A las primeras de cambio y sin tregua alguna, Puerto Rico ha hecho bajar a la tierra al último mito del baloncesto, el todopoderoso
Dream Team de Estados Unidos. Los
NBA men ya no son intocables. La derrota en su debut en los Juegos Olímpicos de Atenas no hace sino confirmar el declive que comenzó en "su" Mundial de Indianápolis, donde terminó en sexta posición. Carlos Arroyo, con 24 puntos, ha sido esta vez el
galáctico que ha humillado a los Duncan, Iverson, LeBron James y compañía.