Se trata de la única prueba a la que se acoge el ministro de Defensa para defender que hubo agresión –el
auto de archivo del juez habla de agresión o intento de agresión–. El parte médico de lesiones, realizado dos días después de los hechos, está repleto de irregularidades que curiosamente pasan por Castilla La Mancha. El médico que lo firma, un militar, no lo remitió al juez como es preceptivo sino que lo hizo el propio escolta. Además, según el PP, la Clínica donde se examinó al presunto herido podría tener mucho que ver con José Bono.