Nada sobre ETA, nada sobre el atentado del sábado en Navarra. El presidente del Gobierno ha obviado el ataque perpetrado contra el comercio de un edil de UPN en la localidad navarra de Barañáin, evitando así una condena expresa, y se ha limitado a decir, sobre la situación abierta tras el alto el fuego permanente de los terroristas, que rechaza toda la violencia "tenga la manifestación y el alcance que tenga". Rajoy, que no ve una voluntad de cambio en ETA, sí ha calificado de "muy negativo" el ataque, al que ha sucedido un episodio de terrorismo callejero en Guecho (Vizcaya). Zapatero ha preferido hacer balance, sin autocrítica, de sus dos años en La Moncloa.  

Un grupo de jóvenes independentistas ha asaltado y derribado el puesto de libros del PPC en la ciudad de Lérida y ha agredido a la concejal Dolors López, según ha informado el presidente de la formación popular en esta provincia, el diputado en el Parlamento, Jordi Montanya, que también ha lamentado que "el clima actual de la política catalana genere estos grupúsculos de violencia por parte de personas que no respetan los mínimos democráticos". Piqué ha reclamado la condena de todos los grupos políticos.

Xavier Vendrell está siendo cuestionado porque, a pesar de ser el responsable de las cartas a funcionarios exigiendo pagos a Esquerra, el presidente de la Generalidad le ha colocado en la consejería catalana de Gobernación. Hace un año, cuando Maragall destapó el escándalo del "3 por ciento", el político independentista aseguraba que "desde Esquerra tenemos el compromiso de las manos limpias, la promesa que nos ha llevado donde estamos". Ahora, cuando es ERC la formación discutida, es el propio Vendrell el que nombrará al encargado de investigar el envío de esas cartas.