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En un nuevo intento de salvar de la quiebra al grupo petrolero, un alto ejecutivo de Yukos, Steven Theede, ofreció un pago de 8.000 millones de dólares al gobierno a cambio de aplazar el pago de la deuda. En el caso de que fuese aceptada, Yukos perdonaría al Estado 550 millones de dólares que le deben ser entregados en concepto de devolución del IVA por exportaciones de crudo.
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