Pero esa lasitud académica, esa falta de rigor, esa presunción de que todo se consigue por poco esfuerzo, por un favor, por algo de dinero... se extiende a toda la esfera formativa hasta llegar a ser signo de identidad español. Por nada se consigue un máster, ¿tienes dinero para pagarlo?, ya es tuyo, ya tienes unos puntos para tu expediente; ese curso a través de internet, las respuestas del test final circulan entre los amiguetes, sólo hay que rellenar las casillas... Así todo. Pensar en el dinero que se derrocha en subvenciones a proyectos insustanciales, en el dinero que ganan academias de formación y universidades por el trapicheo de puntos para las bolsas de trabajo u oposiciones, en las camarillas acomodadas que viven en las universidades sólo preocupadas por mantener su estatus de bienestar. Y luego vendrá el gobierno con medidas anticrisis y las terminan pagando el españolito de a pie, al que siempre le toca apretarse el cinturón.
Lleva razón. La mayoría del dinero que se invierte en investigación en España, no repercute en la sociedad. Si redistribuyeran el reparto, destinando más dinero a grandes proyectos, a formación, y a contratos, y dejaran de financiar proyectos inútiles, viajes a congresos, y material inventariable innecesario, se crearía más empleo, y España conseguiría mejorar su economía con patentes etc.
El problema es que la mayoría de la gente, la que no hace cosas serias, se quejaría. Así que, no espero que nada cambie.
La investigación es más pensar y estudiar que utilizar aparatos caros. Leverrier descubrió Neptuno sólo haciendo ecuaciones, con lápiz y papel, porque no existía más; si acaso una regla de cálculo para estimar raíces y logaritmos, quizá. Una vez analizada la posición del planeta, manejando las frómulas de gravitación y teniendo en cuenta la influencia de los otros cuerpos del sistema solar, llamó a un amigo que trabajaba en un observatorio astronómico de otro páis, que no era el suyo, Francia -y que ahora no recuerdo- para que confirmara con el telescopio lo que decía; y lo confirmó, se hizo el seguimiento durante varias noches y aquella "estrella" se movía respecto de las otras; o sea que, efectivamente, era un planeta. No utilizó ningún aparato más que su cabeza papel y lápiz.
Gaudeamus Igitur de que todavía queden personas decentes en este pozo de corrupción en que hemos -sálvese el que pueda- convertido el país.
Mi más cordial enhorabuena a DOÑA Araceli por tener la valentía de decir lo que todo el mundo sabe y calla. Quizás no todo está perdido si aún queda gente por ahí a la que su estómago no le permite tomar determinadas pócimas sin vomitar.
Ya que me ha alegrado el día, me pondré en positivo y por pedir que no quede ¡Que cunda el ejemplo!
P.D. como sugerencia: ya que el aluvión cotidiano de noticias negativas nos produce depresión a la mayoría ¿Podría ponerse en LD un Cuadro de Honor o algo así, con objeto de ir incluyendo personajes como este -al que postulo para su inauguración- que pudieran servir de consuelo y ejemplo?
Salu2