alberca, se ha mostrado totalmente en desacuerdo, por lo que recurrirá el fallo. Para el letrado el Tribunal no "ha tenido la valentía suficiente para poner en cuestión la negligencia cometida por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad".

