Leo al principio que los funcionarios entran por oposición y con carácter vitalicio. Bueno por lo menos han hecho una oposición y los políticos que se retiran con un pensionazo de por vida, a parte de tener un poco de labia, lamer algún que otro culo, ¿ que oposición han hecho ?, porque por esa regla de tres si los funcionarios han superado una oposiciones le van a retirar el carácter vitalicio, ¿ a esos políticos de superpensiones que le tienen que retirar ? ; ¡ ah bueno si !, a estos nada, a estos dejarlos como están , ahora al pobre funcionario a joderlo lo más que puedan, y con el dinero que ahorren a pagar maricones en Zimbabwe, y embajadas catalanas .-

Desde luego estos políticos de vía estrecha , como no tienen otros argumentos, todo lo quieren arreglar metiendo las manos en los bolsillos de los funcionarios y de los pensionistas, así como asando a impuestos a todo quisque, en lugar de dar facilidades para crear empresas que sean competitivas , generar riqueza y bienestar, pues no señor a atizarle al más débil que eso es algo que lo tenemos fácil dirán.

No olvidar lo inolvidable. Por cierto, ¿ no han hecho referencia a los politicos profesionales?, entonces lo que dicen no tiene sentido, solamente es mirar a los demas, pero no quererlo aplicar para ellos mismos demuestran su sectarismo Vaya gentuza.

Jkl127:

Evidentemente, se empeña en no dar ni una y sigue confundiendo el culo con las témporas. "¿Que un funcionario una vez le trató mal? ¿Y de ahí deduce usted que esta bien que los funcionarios no tengan puesto vitalicio?. No esta mal". Pues sí, esta muy mal; nuevamente saca conclusiones gratuitas. Si relee mi argumentación verá que intentaba de aclararle que el sentimiento de la gente respecto a los funcionarios no suele ser de envidia sino de indignación.

En cualquier caso, le cedo el campo, no quiero ni puedo argumentar con alguien tan tajantemente convencido de sus ideas y menos aún si son son del tenor de la última. Sobre todo, porque para mí, más que una afirmación, semejante acusación es un insulto.

Abur. Que tenga un buen día.

Se olvidan -o no- los políticos navarros de dos detalles fundamentales:

- La condición de funcionarios es la garantía de imparcialidad en la Administración, pues el funcionario atiende el servicio administrativo que tiene encomendado, sin más sujeción ni preocupación que la de cumplir la ley que debe aplicar. Supuso en su día, afortunadamente para la Administración y para los administrados, la desaparición de la figura del "cesante", que invariablemente aparecía en cada servicio, sección o negociado de las dependencias administrativas cada vez que cambiaba el baranda de turno. El funcionario público es una pàrte de la Administración en la que presta sus serviicios y no es un empleado del gobierno que la dirige. Ésa es la diferencia.

- El administrado no es cliente. Es un ciudadano. No pretendan corromper hasta ese extremo de la sociedad materialista y mercantilizada que padecemos, la condición de ciudadano.

El cliente adquiere el producto que está a la venta, siempre que tenga dinero contante y sonante para pagar su precio; y, además, según la regla de oro del comercio, "el cliente siempre tiene razón". El ciudadano tiene derechos y obligaciones, con independencia de su poder adquisitivo. Si solicita algo a lo que tiiene derechom hay que concedérselo; en caso contrario, habrá que denegar su petición. Y como so niempre tiene razón, cuando se produzca la situación, habrá que decirle que no tiene razón y rechazar su pretensiones.

- ¿O es que lo que realmente quieren en Navarra es oficializar la corrupción en la designación de los cargos de la Administración, hasta convertir todos los puestos en los desafortunadamente cada vez más numerosos,de "libre designación"?

- ¿Y vender los servicios al que mejor precio pague, no el concederlos a quien más derecho tenga?

Pues sí que vamos adelantando.

A loboe.

¿Que un funcionario una vez le trató mal? ¿Y de ahí deduce usted que esta bién que los funcionarios no tengan puesto vitalicio?. No esta mal. En mi tierra hay un dicho: "para una vez que maté un perro me llamaron mataperros".

¿Que me mire en el espejo?. Usted Loboe es el culpable de que Zapatero y los socialistas ganen elección tras elección.

Señor Loboe, dos precisiones:
1-Mi "sueño izquierdista acabó hace décadas. Lo que empieza a acabarse ahora, al igual que a otros muchos españoles trabajadores ¡ay¡, es mi ilusión con los liberales, a los que veo que, como los izquierdistas, muchas veces defienden también sus carteras a costa de los trabajadores de todo tipo que ya estamos hartos de ser los paganos de todos.
2- Mis chicos no fracasan, sino que, contra todo pronóstico, consigo un alto número de éxitos, más aún teniendo en cuenta los barrios deprimidos en los que he desempeñado mi trabajo. Soy muy buena en mi campo. Tal vez sea lo que me anime a continuar en la profesión a pesar de la basura de sociedad que me rodea. Tengo ese don, miré usted por dónde, sé cómo se habla y se trata a un niño y a un joven para que funcione a pesar de los pesares. No muchos pueden decir lo mismo.
No hable de lo que desconoce.

