En los últimos diez años Libertad Digital ha sabido ganarse el aprecio de miles de lectores, oyentes y espectadores que visitan sus páginas y sintonizan sus medios. En la web, en la radio y en la televisión han alcanzado un gran éxito.
Ese éxito constituye uno de los hechos más importantes de la prensa española en mucho tiempo. Y no sólo por la magnitud que ha alcanzado la empresa, en los dos sentidos más evidentes de esa palabra, sino, sobre todo, por algo verdaderamente importante para España: Libertad Digital no es el fruto de una tutela polÃtica. Más bien al contrario, es el fruto del rechazo consciente a las tutelas polÃticas. De todas ellas, a izquierda y a derecha.
La historia de Libertad Digital parece sorprendentemente fácil de explicar, lo que no significa que haya sido una historia fácil: ha habido un encuentro –inusual entre nosotros hasta ahora– entre una oferta informativa que se ha servido de las nuevas tecnologÃas porque querÃa existir y una demanda de información; una oferta y una demanda que crecen y que se animan mutuamente. Y han abierto el camino a otras empresas que han comprendido que, a largo plazo, el apoyo más firme de cualquier empresa de comunicación se encuentra en el respeto al p�blico, a su libertad de información y de opinión.
Los oficios de la prensa pueden ejercerse con mucha o con poca competencia, con mucho o poco rigor, con mucha o poca profesionalidad. Pero si existen libertad de elección y pluralismo, será cada lector, cada oyente o cada espectador quien valorar� la competencia, el rigor y la profesionalidad. Y elegir�. La libertad de elegir es la base del éxito de Libertad Digital. No es poco.
Esta empresa es una referencia imprescindible entre las fuentes de información y de opinión de España e Iberoam�rica porque �sa es la elección libre de muchos.
Felicidades por el esfuerzo. Y también por el éxito.