La vicepresidenta primera del Gobierno aseguró este jueves que la "paz se hará sin precio político o no se hará", y sólo será posible "desde la legalidad y sin ninguna forma de violencia". Horas antes, en rueda de prensa con Chirac, Zapatero había sido menos categórico y había insinuado que, pese a la violencia, continuarán los contactos con ETA. "Sin violencia se pueden dar pasos para un diálogo que permita el fin de tanto horror. Con violencia, esos pasos serán mucho más difíciles", afirmó. El presidente no hizo ninguna alusión a su polémica entrevista en el diario Le Figaro en la que hablaba de un "contrato con ETA" y que Moncloa obligó a rectificar.

"Lo de nación, no lo acepto". Así se ha referido Mariano Rajoy a la posibilidad de que se utilice esta fórmula para definir a Galicia en el Estatuto, después de que Feijóo y Touriño alcanzaran un acuerdo para pactar un texto con el "mismo estatus identitario" que en Andalucía y Cataluña. El presidente se ha comprometido a presentar un recurso ante el Constitucional si se incluye este término "aunque se tratara de gente de mi partido" porque "no se puede ser incoherente". Rajoy, en cambio, sí ha dejado la puerta abierta a la mención de "nacionalidad" gallega porque "ya lo es desde los primeros estatutos".

Ya se ha presentado en la Audiencia el escrito de conclusiones de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. A diferencia del texto del colectivo de Pilar Manjón, este escrito sí denuncia las incógnitas que aún se mantienen sobre la masacre a poco tiempo de que se inicie el juicio. La principal, según la asociación, "el tipo de explosivo que estalló en los trenes", que, según denuncian, se está ocultando. Las víctimas, que piden 230.000 años de cárcel para los 29 procesados, explican en el escrito que habría cuatro tramas implicadas en los atentados. Entre ellos, una formada por "terroristas desconocidos, probablemente de ETA".