La única ventaja que tiene hoy en día el ser funcionario es precisamente el caracter indefinido de su puesto. Si se suprime ,¿quien va a querer entrar por unos sueldos como los del funcionariado y a aguantar lo que hay que aguantar?.
Venden la moto de que el que está fijo no cumple porque lo tiene seguro haga lo que haga ,y si estás temporal trabajarás por miedo a perderlo, cuando la realidad es que el temporal como sabe que trabaje bien o mal no le van a respetar sus derechos y lo van a echar igual, metiendo a otro por enchufe o por subvención, se va a dedicar a hacer lo justo. Sinembargo el fijo acabará identinficándose con su puesto como si fuera suyo (muchos funcionarios son por vocación no por interés) y lo cuidará igual que cuida de su propia casa y luchará por sacarlo adelante a pesar de la falta de medios y de mala gestión de los políticos, porque los políticos se irán y ellos permanecerán y sentirán la responsabilidad de sacarlo adelante

Jkl127:

Disiento nuevamente de su aserto de que me haya ido por los cerros de Úbeda. Ciertamente no ha hablado de albañiles que se van de putas en las épocas de vacas gordas -que los ha habido y muchos-, pero si de “cubatas, risas, rayas de coca” que viene a ser lo mismo.

Vienen usted y alguno más, a cargar con la historia de la envidia a la seguridad de los funcionarios, pero nuevamente yerra en el intento. Aunque la intención de aprovechar en beneficio propio ese secular defecto patrio sea entendible, créame si le digo que la sensación mayoritaria del pueblo llano frente al típico funcionario no es de envidia, sino de indignación. Aunque no seamos escritores como Dolores Medio, todos sabemos historias y chistes de funcionarios. Ya que me ha obsequiado con una anécdota, le devolveré el favor con otra, pero esta no de la tele, sino de la vida real, que me tocó vivir en la ventanilla de recepción de impresos de la Delegación de Hacienda de la ciudad donde vivo, en la que tuve que esperar más de diez minutos a que la esforzada funcionaria terminara una insustancial conversación telefónica con una amiga, mientras un servidor y la cola de los que se fueron acumulando en el intermedio, tuvimos que esperar como pasmadotes porque no habíamos aprobado ninguna oposición.

Al menos en lo que a mi respecta, vuelve a equivocarse cuando afirma que estamos royendo un hueso como perros o tirándonos los trastos a la cabeza -aunque lo admitiría como recurso literario-. En mi caso solo intento darle razones. Termina usted con el recurso fácil de cargar las culpas a “esa casta política y empresarial auténticos causantes de la misma”, lo que es desde luego de aurora boreal. A pesar de la rima fácil, ya me dirá qué tienen que ver los empresarios con los funcionarios y si vamos a los primeros, simplemente recordarle que desde hace casi una generación, los políticos que gozamos son los que ha elegido el pueblo soberano, así que antes de tirar piedras, le sugiero que se mire en el espejo y con un poco de suerte quizás pueda identificar a uno de los culpables.

Por cierto, nadie ha dicho que no existan esforzados funcionarios que cumplen con su obligación -el colmo sería que no hubiese ninguno-. Si me apuran, en la Enseñanza más que quizás en ningún otro sector de la cosa pública. Pero ¡Qué casualidad! El que peores resultados obtiene; en el que quizás se cursan más bajas por depresión y curiosamente, en el que existen más “progres” por metro cuadrado. Así que no me extraña sino que me consta, que existen muchos funcionarios como la Sra. Lerele, que se parten el alma inútilmente por sus alumnos intentando aplicar las recetas de las que ellos mismos son responsables -por la boca muere el pez “No volveré a caer en su trampa como caí en la trampa del izquierdismo”-. Lástima que a la señora le hayan tenido que tocar en la cartera para hacerla despertar de ese sueño de juventud y darse cuenta de que las izquierdas no iban a repartir con ella parte del botín sino a robarle lo que era suyo.

Pero disculpen, he caído en el pecado que fustigaba y también me he ido por las ramas. Decíamos que el fondo del asunto es el porqué los funcionarios deberían o no tener su puesto de trabajo asegurado de por vida.

Para evitar suspicacias, aclararé que soy el mayor de una familia numerosa de las de antes; que la mayoría de mis hermanos trabajan en la pública y que la última medida de bajarles el sueldo sin tocar nada más, me ha parecido tan obscena como el personaje que la ha promovido.

Finalmente, para despedirme, brindarles una consideración ¿Para qué sirve que discutamos aquí la idoneidad de un sistema u otro de selección si el Sr. Gallardón dispone de 1500 *asesores* de libre designación solo en la ciudad de Madrid; si en Galicia el Sr. Feijoo pretende cambiar la Ley de la Función Pública para contratar 700 cargos a dedo, o en la Comunidad Autónoma Andaluza se ha creado toda una administración paralela de contratados digitales a los que ahora se pretende convertir en fijos?

Salu2 a to2, funcionarios incluidos.

Hay funcionarios excelentes que son una garantía del buen funcionamientode la administración al margen de los caprichos de los delincuentes políticos. la condición vitaliacia tiene grandes ventajas por ese lado.
Por otro lado hay que plantearse en serio la reducción de la administración a cortísimo plazo para que ésta sea económicamente sostenible. Habrá que establecer criterios. De entrada habría que prohibir por ley que los políticos que ven que en las próximas elecciones se van a quedar fuera del chollo sean convertidos en funcionarios. De ahí vienen no pocos desastres.

Qué partida . Lo quieren controlar todo. Ni a Franco se le ocurrió tal cosa.