En el segundo día de campaña sobre el Tratado constitucional de la UE, el presidente del Gobierno volvió a pedir el sí y recurrió a un argumento ya utilizado por alguno de sus ministros, que no es necesario haber leído el texto para respaldarle. Respondía así, indirectamente, a la Conferencia Episcopal. Rajoy le ha recordado que sus adversarios en el referéndum están entre sus socios parlamentarios. Otra de las razones que expuso Zapatero para votar a favor es que con la Constitución "no habrá nunca ni guerras ni dictaduras".

Que un ministro conozca a través de una carta "urgente y confidencial" de su embajador los pormenores de un viaje del ex presidente Aznar a Londres y sus planes inmediatos en Estados Unidos entra dentro de la normalidad para Moratinos. No se trata ni de espionaje ni seguimiento sino de "atenciones" propias de un diplomático, como ha intentado justificar el responsable de Exteriores. Con sorna, ha agradecido a La Razón que le haga un poco más famoso. Al PP no le convencen las explicaciones.

El Gobierno vasco y Batasuna están incrementando la presión para que la formación ilegalizada pueda presentarse a las elecciones autonómicas, adelantadas por Ibarretxe al 17 de abril. Mientras que la formación de Otegi pide al lehendakari que anule la convocatoria electoral hasta que no se garantice su presencia, el jefe del Ejecutivo de Vitoria insiste en que Zapatero puede legalizarla "en 24 horas". Aunque según ha sentenciado el Supremo Batasuna es ETA, para Ibarretxe su participación en los comicios "sería buena para la normalización".